No te metas con Zoé

Cap. 2 - "Cabello Rojo"

Salgo de la piscina ignorando las miradas de sorpresa y otras de celos por parte de las chicas. Algunos murmullan, pero no logro escucharlos bien debido a la furia que me embriaga.

El vestido es ceñido, pero debiado al agua lo tengo aún más pegado a mi cuerpo, llamando la atención de los chicos.

Entro a la casa e intento buscar ya sea a Cassie o a Bianca, pero hay tantas personas que no logro vislumbrarlas fácilmente. Genial, cuando las necesito no están.

—¡Zoé! —el grito de Adam me paraliza.

Camina hacia mí con la intención de acercarse, al ver que no puede acercarse con facilidad a mi posición debido a las personas, decido salir de allí. Quiero irme a casa, y empezar a planear algún tipo de venganza contra Derek.

—¡Esperame Zoé! —grita agobiado —¡No te olvides de mi!

Lo sigo ignorando, maldigo interiormente, eso es lo malo de una enorme casa como esta, y a eso agreguemosle las personas que intervienen en camino.

Luego de algunos empujones, que algunos me mañosearan y gritarles groserías por tocarme, salgo al exterior y un fuerte viento me hace temblar de frío.

Rodeo mi cuerpo con mis brazos tratando de aminorar la baja temperatura que estoy sufriendo. No llevo ni una maldita hora en la fiesta y mi atuendo se echó a perder, tanto tiempo tratando la manera de verme más femenina, ¿y para qué? Para que ese idiota decidiera arruinarlo. Ni siquiera pude disfrutar la fiesta.

A grandes pasos camino hacia el vehículo estacionado de Adam, pero la poca luz del parque improvisado, hace que no pueda identificarlo tan fácil, mis dientes empiezan a castañear por el frío.

Mi enojo vuelve a aumentar, la música sigue en su comoleto esplendor, como si lo que pasó hace menos de cinco minutos no hubiese sido nada. Estoy tan concentrada en mis pensamientos que no me percate cuando la fiesta continuó.

Este día no terminó de la mejor manera, y sabía muy bien con quién rematar esta furia que crece dentro de mí, una sonrisa brota de mis labios, pero no es cualquier sonrisa, sino una que sé le hará pagar por haberme humillado de tal forma.

《Pero, tú empezaste》.

Mi conciencia se hace presente. Sí lo admito, ¡yo lo provoque! ¡¿Algún problema?!

Es por esa actitud que tenemos que no conseguimos novio》.

No tengo, por que simple y sencillamente no quiero ni necesito.

—Zoé, dime ¿qué te pasó? —jadea Adam llegando a mi posición.

Suspiro al salir de mi propia pelea mental, doy media vuelta y me encuentro con la mirada expectante de Adam, quien me observa, sin ningún descaro, de pies a cabeza.

—Nada —trato de sonreír, pero fracaso en el intento.

Adam se percato de mi falsa actitud.

—No te creo, sino explicate porque estas mojada y con esa mirada asesina —se cruza de brazos, resaltando la musculatura que posee.

Al ver que no contesto suspira con frustración, para luego cubrir mi cuerpo con su chaqueta.

Ese tipo de caballerosidad hacia mí me tomo por sorpresa, en el tiempo que llevamos siendo amigos jamás había tenido ese detalle conmigo, intento ocultar el rubor que se asoma en mi rostro.

—La culpa fue del imbécil de Derek Black.

Intenta decir algo, pero estúpidamente cierra la boca al no encontrar las palabras adecuadas para describir su sopresa.

—No entiendo por qué estás sorprendido, todos se dieron cuenta de lo que pasaba.

—Lo siento, estaba con una chica y solo pude verte empapada y saliendo de la fiesta —se acomoda el cabello algo apenado —, por eso te seguí.

He de suponer que estaba muy enrollado para no percatarse de lo que sucedía a su alrededor

—Por cierto Adam, ¿sabes donde están Cassie y Bianca? —le pregunto para apaciguar el ambiente.

—Bueno, ya conoces a Cassie, debe de andar por allí ligando.

Esto último lo dijo con toque de tristeza, los celos vuelven a aparecer, muy amiga mía puede ser, pero lo que le está haciendo a Adam me enfurece.

—¡Zoé!

Volteo a ver junto con Adam, Bianca se acerca trotando hacia nosotros, la observó detenidamente, su labial desapareció y su cabello está más esponjado de lo normal.

—Al parecer te la pasaste mejor que yo— digo moviendo mis cejas divertida, ella se sonroja, asemejándose a un tomate.

—Y-yo. Bu-ueno, este...

Adam y yo no resistimos y empezamos a reírnos como focas con retrasadas, Bianca agacha la cabeza, esta muy avergonzada.

—Oye. Tranquila. Ya era hora que te ligaras a un chico, es muy normal —le digo recobrando el aliento.

—Si, además ya lo necesitabas —admite Adam con diversión.

—Ya cállate — dice Bianca empujándolo con una sonrisa.

—Chicos entremos al auto, me voy a resfriar si sigo aquí afuera —admito volviendo a temblar por el frío.

Adam asiente con la cabeza, le quita el seguro al auto y entramos Bianca y yo, él rodea el auto y entra, cierra la puerta con fuerza.

No puede disimular el enojo que siente. Además, hace unos segundo se estaba riendo, bipolar.

—¿Qué te ocurre? —cuestionó notablemente preocupada.

Él por el contrario, ignora mi pregunta, está sumergido en sus pensamientos, dudando si responder o simplemente quedarse en silencio.

Veo de reojo a Bianca y ella asiente con la cabeza, eso me da a entender que algo le pasó con Cassie.

—Adam...

—¿Sabes? —me interrumpe —Estoy harto de esta mierda. Puede que parezca un idiota detrás de Cassie, pero en verdad la quiero...

—No es justo lo que te hace Adam —admito —, es mi amiga, pero no por eso dejare que te humille como un idiota.

Guarda silencio y respira profundamente, tratando de recomponerse, como dije antes, puede que Cassie sea una de mis mejores amigas, pero no siento que sea correcto jugar con Adam de esa manera, mucho menos por que sabe muy bien mis sentimientos hacía él.

A pesar de eso no pienso terminar con nuestra amistad, mucho menos dejaré de hablarle, sería una actitud muy inmadura de mi parte. Tal vez con el tiempo ella sepa que todo acto que hace tiene consecuencias.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.