No puedo odiarte.

Capítulo 30. Nice.

De una manera extraña, mi vida comenzó a cambiar para mejor a una velocidad increíble. Un día, después de la primera lección, la secretaria del rector me pidió que pasara por su oficina.

- ¡Que suerte tienes, Nice! Fuiste elegida como la mejor estudiante para unas prácticas especiales, - dijo la mujer, mientras caminábamos por el pasillo de la universidad.

- ¿Qué prácticas especiales? - No entendí. - ¿Qué hay de "Hunter and Son"?

- No sé, ahora te explicaran todo, - respondió y abrió la puerta de la oficina del rector.

Entré. Nuestro rector y un hombre desconocido de unos treinta y cinco años estaban sentados a la mesa.

- Aquí, Señorita Hanson, te presento a señor Briso. Él es nuestro ex alumno y ahora es director de una accesoria jurídica que trabaja para unas empresas muy importantes. - dijo el rector con una sonrisa, y el hombre me tendió la mano y se presentó.

- Encantada, - respondí.

- Necesitamos jóvenes profesionales con conocimientos de inglés. Su rector me la recomendó, señorita Hanson. - dijo el hombre. - Entiendo que aún le quedan seis meses para estudiar, por lo que ofrezco por ahora solo prácticas remuneradas, y cuando termine sus estudios, apruebe los exámenes finales y nos aseguremos de que usted es apta para nosotros, firmaremos un contrato de trabajo con usted.

- Muchas gracias por su confianza, pero ¿qué hay de "Hunter and Son"? - Pregunté, todavía sin creer en tal suerte.

- No te preocupes, ese asunto resolveré yo. – dijo rector.

- ¿Me van a pagar por mis practicas? ¿Que se supone que tengo que hacer?

- Si, son remuneradas. Claro está, que no va a cobrar mucho por ahora, pero le puedo asegurar quinientos dólares a la semana, más algunos incentivos. Al principio usted, tendrá que ayudar a nuestros abogados y cumplir con sus órdenes. Le van a enseñar y valoraran sus capacidades. – respondió Briso.  

— ¡Finalmente tú decides! – el rector enderezó sus elegantes gafas y me miró con severidad. — ¿Cuántas veces te han ofrecido un trabajo así, ¿eh?

Me encogí de hombros y sonreí disculpándome.

— ¿No cambiará de opinión? – Pregunto Briso.

- No.

- Entonces, la espero mañana, después de sus clases en nuestra oficina en esa dirección. – Dijo Briso y me tendió su tarjeta.

Salí de la oficina del rector, todavía sin creer en mi suerte. Esta oportunidad de prácticas resolvería todos mis problemas. Ahora no tuve que volver al hospital, no tuve que encontrarme con Castro, no tuve que ir con Eva a esa fiesta de aniversario de la revista y buscar posibles empleadores. No tuve que ir a otra ciudad para hacer una pasantía con “Hunter and Son", no había necesidad de separarme de Gor. Esto era lo más importante, porque ya no podía imaginarme sin él.

Estaba tan feliz y emocionada que inmediatamente llamé al hospital y renuncié mi trabajo. Cuál fue mi sorpresa, cuando me enteré que ese bastardo de Castro me despidió al día siguiente de lo sucedido. Aunque yo misma ni fui más al trabajo, una ira increíble se apoderó de mí, cuando escuché tal injusticia y ya pensé que en vano no lo había denunciado a la policía por un intento de violación, pero para qué era necesario recordar lo malo, empezar una investigación, responder a las preguntas incómodas, hacer las pruebas humillantes, reencontrarme con mi ofensor, cuando mi vida empezó a cambiar a mejor.

Por supuesto, entendía que era necesario castigar a Castro, para que no pudiera dañar a nadie más, pero no estaba lista para pasar por todo el procedimiento de investigación. A parte poco tiempo después me enteré, que él tuvo un accidente de coche. Al principio pensé, que era el castigo de Dios, luego sospeché, que Gor tenía que ver algo con este accidente, por eso no dije nada a nadie, inclusive Eva, para no perjudicar a mi amado.

Por cierto, mi amiga empezó a trabajar en la revista de su padre como reportera. No nos vimos unos días, porque no coincidimos en la universidad. Por eso cuando, por fin, la vi, conté la maravillosa noticia de mi nuevo trabajo, o sea prácticas.

- En principio, es una buena oportunidad para empezar una carrera, - dijo Eva. - Por supuesto, esto no es “Northinvest”, pero dado que trabajan para un holding tan importante, entonces tendrás la oportunidad de obtener los conocidos necesarios, para luego trasladarte a la oficina central.

- No quiero ninguna oficina central. Te imaginas, me van a pagar dos mil por las prácticas. ¿Cuánto me pagarán, si firmo el contrato? – exclamé alegremente.

- Nadie dice, que sea malo, pero siempre hay que luchar para llegar a las alturas, - concluyó filosóficamente Eva. - Vayamos a algún lugar hoy y celebremos tu nuevo trabajo.

- No, no puedo por la noche. Tal vez vendrá Gor. - Respondí disculpándome.

- ¿Vas a esperarlo todas las noches? ¿Quizás te está engañando? ¿Quizás incluso está casado?

- Eva, por favor, no empieces, - supliqué.

- Vale, no lo haré. Todavía es imposible convencerte de lo contrario. Estás enamorada de él hasta las trancas. - Eva suspiró y me ofreció. – Entonces, ven a nuestra casa el sábado. Mamá hará tus sushis favoritos.

- Perfecto. - Estuve de acuerdo.

- Pero intenta traer a tu "Príncipe" también. Tengo muchas ganas de verlo. – dijo Eva al final.

- Esta bien. Lo intentaré, - respondí.

Yo misma tenía muchas ganas de presentarles a dos personas tan importantes en mi vida, pero Gor se negó rotundamente a conocer mi amiga y su familia.

—Nice, sólo soy un don nadie.  Un hombre sin hogar, sin pasado, documentos y registro. Basta que tus vecinos se alejen de mí como de un leproso. No quiero que tu relación con tus seres queridos se deteriore por mi culpa. – objetaba él.

Ni mi persuasión, ni mis advertencias de que ahora mismo él no parecía a un vagabundo, porque tenía trabajo y que los padres de mi amiga son gente sencilla y buena. Nada funcionaban.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.