Nota de alguien especial V

Luca.

Mientras observaba a Liv yendo de aquí para allá, los recuerdos me invadieron. Las memorias tortuosas se apoderaron de mi mente. Todo lo que me había encargado de contener estos años, intentaba salir a la luz...

Exhalé profundo. Como hace mucho tiempo no pasaba, mi cuerpo levitaba y se hundía entre las sábanas. Exhausto, cerré los ojos y escuché mi propia respiración. Ya ni siquiera oía a Liv.

Mis extremidades no pesaban. Entré en una especie de sueño profundo y de difícil de salida. Parpadeé, pero ya ni siquiera distinguía donde estaba. Las manos me sudaban, mi alrededor se volvió oscuro, frio y húmedo. Entonces mi compañero habitual llegó.

Puedo sentirte, miedo. Siempre cerca. Latente, ciego e insano. ¿Cuándo me dejará vivir en paz?

La herida es punzante, sangrante y constante. Aunque intente calmarme, no se va.

Y en momentos como ese, donde perdía el control de mí mismo y entraba a mi interior, ahí estaba ella... el recuerdo vivo de su rostro. Sentí sus brazos, envolviéndome en ese último abrazo. Me removí, intentando que el recuerdo no me asechara.

No puedo fallarte, pero tampoco quisiera fallarle a ella... ¡Dios! ¡Ya no aguanto más! Hasta que no expulse esto, hasta que no vomite lo que siento, todo seguirá igual. Nada podrá sanar.

En una de mis luchas, mi cuerpo respondió. A duras penas vi a Liv, temblando a mi lado. Las gotas de agua caían de su pelo castaño y se abrían camino por su delicada piel. Observé los lunares en su hombro. Se veía tan suave, tan delicada. Odiaba ver el miedo en sus ojos. Odiaba esa inseguridad.

Si tan solo te vieras a través de mis ojos, Liv.

¿Cómo elegir entre lo que debo y quiero?

¿Cómo soportar sí le pasará algo por mi culpa?

¿Cómo decirle mi verdad?

—Con seguridad, hobbit —murmuré. Me costó horrores hacer que el cuerpo me obedeciera, pero la intensidad con la que sus ojos cafés me observaron, hacía que la sonrisa me saliera sin dificultad—. Confío en ti...

¿Cómo no confiar en la única persona que me hace sentir vivo? No tengas miedo, Liv. No contengas esa parte tuya que yo conocí, esa valiente y pequeña Liv. Olivia, con todos sus defectos y virtudes. Con su torpeza, su transparencia, su ingenuidad... Sí alguien como ella siente algo por mí, ¿qué tan malo puedo ser en realidad?