Hoy fue uno de esos días en los que sientes que todo está en tu contra. El entrenador no paraba de gritar y mis piernas pesaban como plomo. A pesar de todo, me esforcé al máximo en cada ejercicio, pensando en ese partido del domingo. La clave es mantener la motivación, aunque a veces sea difícil. Recuerdo las palabras de mi padre: 'Los campeones se hacen en los entrenamientos, no en los partidos'. Así que hoy, más que nunca, di todo de mí. Terminé el entrenamiento exhausto, pero con la satisfacción de saber que di un paso más hacia mis sueños. No puedo esperar para ver los resultados en el campo. El esfuerzo siempre vale la pena.