No Nos Oyen

CAPÍTULO II

- ¡Vamos!  Todo el día estás ocupada, todos los días. Siquiera…

- Ya ves. Nunca sales. Si no es para la u o el trabajo. Además estás libre y como tu jefe te ordenó.

- No estamos en el trabajo – dije volteándole los ojos. Ya sé que no suelo salir mucho bueno de hecho nada pero es porque no me gusta. Me gusta estar en casa. Prefiero ocupar mi tiempo libre en mis libros, la tele viendo películas o dormir pero siempre que sea en casa además no soy muy sociable por no decir nada. 
Sebastian es mi jefe en la cafetería donde trabajamos. 
Luego de un año se volvió mi jefe de personal por ser muy bueno dirigiendo grupos y en su trabajo.
Era cierto que ya debía salir a otro lugar. Debía comenzar a salir más seguido. Pregunté – ¿Hoy Alexa nos acompaña? – ya que era la única con la que más me sentía a gusto porque entendía mi manera de ser, con el resto y todo a pesar de que ella no sabía.

- No. La llamamos y dijo que tendría una reunión con las divas – esto último dijo imitando la voz de Amber, la mano derecha de Lana.

- Ah. Ok – dije apenada – Bueno. Estaré lista en unos minutos – dije mientras me levantaba del sofá  con mi manta en la mano, en el que me encontraron tras usar mi llave en caso de alguna emergencia o sino les contestaba el móvil o tras varias tocadas sin respuesta mía alguna; estaba viendo películas y comiendo helado y me dirigí a mi habitación a alistarme.
***
Estábamos en camino a ver una película de estreno en el único cine que la transmitirían que quedaba a casi una hora de casa.

El señor del taxi dijo que no habría pasada por un pasacalle de San no sé qué, la verdad no le presté atención por pensar en la película. Le pedimos que nos dejara lo más cerca posible.

Nos bajamos del auto Sebastian, Sophie y yo camino al cine Almont luego de buscar un atajo en el localizador del celular de Sebastian.

Sophie era mi compañera del trabajo. Nos hicimos amigas por Sebas que gracias a él llegué allí ya que había una vacante libre y me pasó la voz.

Mientras caminábamos, Sebas dijo que Theo nos esperaría allá y que no había podido estar con nosotros antes porque debía hacer unos asuntos antes y de él había sido la idea de esta salida.

Caminamos entre algunas casas en un vecindario siempre cuidándonos las espaldas ya que se decía que a los alrededores del cine siempre ocurrían asaltos sin importar si era de día o de noche. 
Era el pan de cada día.

El aire te producía que la piel se te erizara. Tal vez era el clima, las casas que se veían algo abandonadas, la zona sin gente ya que todos estaban en el pasacalle por ser muy conocido, la hora ya que eran pasadas las 4pm o algo porque lo que se ponía la piel chinita hasta escalofríos. 

Parte del camino que nos mandaba el localizador era rodear algunas casas, en medio se encontraban unos matorrales de siembra bastante crecidos, daba mal espina pero todo sea por llegar rápido al cine ya que no conocíamos esa zona. Parecía ser un atajo pero antes nos cercioramos de que no entráramos en terreno privado ya que habían unos muros de cemento pero aún así a lo lejos se lograban ver personas caminando, estábamos bien, por lo asumimos que íbamos por buen camino.

Y ese fue nuestro más grande error.

No sabíamos cuánto realmente lo lamentaríamos.
 


 



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En el texto hay: crimen, asesinato, muerte.

Editado: 15.03.2021

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