Noches de silencio | Sh. S| Diabolik lovers

O1 | zafiro carmesí.

¿Alguna vez has sentido algo más allá del miedo, algo tenebroso o que te de escalofrío perdiéndote de la completa realidad? Yo sí...

 

Capitulo Uno

 

–Destiny.

 

Escuchaba voces, esas mismas voces…

 

–¡Ah! –reacciono mientras observaba la realidad, aquel sombrío y oscuro lugar no me dejaba despertar completamente y mirar quién me hablaba, pero no, por más que observara aquel sombrío ambiente, no había nadie.

 

–Despierta.

 

Una mano cubierta por un guante negro se extendía hacia mí, no lograba ver su apariencia oculta entre sombras, esta vez nadie hablaba, pero, esta vez escuchaba miles de voces en mi cabeza susurrado y me agaché, aturdida por los chirriantes sonidos, todo al a mi alrededor comenzaba a dar vueltas con pétalos blancos volando cerca, pero, la mano aún seguía tendida hacia mí.

 

Quería desaparecer, salir de esta pesadilla negra e insensible que estaba presenciando, “¡que se detenga todo esto!” fue lo último que pensé, así que no tuve más opción, aunque, podría ser un peligro el que sostenga aquella mano, pues podría morir o al menos algo parecido… acaso ¿¡estoy muerta!?

 

Asustada, tomé aquella mano con mucha adrenalina corriendo a través de mi cuerpo, y las voces se aclararon, pero en ese momento…

 

Desperté.

 

–Destiny-san, por fin despiertas… –una voz muy familiar resuena en mis oídos, abro mis ojos completamente y veo a un niño abrazando a su oso de felpa mientras este sonríe mirando por lo bajo aquel objeto inerte.

 

–Kanato-kun… qué sorpresa. –digo mirando al joven de orbes lila con más claridad.

 

–Levántate y ve a hacerme el té.

 

–¿Eh? –reacciono confundida, aunque era de esperarse de él, yo podía ser muy tonta a veces y olvidaba lo que ellos quieren. –Kanato-kun tengo que cambiarme.

 

–¿Acaso no te ordené algo..? –susurra acercándose hacia mí con una sádica sonrisa, pero siguiendo mis instintos traté de alejarme moviéndome de la cama a rastras con mis manos atrás de mi espalda.

 

No otra vez… no otra vez… Pienso asustada.

 

Kanato Sakamaki, sabe a qué le temo, lo usa en mi contra para divertirse, sabe lo que soy y es por eso que no me usa como su muñeca, aunque lo diga. No temo el ver correr mi sangre, pero, temo muchas cosas de lo que hacen ¿por qué? ¿por qué tanta necesidad de saciar su placer y sadismo?

 

Al escuchar un estruendo, el de hebras violeta comienza reírse muy fuerte, entonces es cuando me doy cuenta que caí de la cama, mi expresión sorprendida con mi corazón latiendo muy fuerte no me dejaba reaccionar, de verdad, estaba muy fuera de órbita y por más que quisiera, no me acostumbraba a estas cosas.

 

–Vaya, sí que eres estúpida Destiny-chan. –dice levantando su mano derecha y colocándola sobre su frente. –Pero ya… te voy a dar otra oportunidad. – suspira y saca de “teddy” un pequeño reloj de bolsillo. –Te daré diez minutos, así que ve, seré paciente contigo.

 

Tu paciencia me da escalofrío. Pensé.

 

Cuando me levanto y me doy cuenta otra vez, kanato ha desaparecido, miro tranquilamente la gran habitación analizando en mínimos detalles, las paredes estaban pintadas de un color plata brillante, mientras las cortinas teñidas de un rojo decorado de ornamentos con forma de picas doradas, a la esquina derecha observaba una mesa de noche con cosas femeninas. Con mis ojos aun cansados por haber despertado recién, me froto el parpado derecho, bufo e inflo mis cachetes mientras llego al vestidor para cambiar mi piyama, abro el armario de madera blanco y veo unas pocas prendas de vestir.




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