Capitulo 7. Un Anubis en urgencias.

¿Que debo hacer? - Me preguntaba durante la noche, no dejaba de  pensar y no quería dejarla, ella hace mi mundo más alegre como si tuviera sentido vivir pero, ¿ y si es como menciona Adán?,  no quiero salir herido de nuevo.

.- Esto es una pesadilla.-Grite cubriendo mi rostro con la almohada.

Nunca prometan algo que saben que no lo cumplirán aunque esa persona sea muy cercana a ustedes.

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La mañana inició y aún estaba despierto, no dormí nada.

.-Uy mi cabeza.- Me quejé mareado, tenía ojeras en mis ojos.

Camine al baño de mi recámara para bañarme con ropa, abrí la llave de la regadera con un suspiro. El agua caía por todo mi cuerpo, deseaba con lo frío que estaba no sentir sueño.

.- ¡¡PERO QUE HACES!!.- Gritó  mi madre preocupada cerrando la regadera.

.- Nada solo intento ... yo.- Caí al suelo débilmente.

Algunas cosas que odio es tener un cuerpo débil porque no puedo hacer mis actividades y me obligan a estar acostado tomando reposó.

Mi madre fue por una toalla para cubrirme con ella. Desde que era niño se podía observar que era diferente a la mayoría de los niños, mis conductas a veces eran problemáticas debido a que me desmayaba en varias situaciones así que llevo conmigo un rastreador que mide mi temperatura y latidos, así que  si mi salud está en mal estado este avisará a mis padres con mi ubicación.

.- ¿Que te sucede?.- Me miro poniendo la espalda de su mano en mi cabeza.- ¡Tienes temperatura!.- Dijo preocupada.- Sabes que, ven vamos a cambiarte y te quedarás en casa por hoy.

.-¿...? .- no entendía nada, solo miraba agujeros negros transparentes cambiando de color a una velocidad impresionante.

.- Mamá yo necesito, Helena.- Dije sin pensar quedándome inconciente

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Pasaron las horas y cuando abrí los ojos, ahí estaba Adán mirándome con preocupación.

.- No me mires así, me haces sentir incómodo.- respondí con un suspiro.

.- Lo siento pero es que nunca pensé que estuvieras tan mal.- Dijo con tristeza.

.- Cállate estoy bien solo necesito dormir un rato.

.- Te seré sincero, yo estaba ce....- Sin terminar su diálogo mi mamá nos interumpio entrando a la habitación.- ¡Ya despertaste! .- dijo sintiéndose aliviada.- Gracias a dios.- susurró.- quería verte despierto antes de volver al trabajo, ahora ambos escuchen bien lo que les diré: Anubis no tienes permitido levantarte de esa cama hasta que el suero termine  y tu Adán se que lo amas pero fuera de aquí, tienes que estudiar.

Tanto Anubis cómo Adán se quejaron pero ambos hicieron caso, antes que Adán se fuera Anubis preguntó .- ¡Hey Adán!, ¿Que ibas a decir?.

.- Luego te digo pero al rato te doy una sorpresa.

.- Está bien, adiós.

.- Adiós.

Con una sonrisa cerré los ojos y volví a dormir.

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Me siento mal y perdido, no logro sentir mis sentimientos y mis gustos han desaparecido, ¿Que me gustaba?.- me preguntaba.

Cuando me desperté y abrí los ojos,  ahí estaba una persona... era.