Nova-19: Secretos De 1865

CAPITULO 16. LA ÚLTIMA HERENCIA

Frontera de Kirguistán – 07:12 a.m.

El aire era seco y frío cuando Yelena y Sophia Sunday descendieron del vehículo todo terreno. La frontera montañosa parecía desierta, pero los datos eran claros. Un laboratorio escondido entre rocas milenarias.

Sophia rompió el silencio.

—Tengo que decirte algo. Me llegó un informe filtrado… decía que tú habías trabajado con Pullman. Que estuviste a su lado en 2028.

Yelena la miró con dolor. No respondió de inmediato. Miró el horizonte y dijo:

—Hice lo que debía para acercarme a él. Me infiltré. Jamás trabajé para Pullman… pero sí caminé con su sombra.

Sophia se quedó en silencio, luego la abrazó.

—No me importa. Eres mi mejor amiga, Yel. Y confío en ti.

Montañas Tian Shan – 09:45 a.m.

En paralelo, Frederick, Teresa y el equipo del FBI llegaban al flanco norte de la cordillera. El dron térmico marcaba actividad bajo la montaña.

—No hay marcha atrás —dijo Teresa, cargando su rifle—. Si este laboratorio activa a Valentina o a cualquiera más… no habrá segunda oportunidad.

Comenzaron el descenso por una grieta natural, mientras el radar biológico se disparaba.

Frontera Kirguistán – Subnivel del Laboratorio

Las compuertas se abrieron con un crujido metálico. Yelena y Sophia descendieron al núcleo del laboratorio, donde una cápsula aún activa albergaba una figura.

—¿Otro Mega Humano? —susurró Sophia.

Un panel encendió el nombre: Louise Greece. En pantalla: Poderes activos: mega fuerza, velocidad, vuelo, autoexplosión regenerativa.

—Esto es... otro monstruo dormido —dijo Yelena, dando un paso atrás.

—¿O un arma en espera? —añadió Sophia.

Una voz surgió desde la oscuridad.

—Bonito hallazgo.

Ambas se giraron. Bloodshoot estaba vivo. Su uniforme roto, su brazo cibernético restaurado con mejoras, y una sonrisa torcida en el rostro.

—No puede ser —susurró Yelena—. Yo… vi tu tumba.

—Los muertos no hablan, Yelena. Yo nunca estuve muerto. Solo me oculté para terminar lo que Pullman empezó.

Montañas Tian Shan – Subnivel Alfa

Frederick y Teresa irrumpieron en el área central. Cápsulas rotas. Papeles por doquier. En el centro: Valentina Rodríguez, UltraGirl, en una nueva cápsula, visiblemente debilitada, pero aún activa.

—La trasladaron… —dijo Frederick—. Y aún no la activaron.

Un zumbido les interrumpió. De las sombras, Deadshoot, totalmente reconstruido con implantes biomecánicos, emergió.

—Vinieron a morir —rugió.

Frontera – Laboratorio Sur

Yelena desenfundó sus armas. Bloodshoot activó el sistema de defensa. Sophia saltó por una columna y hackeó los controles mientras Yelena enfrentaba al mercenario. Fue una lucha brutal: golpes, disparos, cuchillas, fuego. Sophia logró neutralizar el sistema de defensa, cortando el acceso de Bloodshoot al núcleo del laboratorio.

—¡No puedes detener el futuro, Yelena! ¡Estos humanos son la evolución! —gritó él.

—Y yo soy la resistencia —respondió, dándole el disparo final que lo noqueó.

Tian Shan – Laboratorio Norte

Frederick recibió un golpe directo en el estómago, pero Teresa disparó a las piernas de Deadshoot. Aun herido, luchó con furia. Finalmente, una descarga eléctrica de un agente del FBI lo dejó inconsciente.

—Listo. No más fantasmas del pasado —dijo Teresa, respirando agitada.

Más tarde ese día

Ambos laboratorios fueron completamente evacuados. Los equipos desactivaron cada cápsula, cada chip, cada circuito con potencial activador de los Mega Humanos. El FBI se encargó del transporte de Bloodshoot y Deadshoot, bajo estricta vigilancia internacional.

Las Vegas, Nevada – Una semana después

La arena cálida tocaba los pies de Yelena. Vestía ropa sencilla, sin armas, sin presión. A su lado, Sophia, Teresa y Frederick reían con helados en mano.

—¿Creen que esto haya terminado? —preguntó Teresa.

—No lo sé —respondió Yelena, mirando el océano—. Pero por primera vez… no tengo miedo.

—Por Gregory, por Cuervo… y por nosotros —añadió Sophia, alzando su bebida.

Yelena sonrió. Su mirada se perdió en el horizonte. Ella no era una experimento, ni un arma.

Era Nova-19.

Y el mundo, por fin, era un poco más libre.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.