No puedo odiarte.

Capitulo 82. Berenice.

Toda la noche estaba sentada en el auto frente al teléfono, lista en cualquier momento ir a por mi hija.  No me dormía ni siquiera con pastillas para dormir, pero todavía tenía mucho miedo de quedarme dormida. Eva llamó varias veces y le decía con voz alegre que “la situación está bajo control”, y seguí esperando la única y más importante llamada.

Mi niña estaba en manos de un criminal, un infrahumano. Quizás en este mismo momento no pueda dormir por el miedo, por el hambre, por el dolor, por el pensamiento de que su madre la traicionó, la dejó sola...

Tan pronto como el rostro de mi hija apareció ante mi mirada interior, me apreté la cabeza con las manos y comencé a gemir suavemente. La tentación de adentrarme en mi dolor, ahogarme en el olvido y desconectarme de la realidad fue tan grande, que la lucha con ella me quitó las últimas fuerzas. Y necesitaba la fuerza, la claridad mental, la moderación férrea y mucha suerte.

Dos veces intenté llamar a Gor. Una vez incluso marqué su número, pero en el último momento cambié de opinión y colgué antes de que se escuchara el tono de llamada. Quizás, incluso lo más probable, me hubiera creído. Habría pensado en algo. Después de todo, él es fuerte, es un hombre. Al menos él podría simplemente abrazarme y me sentiría cien veces más tranquila. Pero el secuestrador me dijo que no se lo dijera a nadie, por eso no podía arriesgar la vida de mi hija. Tenía que volverme fuerte yo misma.

El secuestrador no dijo una palabra sobre el rescate, pero es comprensible. Necesita dinero, los codiciados papeles verdes. Por la mañana me llamará y dirá el importe. ¡Maldita sea, no tengo el dinero suficiente! De lo contrario, habrá que vender acciones, y esto llevará tiempo. ¿Le vendrá bien esperar? ¿Erica sobrevivirá?

El móvil sonó exactamente a las siete de la mañana. A pesar de que había estado esperando esta llamada toda la noche, me estremecí de sorpresa. El número de nuevo era desconocido. Pero sólo podría ser el secuestrador.

- ¡Sí, le estoy escuchando! - Estaba temblando violentamente y tuve que sostener el teléfono con ambas manos.

- ¿Cómo has dormido? – preguntó la voz alegre.

- ¡Dime qué tengo que hacer! - supliqué.

- ¡Encomiable celo! -  escuché las risas en el receptor. - ¿Le has contado a alguien sobre nuestra conversación de ayer?

- ¡No! ¡por supuesto que no!

- Bien. Ahora escucha con atención... Ahora llamarás a su representante en “Northinvest” y le ordenarás que le redacte un poder para poseer tus acciones.

- Bien. Haré todo. - Respondí, dándome cuenta de lo que necesitaban. - Pero sin el permiso de la junta no puedo dárselos a nadie.

- Ya no es tu problema. Recogerá el poder y lo entregará a esta dirección.

Rápidamente anoté la dirección correcta y pregunté:

- ¿Puedo oír a mi hija?

- No. Ella está durmiendo.

- Por favor, tengo que asegurarme de que ella esté bien. - Supliqué, pero el extraño volvió a interrumpir la conversación.

De esta conversación me di cuenta de que necesitan mis acciones, pero hasta ahora solo me han pedido un poder para tener mis botos en la junta de accionistas, lo que significa que quieren cambiar los estatutos del holding y que el secuestrador está en esa junta.

Después de la conversación de ayer con Gor, estaba segura de que no era él. ¿Su madre? Sí. Podría jugar a cualquier juego sucio, pero ella sabe que Erika es su nieta. No puede lastimarla, incluso, si me odia.

¿Liam Storn? Él también podría estar involucrado en el secuestro. Quería venderme sus acciones para lastimar a Gor. Pero cambió de opinión acerca de vendérmelas. ¿Por qué? ¿Porque no habrá divorcio? Incluso durante el pánico, no los vendió, como sus amigos. ¿Alex? o esos dos accionistas con un solo boto? Para ser honesta, podría sospechar de todos. Incluso de Kovalsky, si estuviera en el país. Los policías me dijeron que él huyó al extranjero inmediatamente después de mi ataque y Rick seguía en coma.

No tuve más remedio que seguir las órdenes del secuestrador. Llamé a Lister y le pedí que me redactara un poder, mintiéndole que necesitaba volar urgentemente a Capri. Él se sorprendió un poco y preguntó:

- ¿En nombre de quién? ¿Para George Celan?

Lo pensé, esa persona no dijo nada, no dio un nombre.

- No, después escribiré el nombre yo misma. - Respondí. - Es urgente, Peter. También me gustaría ver el estatuto de holding.

- Está bien, estaré en la oficina en media hora y te preparo todo.

Ya acercándome al "Northinvest" mi teléfono volvió a sonar.

- ¡Mamá! ¿Vienes por mí pronto? - Escuché la voz de mi hija.

- Sí, mi amor, te recogeré muy pronto. - dije tragando lágrimas, tratando de no asustar a la niña con mis llantos. - ¿Estás bien?

- Sí. Margarita me… - mi hija no tuvo tiempo de terminar, le quitaron el teléfono y sonó una voz masculina. - Te aseguraste de que todo esté en orden con tu niña, ahora cumple nuestra condición, si quieres verla con vida.

- Sí, por supuesto, ya le pedí a Lister que redactara un poder, pero no dijiste en nombre de quién, - respondí.

- Al portador.

- Bien.

La idea de que la madre de Gor estaba detrás de este secuestro daba vueltas en mi cabeza. Erika la llamó por su nombre, así que está con ella. "¡Dios, ¿cómo es eso posible? ¡¿Qué se puede esperar de ella?! Esta bruja no ha perdonado a su propio hijo, y mucho menos a mi hija." Me sentí resentida a un deseo increíble de acudir a ella y exigirle devolverme mi hija, pero no estaba cien por ciento segura, así que fui a la oficina de Peter. Ya había terminado de preparar todos los documentos.

- Berenice, ¿qué pasó? ¿Por qué vas tan rápido a Capri? Además, podría seguir representándote aquí hasta que vendas las acciones. - preguntó.

No le respondí, porque estaba leyendo el documento que me entregó.

- Peter, ¿porque pone como propietario de las acciones el fondo y no yo? – pregunté cuando repasé el documento.




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