Novia por contrato

Pla de engaño

Capítulo 3

 

 

 

 

Todavía seguía observando a mi jefe escribir en una hoja de papel frente a mí, sin embargo, no respondió a mi pregunta sobre qué había exactamente esa noche, ya que ni siquiera estaba firmado aún el contrato. O sea que yo podía arrepentirme.

 

 

—Señor, realmente me preocupa cometer un error al respecto de esta situación, no quiero que nos atrapen y usted quede mal por mi culpa —confesé y alzó la vista con una tenue sonrisa, extendiendo el papel con perfecta caligrafía escrito. 

 

 

—Señorita Smith, la conozco desde hace tres años y créame que no contrato a nadie sin estudiarlo antes de forma meticulosa, sé que es una mujer capaz e inteligente, nunca se da por vencida y no comete errores, de eso estoy totalmente seguro, como que me llamo Patrick Blake’s —manifestó con orgullo, no obstante eso me conllevó a pensar en las tantas veces que me regañó, y simplemente me parecía hipócrita tenerlo en frente diciendo que yo era todo eso, cuando en sus llamados de atención me sacaba es cara mi incompetencia. 

 

 

《 Solamente sonríe Christina, sonríe para no matar a este idiota 》

 

 

Pensé conteniendo la rabia.

 

 

—Vaya, no sabía que yo era todo eso para usted, siempre pensé que era una jovencita de pueblo que no era capaz ni de organizar bien una simple muestra para los ejecutivos —solté pugnando las palabras. 

 

 

《 Rayos, no me pude contener 》

 

 

Me arrepentí, ya que aún no firmaba el contrato y por supuesto, a quien tenía en frente era mi jefe, el hombre menos tolerante de la esfera terrestre. Empero noté algo extraño en su rostro, parecía, ¿feliz? Eso me confundía,  debido al hecho de que en otro momento me hubiera dicho miles de cosas como que necesitaba aprender modales y entender que él era mi jefe y yo una simple empleada reemplazable.

 

 

—Entiendo, me guarda rencor por las veces que me enojo y le llamo la atención, sin embargo, señorita Smith, quiero que comprenda algo sumamente importante —puntualizó acercándose por primera vez en los 3 años que lo conocía, mi respiración se cortó por leves segundos y apreté el asiento a los lados con mis manos. En toda empresa debe haber orden, ¿cree usted que si yo no tuviera carácter pudiera tener éxito? —preguntó, pero no me permitió responder debido a que prosiguió inmediatamente —. Desde luego que no, por lo tanto, es necesario que si algo sale mal haya un responsable, usted es la persona más cercana a mí, tiene un gran peso sobre sus hombros y si hay un error debido a alguien incompetente, aunque no sea culpa suya, usted está a cargo de esa persona inútil, en consecuencia, debe acarrear con la responsabilidad. Eso lo aprendí de mi padre y créame que no fue fácil para mí ser un recién graduado en este mundo, el cual me golpeó lo suficiente como para enseñarme, que sin carácter y disciplina, nada sirve —culminó regresando a su posición inicial.

 

 

Yo no podía ver otra cosa que esos ojos perfectos con pestañas largas, era la primera vez que lo tenía así de cerca y me dejó desorbitada. Entonces entendí por qué muchas de las mujeres que salían con él, terminaban como locas, no obstante esa coraza que lo rodeaba impedía mantener una relación, ya que a pesar de ser un delirio de hombre, la belleza nunca podía ser suficiente porque obviamente una mujer anhela atención, amor etc. Cosas que ni en mil años luz, ofrecería Patrick Blake’s. 

 

 

—Lo entiendo, señor —me limité a contestar. 

 

 

—Sabe, considero que ese “señor” tendrá que cambiar. Si usted será mi “novia” no puede llamarme así, ¿qué le parece utilizar el término, amor? —sugirió y mi corazón dejó de latir. 

 

 

《 Es chiste, ¿verdad? Jamás imaginé que le diría “amor” a mi jefe 》

 

 

—Eh, bueno — carraspeé—. Lo que le parezca mejor a usted, señ… —no pude terminar la frase porque hizo una seña con su dedo—. Amor —reparé. 

 

 

—Mucho mejor, ahora debemos hablarnos de tú, eso sí, en el trabajo y a solas mantendremos el margen —aclaró y asentí. 

 

 

—Me parece bien —estuve de acuerdo porque no imaginaba decirle, “amor” delante de nadie, en la empresa.

 

 

—Bien, practiquemos un poco —alentó y abrí los ojos tragando grueso. 

 

 

—¿Ahora? —cuestioné aterrada. 

 

 

—Sí, tienes algún problema con eso —exigió saber y negué lentamente. No estaba preparada para lo rápido que estaba sucediendo todo, no obstante para mi jefe parecía ser pan comido.

 

 

—Ok, no sé qué decir justo ahora —murmuré bajando la mirada y sentí como tomaba mis manos con delicadeza, no pude evitar y miré sus lindos ojos azules.

 

 

—Realmente, estoy enamorado de ti, amor mío, desde que te conocí has flechado mi corazón, es tan maravilloso tenerte a mi lado —habló con seguridad y mis piernas empezaron a sentirse pesadas, me sofocaba justo debajo de mi suéter por el simple hecho de nunca un hombre me dijo tales palabras y que Patrick Blake’s, el sujeto más guapo que haya conocido en la historia de mi existencia, estuviera hablándome de esa forma. Me desequilibro por completo. Creo que soy bastante bueno, ¿verdad? Se ha puesto roja como un tómate, señorita Smith —admitió sonriendo y quité las manos de inmediato. 

 

 

—No es eso, solo tengo un poco de calor —quise justificarme.

 

 

—Bien, de igual manera debe practicar, debemos parecer enamorados y pues considero que usted hace un buen papel de novia enamorada —añadió dándome justo en el orgullo. Ese hombre era un engreído y patán, por esa razón lo detestaba, nunca cambiaría esa ridícula forma de ser. Marqué en el papel, como será su vestido, quiero que vaya a una boutique, ahí me conocen y ya hablé con el dueño que es muy amigo mío, lea bien para que no haya errores —detalló la información y solo asentí a todos sus pedidos.




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