Noctium Sidus

PRÓLOGO

Eran el orgullo del creado. Entre ellos se encontraba la mano derecha de aquel que había creado la vida y todo el universo.

La fama les presidía. Se les consideraba los mejores, pero lo que no sabían era que el orgullo y la sed de poder podía llegar a destruirlos.

Azrael solo era un ángel menor cuando entró en el conocido como, Grupo de los Grandes. A pesar de ser un rango muy inferior a ellos, tenía unas grandes cualidades que no pasaron desapercibidas y captaron el interés de todos aquellos ángeles poderosos que vieron en él un potencial digno de un gran guerrero.

Fue uno de los primeros en presenciar lo que esa sed de poder podía llegar hacer. Aún podía recordar las palabras de aquel al que se le consideraba ejemplo de belleza y sabiduría, el portador de la luz, la estrella de la mañana:

“Escalaré los cielos; elevaré mi trono por encima de las estrellas de Dios; me sentaré en el monte de la divina asamblea, en el confín del septentrión escalaré las cimas de las nubes y seré semejante al Altísimo.”

Aquellas palabras no tardaron en calar en el interior de muchos en el grupo como una llama. La soberbia fue lo que caracterizó todo el proceso de rebeldía. Pretendían asemejarse a Dios y precisamente fue eso lo que los llevó a su propio fin.

Se rebelaron contra Dios, y el lucero del alba, la estrella matutina del reino se precipitó hacia la tierra arrastrando consigo a su ejército de ángeles rebeldes. Más tarde se le conocería como Lucifer, un ángel caído, que fue condenado a vagar por la tierra sin perdón.

 

Mientras tanto, en el reino de los ángeles, solo uno de ellos, el menor de todos fue perdonado. No se le consideró cómplice, pues no estaba entre el ejército. A pesar de su propio orgullo, ahora herido, había algo en la soberbia de sus superiores que no acababa de comprender. Él no ansiaba el poder, pero a pesar de ello, muchos otros se alejaron de él, no querían tener nada que ver con alguien que había sido parte de un grupo condenado.

Acabó quedándose solo. Su orgullo y su propio poder lo mantenía, y fue eso mismo lo que le procuró su ascensión.



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En el texto hay: juvenil, romance, magia

Editado: 17.01.2020

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