No me toques!

Capítulo 32

Noah me había dado las gracias anoche, pero aún podía ver la preocupación en sus ojos. No me sorprendió cuando me llamó esta mañana pidiendo más detalles sobre lo que había sucedido con Kathia. Estaba inquieto como si algo no le cuadrara.

—Sandra ¿Qué hacía el oficial Jean ayer en tu casa?

—Llego porque quería decirme algo pero justo paso lo de Kathia...

—Si vuelve mándame un mensaje de texto o algo no deberías estar sola con él por el momento.

—De acuerdo, iba a llamarte...

—Sigo preguntándome... el conductor ¿Quién era? —me interrumpe. Su voz se quiebra ligeramente como si por fin se atreviera a preguntar lo que realmente le preocupa.

Siento un nudo en el estómago. He estado evitando hablar de eso pero es inevitable.

—No lo sé, Noah. Kathia no me dio más detalles sobre él.

El problema ese lunático lo tiene conmigo, que haya involucrado a la hermana de Noah me hace sentir culpable de algún modo. Así que no le diré que planeo ir a ver a el fiscal Jean a la estación de policía ayer comento que tiene asuntos allí que resolver no quiero involucrarlos más, Noah está haciendo un avance con su toc no quiero ponerle las cosas aun mas difíciles. Solo le diré lo necesario pero no que me voy a encontrar con él.

—¿Y qué hacemos?

—Por el momento no hagamos nada esperemos un tiempo.

Noah se queda en silencio al otro lado de la línea, como si estuviera procesando mis palabras. Finalmente responde con un tono de resignación:

—Está bien.

Me despido de Noah y cuelgo. Mi mente empieza a correr en direcciones que no quiero explorar. Necesito más información sobre ese taxi saber quién estaba al volante y qué conexión podría tener con lo que está ocurriendo. Tal vez la solución esté en esos detalles en los que todos parecen haber pasado por alto.

*

Noah no me ha escrito en lo que lleva del día y cuando salí parecía que no estaba en su casa, así que me apresure a salir e ir a la comisaría. Algo ayer en el Fiscal parecía raro... como si estuviese a punto de confesarme un secreto tal vez tenga algo que ver con el caso pero no de forma tan directa como imaginamos está sensación de impotencia y de no poder hacer nada es lo que no me gusta, lo detesto.

Cuando llego a la comisaría veo a Noah en frente de la estación. Está con sus manos en los bolsillos y el rostro serio pero cuando me ve una sonrisa ligera se dibuja en su cara como si se estuviera conteniendo. Maldición, él sabía que vendría.

—¿Sandra, qué haces aquí? ¿Te convertiste en detective privada de repente? —dice, su tono aún ligeramente sarcástico pero sin la dureza habitual.

Yo respiro hondo tratando de no perder la paciencia y siguiéndole el juego respondo:

—No, claro que no, Noah. Solo vine a asegurarme de que tú sigas perdiendo el tiempo mientras yo resuelvo el misterio —respondo con una sonrisa intentando aligerar el ambiente.

Él suelta una pequeña risa pero luego se vuelve serio de nuevo con una expresión de preocupación que noto por primera vez. Su mirada no es de burla, y eso me toma por sorpresa.

—¿Por qué no me dijiste que vendrías? Te dije que no es seguro —pregunta, esta vez con un tono más suave casi como si estuviera cuidándome.

—Lo de Kathia...

—No. No tienes permitido sentirte culpable.

—¡Pero yo soy quien llamó su atención! Él dijo que llegaría hasta mi si seguía metiéndome en esto pero al final tu hermana...

—En todo caso es mi culpa —Levanto la mirada para observarlo. Está mirando sus manos enguantadas—. Sabía que era peligroso y no pude protegerla tampoco pude ir a buscarla... no todo gira a tu alrededor —intenta bromear.

—Te diría que tampoco es tu culpa pero terminaríamos en un círculo de culpa ¿no?

—Nuestra curiosidad nos trajo aquí a ambos, no puedo decir que para algo bueno pero si vamos a seguir con esto hagámoslo juntos.

Le extiendo mi mano en broma y suspira no me extiende la suya pero lo tomo como si cerramos el trato, nada de cosas peligrosas por nuestra cuenta. Ambos sabemos que no hay vuelta atrás. Nos dirigimos juntos a la estación dispuestos a averiguar quién era el conductor del taxi, aunque sea por la simple razón de que algo en esa historia no se siente bien.

No tengo recursos para seguir una investigación como un detective ni acceso a bases de datos ni nada por el estilo. Pero por alguna razón confío en que Noah pueda conseguir información donde yo no podría. Él, con su carisma y maneras un tanto problemáticas, parece tener ese don de meterse donde no lo invitan. Así que, mientras nos acercamos al edificio me doy cuenta de que no hay vuelta atrás. No hablaremos con Jean intentaremos conseguir algo más de información antes Noah pregunto por él pero ya no se encuentra aquí así que veamos que podemos hacer.

—No confío en nadie de aquí —digo en voz baja aunque Noah ya lo sabe.

—¿Quién te dijo que yo confiara en alguien? —responde él con esa sonrisa sarcástica que por alguna razón me hace sentir más tranquila. Noah es impredecible pero su presencia me calma incluso si no lo admito en voz alta.

Entro a la estación con él a mi lado. Los oficiales que nos ven se limitan a lanzarnos miradas rápidas pero no hacen preguntas. Noah toma la iniciativa y se acerca a un oficial que parece más accesible.

—¡Hey, compañero! ¿Podrías ayudarnos? —dice con un tono amistoso aunque la mirada de los oficiales más cercanos nos observa con desconfianza.

El policía no responde de inmediato y Noah sin perder el tiempo continúa hablando.

—Te acuerdas del fiscal que te hable antes ¿verdad? Me dijo que aquí podría encontrar información sobre el conductor que parece estar vinculado en un incidente que ocurrió anoche. ¿Sabes algo al respecto?

El oficial, después de un largo silencio se limita a dar una respuesta evasiva.

—Lo siento, eso no está dentro de mi jurisdicción. Pero podrías intentar en el archivo de incidentes de la zona. Si no encuentras nada tendrás que esperar a que los superiores puedan investigar más.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.