En medio de los campos frondosos
entre unos árboles y la nieve,
bajo las estrellas
y una cálida choza
junto con aquellos amigos míos
anhelamos como chicos buenos
la llegada de la Nochebuena.
Conmemoramos el nacimiento del Cristo
y cantamos villancicos navideños.
Esperamos con sosiego el compartir,
una taza caliente de chocolate
y una tajada de panetón artesanal.
Reunidos siempre todos en el pueblo
como buenos amigos que nos conocemos
contando anécdotas y riendo
sin necesidad de tronar cohetecillos
ni esperar por nada regalos superfluos.
Pero me siento feliz de ser parte
de la promesa que brilla en el cielo
y que cada día lo siento a través del viento...
L.V.F