Noches de silencio | Sh. S| Diabolik lovers

O2 | Sombras de un ser inesperado.

Los problemas cada vez aumentan y el rey aún no ha reclamado a su princesa, pero…

 

Capitulo dos

 

Mis ojos contemplaban aquellas palabras impresas entre los libros llenos de polvo que decoraban la biblioteca abandonada que había en la mansión, mientras jugaba con el plumero pasándolo por las estanterías con telarañas decorándole, unos chirridos fuertes se escuchaban entre las ventanas y el clima estaba tempestuoso, (como siempre últimamente) además, pronto se acercaba el otoño y vendría entonces la llegada del invierno, caminé por el estrecho pasillo hasta lograr tropezar con un busto grande y pesado.

 

—Shu-san —observé sentándome de rodillas.

 

Su cuerpo yacía tirado entre la biblioteca como si se hubiese desmayado, con su reproductor de música estuvo recostado (por lo notorio un cierto tiempo indefinido de mi parte) entre el estante de libros, su cabello rubio estaba alborotado conjunto a sus ropas mal acomodadas, después de examinarlo por unos instantes, opté por levantarme tomando el plumero para limpiarlos libros de su izquierda, pero de mis labios repentinamente salieron palabras que al parecer tenían intención propia de entablar una conversación con el mayor.

 

—Shu-san… ¿Qué estás haciendo aquí? Me refiero, ¿por qué estás aquí? ¿acaso no tenías que estar afuera con tus hermanos… en la cena familiar? —cuestiono algo confundida.

 

Hoy o mañana vendría una visita especial, según lo que había dicho el segundo de los hermanos, no sabía ni pude enterarme siquiera por medio de los susurros de las sirvientas, porque ellas tampoco estaban enteradas, de hecho, sólo mencionaban el que esa persona era alguien importante.

 

—Qué pereza... —suspira— ¿quién eres para darme ordenes acerca de donde debo estar?

 

—¿Eh? —pestañeo dos veces rascando mi mejilla —­­­­­­­­­No es eso, sólo preguntaba, yo sólo quería…

 

—¿Tenerme sólo para ti aquí solos? Vaya, que mujer tan ambiciosa. —dijo soltando una pequeña risa carismática con una mueca sonriente de satisfacción.

 

—No, ¡no! —mis mejillas se tiñeron de rojo mientras negaba rápidamente un poco molesta. Luego de un momento incómodo para mí, un silencio duró entre nosotros como si el mundo estuviese despejado de nuestros pies.

 

¿Siempre eres así?

 

Shu-san y yo no llevábamos una relación tan estrecha, nunca le hablaba tan seguido a menos que me diera una orden (cuestión que mayormente veía venir del segundo hermano Sakamaki), siempre que lo miraba en donde no debía estar, algo tramaba.

 

—Destiny ¿podrías venir un momento? —ordenó Reiji quién acaba de aparecer interrumpiendo el silencio.

 

 

—S-sí. —asentí lo más rápido que pude para marcharme.

 

—Tsk… vago —susurro en un tono audible haciendo una mueca de molestia al ver a su hermano tirado en el suelo dormitando.

 

—Con permiso, Shu- san. —me aparté de él para tomar camino directo a la biblioteca.

 

Me sentía insegura con Reiji- san ¿qué habré hecho mal? No había nada que se moviera a un ritmo normal, los sirvientes comenzaban arreglar las decoraciones que irían tanto para la cena como para la recepción de invitados, mañana sería un evento muy importante entre la aristocrática familia Sakamaki, debía ponerme al corriente con mis labores antes de recibir otro de mis regaños.

 

—Reiji-san —toqueteo tres veces la puerta de madera para esperar una respuesta.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.