PRÓLOGO

El día empezaba a aclarar. Amanecía lentamente mostrándose así los primeros rayos de sol que se filtraban por la ventana de la habitación y de esa manera le daba a Eun Hae lo que ella definía como una imagen viviente perfecta de la cual nunca se cansaba de mirar. Aquella imagen donde podía ver a quien amaba descansar en paz, relajado y sin preocupaciones. Pero sabía que no podía seguir observándolo por más tiempo ya que la hora de levantarse se acercaba. Aquel día era importante y especial. Tan solo horas los separaba de la primera carrera del Campeonato Mundial Automovilístico al que participaría su novio Bo Gum. Un acontecimiento por el cual el joven dedicó años de su vida en preparación haciendo carreras tras carreras, en la ciudad de Seúl, para de esa manera clasificar. Esto hacía que Eun Hae se sintiera orgullosa de él. Feliz de que pudiera cumplir su sueño, ese que tuvo desde pequeño y el cual le confesó cuando se conocieron.
Eun Hae suspiró mientras sacudía ligeramente la cabeza al darse cuenta que sus pensamientos se dirigían a aquel día en que se conocieron. 
La luz que se filtraba por la ventana acariciaba la piel suave y algo pálida de Bo Gum. El silencio de la habitación le dejaba oír la respiración relajada de él y por eso se dio tan solo un minuto más para apreciarlo antes de despertarlo, ya que por delante tenían un día que nadie olvidaría por el resto de sus vidas.
Horas antes cuando Eun Hae despertó repentinamente en medio de la madrugada, a causa de una pesadilla, lo primero que hizo fue rezar. Rezar en silencio mientras el corazón le latía descontrolado. Estaba recostada en la cama envuelta en la oscuridad que ofrecía el cielo donde el sol aún se ocultaba y rezó por Bo Gum, aquel hombre que yacía dormido a su lado. Rezó con todas sus fuerzas para calmar el miedo que sentía en lo profundo de su alma. Miedo a perderlo para siempre pero confiaba en que nada malo sucedería. Solo deseaba poder eliminar aquellos pensamientos.
Tomó aire profundamente para calmar su mente y así empezar a despertar a Bo Gum.

─Despierta bella durmiente ─le susurró al oído luego de repartir besos por gran parte del rostro de él.

─Mmm… ─ronroneó No Gum sin querer moverse.

─Ya es hora de levantarse.

─Un segundo más ─dijo adormilado atrayendo el cuerpo de Eun Hae más cerca de él para abrazarla y poder esconder su rostro en el cuello de ella.

Eun Hae no pudo evitar reír al sentir su respiración haciéndole cosquillas.

─Basta ─trató de zafarse del agarre mientras carcajadas invadían la habitación─. Ya, Bo Gum .

Las risas de él se unieron mientras ella sin poder darse por vencida continuó intentando zafarse de su abrazo pero era completamente difícil.

─Deja de moverte que no puedo dormir.

─Tú deja de hacerme cosquillas tonto.

─¿Tonto?, con que así empezamos el día.

Sin previo aviso él le dio un suave empujón de manera que la espalda de Eun Hae quedó sobre el colchón y su cálido cuerpo encima de ella, acción que la dejaba sin escapatoria. La intensa mirada de No Gum no la perdía de vista mientras inmovilizaba su cuerpo.

─Buenos días princesa ─dijo con voz ronca ofreciéndole a su vez una sonrisa de esas que guardaba solo para ella.

─Buenos días ─respondió Eun Hae sin aliento de tanto reírse y forcejear a la vez.

─Te ves hermosa.

─Esa es la mentira más grande que salió de tu boca.

─Yo nunca miento cariño.

─Mmm… ─frunció los labios mientras levantaba una ceja.

─¿Dudas de mi? ─entrecerró los ojos fingiendo ofensa─. Para mí eres hermosa aunque estés despeinada, tengas la marca de la almohada aún en el rostro y saliva a un lado de tu boca.

El comentario la hizo llevar una mano a la mejilla y la otra a la boca para comprobar si lo que decía era cierto pero las carcajadas de Bo Gum al ver la reacción confirmó que solo estaba bromeando.

─Eres un idiota  ─se quejó Eun Hae golpeándole un hombro.

─Pero aún así me amas.

─No lo sé.

─Claro que me amas  ─continuó él tomándole las muñecas con una mano y colocándolas por encima de la cabeza de ella.

─Ni lo sueñes  ─lo amenazó al sentir su otra mano meterse dentro de la camiseta desde la cintura─. Ni siquiera esa sonrisa me convencerá, sabes que hoy no podemos.

Solo esas palabras bastaron para que No Gum la soltara lentamente y se recostara a su lado mirando al techo. Ella sabía porque había cambiado el humor de esa manera. Estaba nervioso y lo entendía. La carrera que se acercaba no era cualquier carrera, aquella era la más importante, difícil y peligrosa de su vida.

─Es increíble saber que logré llegar al Campeonato Mundial  ─dijo Bo Gum rompiendo el silencio que de repente los había envuelto.

─Estás nervioso.

Ante esas palabras él volteó para mirarla, dio un largo suspiro y respondió.

─Si digo que no te estaría mintiendo  ─volviendo la mirada al techo para luego colocar un brazo sobre sus ojos dejando al descubierto solo su nariz y boca─. Estoy completamente nervioso.

─Oye  ─dijo suavemente Eun Hae colocándose de costado para poder observarlo y apartarle el brazo del rostro─. Mírame  ─le pidió─. Todo saldrá bien, tú eres un excelente piloto y tienes al mejor equipo a tu lado.

─Y te tengo a ti ─susurró mirándola con amor mientras le acariciaba la mejilla.

─Siempre me tendrás.

─Y si…

─¿Y si…qué? ─lo animó a seguir.

─¿Y si no gano después de tanto esfuerzo?

─No sería un problema. Lo verdaderamente importante es que llegaste hasta aquí y que hoy cumplirás tu sueño, ese de estar en una misma pista con los mejores pilotos del mundo. Si hoy no eres el ganador volverás a intentarlo después.

─¿Sabes qué?

─¿Qué? ─preguntó sonriendo al ver como se movía para colocarse nuevamente encima de ella.

─Nada importa si tú estás a mi lado.

─¿Ni siquiera ganar la carrera?

─Absolutamente nada. Te amo.

Y ella sonrió pero sin darse cuenta aquella sonrisa se desvaneció poco a poco.