Cap III - Mentira

Me acerqué a ver qué pasaba, me di cuenta de que Thiago no era el único nuevo que se había incorporado al grupo. Chloe. Chloe vino y se sentó en mi lugar al lado de Diana. Ella está intentando hacer que Chloe se levantará y por eso discutieron. Intervine.

-Hey, hey, hey. ¿Que pasa? ¿A qué tanto alboroto?

-Nada -dijo Chloe- solo que el tomate con patas dice que este es tu sitio y está obligando a levantarme e irme a otro asiento.

-Sí, y no es malo eso, además, no me llames tomate con patas. No soy ningún tomate.           -protestó Diana.

Debo de admitir que os lo parecía, llevaba todo rojo, bueno, el día anterior se puso todo el outfit rojo, junto con el pelo. Pero igualmente eso no es excusa para llamarle tomate.

-Ashley, dile que no soy un tomate.

-Es verdad Chloe, Diana no es ningún tomate. Además, es muy triste atacar el físico de la gente. Eso quiere decir que estás perdiendo la disputa y te has quedado sin argumentos.         -aclaré.

Diana río.

-Tu cállate, rubia de bote -se levantó y se acercó a mí- tu no sabes con quién te metes. Yo por las buenas soy muy buena, pero por las malas....- me amenazó.

Ya, ya estaba harta así que me puse seria.

-Mira niñata maleducada, no me llegas ni a la suela del zapato. ¿Que me vas a hacer tu a mi eh? Y yo no soy rubia de bote, no como otras, por cierto, se te ve en la raíz que no eres rubia, sigue con tu castaño asqueroso y sigue soñando con ser alguien como yo, o como Diana. Alguien a que la gente quiera. Por qué te aseguro que a ti no te quiere nadie.

Le temblaba el labio inferior, se podría decir que estaba a punto de llorar. Me empujó y salió por la puerta a la vez que Zack entraba.

-¿Que ha pasado? ¿Por qué está llorando?          -preguntó.

Jonh estaba ahí y lo había visto y escuchado todo.

-Chaval, tu novia es irritante, pensé que después de lo que pasó el año pasado la habrías echado de tu vida, como hemos intentado hacer todos. Y no hay más que hablar. -dijo Jonh, que se fue a su lugar y se sentó, son decir ni una palabra más.

-¿No entiendo de que habláis? ¿Que ha hecho ahora? -miró a Diana. -¿Que ha pasado?

-Chloe, ha venido y se ha sentado en el sitio de Ash, seguramente para molestar, luego se ha metido con mi forma de vestir y me ha llamado tomate, Ash me defiendió y le dijo... -la interrumpí, quería contarle yo lo que le dije.

-Me amenazó -cruze los brazos-, me amenazó y le dije unas cuantas cosas, entre ellas que nadie la quiere y se ha ido llorando. 

»Deberias ir con ella, a ver si se le ha corrido el tinte rubio. -dije vacilante.

-¡Que estúpidas sois, de verdad! -dijo, enfadado.

-¿Perdona? ¿Nosotras? ¡Ella empezó y nosotras nos defendimos, tal vez la estúpida es ella, o incluso TÚ!

Toda la clase calló. Estaban todos pendientes de nosotros.

-Y luego soy yo la mala. -salí de la sala y me fui al baño.

Cuando entré me moje la cara con agua.  M levanté las mangas e hice lo que deje de hacer hace una semana, pensando que todo cambiaría, cogí una navaja que llevaba en el bolsillo y empecé a hacerme cortes en el antebrazo. Escuche un llanto que venía de dentro de uno de los baños y fui a ver. Era Martha.

-¿Que pasa? -parecía tener miedo, se alejaba de mi poco a poco y decidí que era mejor no acercarse.

-¡Déjame! ¡No quiero que me hables más! ¡Aléjate de mi! -dijo llorando.

-Vale, vale, no te preocupes, pero por favor, deja de llorar y vamos a clase, la profesora nos espera.

Volví y, unos metros detrás de mi, me seguía Martha. Me senté en mi sitio y me di cuenta de que todos me miraban y Chloe estaba sentada al final de la sala.

Cuando acabó la clase me acerqué a Diana, siempre me hablaba durante la clase pero esa vez no.

-Oye, ¿Porque están todos tan raros conmigo? ¿Que ha pasado después de que me fuera?

-No es asunto mío, por favor, aléjate de mi. -me respondió con un nudo en la garganta.

Eso no era normal. Tenía que descubrir que pasaba, por qué nadie me hablaba y querían se me alejase. Fui al baño de nuevo, no quería que nadie me viera y allí era el único sitio seguro. Sentí que alguien me cogía del brazo y me giré. Era Jonh. Me llevó hasta el interior de cuarto de baño más espacioso y me miró a los ojos.

-¿Sabes porque nadie te habla? -me preguntó.

-No, pero quiero saber lo.

-La curiosidad mató al gato

-Pero murió sabiendo -respondí astutamente.

-Okey, te diré lo que pasó. Cuando te fuistes entró Chloe a la clase, con toda la ropa rasgada y cortes por todo el cuerpo, sangrando. "¡Ashley me ha hecho esto!" Dijo: "¡Me ha dicho que, o me alejaba de todos vosotros o me iba a enfrentar a las consecuencias, tenía a Martha entre las manos diciendo que, o me alejaba, o la mataría! Haciendo un gran esfuerzo conseguí liberarla y me cogió a mí de rehén, le dije a Martha que se fuera y me espero en la puerta, muy neviosa. Después de duros golpes por su parte le dije que podiamos ser amigas si ella quería, y me dijo que nunca sería amiga de alguien como yo" -Jonh hizo una breve pausa y dijo: