Capítulo 34

— Emilia, ¿Nos podrías decir que tienes aquí adentro? — . Axel está de pie al frente mío, junto a Jonathan. Moviendo el sobre con movimientos ligeros siento cómo el pecho me aprieta.

— Cuidado — . Antes de pensarlo mucho veo cómo sus caras cambian a unas más fuertes, indicándome que no solo lo pensé. — Son… son recuerdos" — . Confesé agachando la mirada — Recuerdos de mami —. Susurro o lo intento, ya no soy consciente de mi propio tono de voz. Al menos espero que me hayan escuchado, no creo ser capaz de repetirlo.

— Comprendo corazón, pero de igual forma no puedes esconder cosas de nosotros —. Reprocha Jonathan. No quise volver a elevar la cabeza, así que ahora ambos están en cuclillas frente a mí. — Debe tener nuestra aprobación para que esté a tu alcance —. La boca de Jonathan se mueve lentamente, bajando la cuchara con la que me estaba dando de comer, la deja dentro del envase, aún queda un poco de contenido, pero ya no tengo hambre.

— Puede tener algo peligroso, filoso o puntiagudo que te lastime. Queremos asegurarnos de que sea completamente seguro, princesa — . Axel es quien habla esta vez. No tiene nada puntiagudo ni filoso, pero sé que mi afirmación no va a evitar que vean el contenido. Así que me mantengo sin decir nada.

— Debemos revisarlo — . Afirman esta vez los dos.

— Está bien — . Asiento lentamente — Solo tengan cuidado — . Pido — por favor —. Cruzo los dedos para evitar que algo le suceda a la fotografía. Adentro del sobre también tengo su anillo de bodas, lo logré salvar cuando un día papá fue a llevar todas sus joyas a empeñar, necesitaba dinero, como siempre.

Mi corazón se encoge al ver mi foto favorita, la mitad de la cara de mamá está dañada, y también mi cuerpo. Pero aunque esté destruida, me encanta.

— No debes de esconder esto, reina — . Los labios de Jonathan se unen mucho al hablar, pero creo comprender lo que dice. Agachando aún más la cabeza, trato de retraer las lágrimas que sé que están a segundos de salir.

Al ver como toman también el anillo, no puedo detenerlas más. El pensamiento de que me quitarán las pocas cosas que tengo de ella llega, es algo que haría mi padre... y... ellos... ellos estaban muy molestos cuando lo descubrieron... yo... yo lo escondí... y me... me lo quitarán

— Bebita, ¿Qué sucedió con tu mami? ¿Hum? — . Axel pregunta, sé que no quiere lastimarme, lo sé, pero el recuerdo duele, aún duele.

— No estaba cuando fuimos a tu casa, y ta...— Cerrando los ojos intento hacer que todo pase, que los sentimientos atorados dentro de mí fluyan, pero no lo logró.

— Ella... ehh... mu... rió —. Es lo que pienso, una y otra vez, recuerdos llegan, la bolsa de aire aprieta mi pecho y no puedo respirar, todo se vuelve turbio y frío, confuso, ¿Dónde está mamá? . Un dedo sobre la punta de mi nariz hace que habrá los ojos de repente, intentando volver a respirar aire, lo intento, de verdad, las lágrimas en mis ojos no me dejan ver, pero logro distinguir a mamá, enfrente mío, me sonríe. Está aquí, y está hermosa.

Una mano sobre mi pecho hace que vuelva a la realidad, Jonathan está al frente de mí inflando sus cachetes y luego botando el aire. Cuando me doy cuenta de lo que está haciendo lo copio, tengo qué. Pero nada sucede, elevando un poco la vista, observo a Axel llegar corriendo con algo en la mano, sus largos dedos se aferran a mi cara, colocando algo de plástico sobre mis labios, siento como el aire frío entra por mi boca, me estoy quedando sin oxígeno, instintivamente inhalo. El aire empieza a llenar mis pulmones, mis ojos siguen goteando, pero ya he vuelto a respirar.

— Ya está —. Logro entender lo que dicen a pesar de mi vista borrosa — Ya está— . Los brazos de Jonathan me envuelven, seguidos por los de Axel detrás de mí. Esto, esto... mamá está aquí, mamá estuvo aquí. Sueño despierto mientras los acogedores brazos de Jonathan y Axel están a mi alrededor.

" 𝐺𝑜𝑡𝑎 𝑑𝑒 𝑎𝑔𝑢𝑎 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑎𝑏𝑖𝑠𝑚𝑜,

𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑣𝑖𝑒𝑛𝑒𝑠 𝑎𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜,

𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑑𝑒𝑗𝑒𝑠 𝑑𝑒 𝑠𝑒𝑟 𝑡𝑢 𝑚𝑖𝑠𝑚𝑜,

𝑝𝑒𝑟𝑜 𝑒𝑛𝑡𝑖𝑒𝑛𝑑𝑒,

𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑛 𝑙𝑜 𝑝𝑟𝑜𝑓𝑢𝑛𝑑𝑜,

𝑒𝑛𝑐𝑜𝑛𝑡𝑟𝑎𝑟𝑎𝑠 𝑢𝑛 𝑠𝑖𝑠𝑚𝑜. "