Noel

"Sonríe hasta que duela"

Ya han pasado dos días de clases apenas y la verdad pensaba que sería más emocionante, pero, veo que no. 
¿Tan entusiasmado para esto? Estoy perdiendo el tiempo aquí. Prefiero estar en casa dibujando o jugando. —Suspiré mientras sostuve mi cabeza con la mesa evitando quedar dormido. 
Lo bueno y la verdad es que no tengo idea de cómo sucedió, es que, me hice amigo de Gabriel y ahora nos vamos caminando a casa ya que él vive en la misma cuadra. 

—¡Noel! Pon atención al pizarrón que después quedarás atrasado. 
—Sí, profesora. Lo siento, profesora. 

Este colegio no es como el otro, aquí me retan si dibujo en la mesa. Bueno, en el otro colegio igual, pero menos. 

—Oye, Noel. Ya vamos a salir a recreo. ¿Acompañame al quiosco? —Dice Gabriel, con cara de hambre. 
—Sí. Vamos. 

Me encanta mi primer recreo, todos con frio y sueño. Todos juntos hablando tonterías, sin excluir a los niños con mente de alcantarilla, hablando de sexo y cosas. Apenas tengo ocho años, aún no me interesan esas cosas. 

—Noel, te traje un chocolate ¿Noel? ¡Noel! (Oscuridad)

Y esto es lo último que recuerdo. O sea, también recuerdo su cara totalmente pálida. Me tiene algo asustado, no sé qué paso. Quizá me llegó un pelotazo y me desmayé o algo por el estilo. 
Me asusta ver todo blanco, esta habitación blanca, ¿Cómo llegué aquí? 

—Enfermera, venga rápido por favor. 
—¿Quién es usted? —Pregunto aterrado— ¿Ya me morí? 
—Enfermera, hágale un diagnóstico, rápido.   

Estaba re muerto de miedo. Quería puro correr, quizá si le lanzo algo pueda huir.  

—Hijo ¿Recuerdas cuál es tu nombre? 
—¿Qué importa? ¡Ya estoy muerto!

No sé cómo me dio el coraje para lanzarle la bacinica y salir huyendo de esa habitación. Estoy que me cago del miedo. 
Estuve corriendo unos buenos minutos por un pasillo largo, totalmente blanco y lleno de puertas. 
Había mucha gente con batas. 
Y estaba a unos pocos metros de llegar a la puerta, corriendo casi desnudo y escucho un grito: —¡Noel! 
Me detuve, conocía esa voz. ¡Era mi mamá! ¡Cuánta felicidad! 

—¡Mami! —Le grité y corrí hacia ella. Pues ya soy todo un atleta, ¿Qué Husáin Volt? ¡Noel, forever! 
—Mi Noel, ¿Qué haces aquí en la puerta? y desnudo. 
—Es que, no sé qué hago aquí. Desperté y vi un tipo que dijo ser mi doctor. 
—Estamos en el hospital. 
—¿Y qué hago aquí? 
—Pues… Estabas en el colegio y te desmayaste. Caminemos y te sigo contando. Estabas con Gabriel y… 
—Y Gabriel ¿Cómo está? ¿Por qué no está aquí? 
—Pues, las buenas nuevas estaban por huir. Necesito que vuelvan a la habitación, debo hacer el diagnostico.  
—Lo siento, señor. 
 



#17715 en Fantasía
#3718 en Magia

En el texto hay: niños, colegio, magia

Editado: 06.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.