No Te Creas Importante

CAPÍTULO V

Al abrir la puerta de mi apartamento, una sensación extraña me invadió. Era un sentimiento familiar, como cuando te sumerges en el agua fría, esperando un alivio pero encontrando un sobresalto. Dejé las llaves en la mesa de entrada y vi mi celular en la cocina, vibrando. Era un mensaje de Miriam, mi amiga del trabajo. Me tensé al leer las primeras palabras:

“Hanako, ¿qué está pasando entre tú y Hiroto? Acabo de escuchar un rumor en la oficina... dicen que le quitaste el novio a Erika...”

El aire se volvió espeso en el momento en que leí esas palabras. Mi corazón latía más rápido, el pulso acelerado. Aunque había sospechado que algo así podía circular, no estaba preparada para verlo escrito en mi pantalla. ¿De verdad creían eso? ¿De verdad Miriam pensaba que podía haber algo de cierto en esos rumores?

Me senté en el borde del sillón, con la cabeza entre las manos. El silencio de la casa me abrazaba, pero no me daba consuelo. En mis pensamientos, todo se mezclaba: Hiroto, las caricias furtivas, las miradas que compartíamos a escondidas, la culpa que nunca dejaba de acecharme. Pero también William, el compromiso, los años compartidos. A veces, deseaba que todo fuera más simple.

Mi dedo se posó sobre las teclas del teléfono, indecisa. ¿Debía decirle la verdad a Miriam? ¿Debía defenderme o simplemente negar todo? Sin embargo, las palabras no salían. Todo lo que podía pensar era en lo que significaba esa acusación.

Respiré hondo y escribí finalmente, sin saber si mi respuesta sería suficiente:

“Miriam, eso no es lo que piensas. No le he quitado el novio a nadie. No sé de dónde sacaron eso, pero no es cierto.”

Me quedé mirando la pantalla, esperando que mi respuesta fuera suficiente para calmar su curiosidad, pero también sabiendo que había algo mucho más profundo en juego. ¿Qué diría ella ahora? ¿Qué pensaría realmente?

Mientras esperaba el mensaje de Miriam, mi mente no dejaba de dar vueltas. Cada pensamiento me arrastraba más hacia un torbellino de inseguridad y dudas. ¿Realmente Hiroto sentía lo mismo por mí o solo era una distracción temporal para él? La pregunta persistía, pero lo que más me dolía era la certeza de que tal vez nunca podría saberlo.

Mi teléfono vibró, cortando el hilo de mis pensamientos. Miriam había respondido. Me apresuré a abrir el mensaje, esperando que ella me diera algo de tranquilidad, pero cuando leí sus palabras, una sensación fría me recorrió la espalda.

"Hanako, en serio, no te preocupes. Yo sé que no es como dicen los rumores, pero... la gente está hablando mucho. Dicen que Erika y Hiroto estaban juntos desde de que él comenzo a trabajar con nosotros, y ahora todo el mundo está diciendo que tú... que tú se lo quitaste. Incluso dicen que después de la fiesta que Erika organizó, ellos formalizaron su relación e incluso fueron más allá de la base. Fue hace semanas ¿te acuerdas? Como si él estuviera entre las dos... Es raro, amiga."

Leí el mensaje varias veces, procesando cada palabra. Al principio, intenté ignorar la punzada que sentí al leer esas líneas. Pero luego, como un eco que se repite en mi mente, una verdad se fue colando en mis pensamientos: yo era la segunda opción.

Nunca había considerado esa posibilidad. Siempre pensé que lo que había entre Hiroto y yo era algo especial, pero leer esas palabras de Miriam me hizo ver que tal vez solo había sido una sustituta. Un puente entre algo que ya no existía, una distracción para Hiroto mientras él decidía qué hacer con su relación con Erika.

El hecho de que me hubiera escrito aquel día, sabiendo que Erika lo había tenido cerca, y que la fiesta había sido el escenario donde todo cambió… me hizo sentir aún más pequeña. Si de verdad estaba interesado en mí, ¿por qué no lo había dejado claro antes? Si tan solo era una opción más, un descanso de su relación con ella, ¿qué había sido todo lo que compartimos?

El dolor era como una punzada constante en el pecho. Ahora entendía por qué las cosas parecían tan distantes entre nosotros. Tal vez había sido solo un momento, algo pasajero para él. Algo conveniente, porque vivía cerca, porque yo era la opción fácil. Un suspiro se escapó de mis labios al pensar en la imagen de él y Erika juntos, cómo habían compartido algo tan importante, mientras yo, quizás, solo había sido una sombra en su vida.

Le había escrito a Hiroto que viniera a casa, nunca le dije el por qué, simplemente lo había hecho sonar como lo cotidiano, que lo extrañaba y necesitaba. Después de unas horas la puerta de mi apartamento se abrió con un leve crujido y, al verlo entrar, mi estómago se tensó. Hiroto, tan tranquilo, como siempre, pero algo en su presencia esta vez no me calmaba, sino que amplificaba esa sensación de vacío que se había instalado en mi pecho. No le dije nada, sólo lo invité a pasar como si todo estuviera bien, como si mi corazón no estuviera a punto de estallar por dentro. Lo vi acomodarse en el sofá, sin sospechar la tormenta que se avecinaba.

Lo miré durante un largo minuto, respirando profundamente, intentando controlar lo que ya se me salía de las manos. Entonces, finalmente, no pude más. El enojo me consumió, y las palabras que había estado guardando, aquellas que no quería decir, se escaparon sin freno.

-¿Cómo pudiste, Hiroto?—Mi voz salió rasposa, quebrada, llena de dolor.

-¿Cómo pudiste hacerme esto? Todo lo que compartimos, todo lo que creí... ¿Y ahora esto?

Él me miró con una expresión de incomodidad, como si no comprendiera de inmediato lo que pasaba. Pero yo no podía callar más. Mi corazón latía con fuerza, y las lágrimas, aunque querían salir, estaban atascadas en algún lugar profundo de mi pecho. Sentía una angustia tan densa que no sabía cómo gestionarla.

-Me dijiste tantas cosas, Hiroto... ¡Tantas promesas, tantas caricias!...—Comencé a gritar, mi voz llena de furia,

-¿Y ahora me dices que todo fue una mentira? ¿Que yo fui sólo una opción? ¿Que todo lo que sentí por ti fue en vano?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.