Nuestra pequeña familia.

Capítulo 1: Crear un futuro.

Mía Montés
—Michael por favor no vuelvas a esto. —exigí un poco molesta.

El me miró también enfadado y me di cuenta la extraña arruga que se dibujaba en su frente por mantener el ceño fruncido y sinceramente me encantaba. Como todo lo que se relacionaba con él. 

—Claro que tengo que volver a esto. —aseguro y la molestia en su voz era palpable. Deje atrás mis ideas locas y ne concentre en la conversación acalorada que manteníamos — Lo hemos hablado una y otra vez y siempre terminas poniendo una escusa que lo retrasa aún más. Es que acaso no quieres entender mis razones.

Observe su habitación una vez más intentando buscar algo a lo que adherirme y no matarle o poder salir corriendo. Me di cuenta de que estaba vastante desesperada y que básicamente era nuestra culpa. Observe nuevamente a Michael y me quede enbelezada durante un segundo de más en su torso tan bien formado y no pude evitar recordar mis caricias sobre el mismo una hora atrás en la cama o las de unos minutos antes en la ducha.

Cuando llegue a sus ojos volví a centrarme y recupere de una el enfado.

Mía céntrate de una vez y deja fe pensar en esas cosas que comienza a hacer calor. Me regañe.

—Al parecer tú tampoco entiendes mis razones. —expuse— Quiero mantener mi independencia Michael. La eh tenido toda mi vida y la quiero seguir teniendo. No pienso dejar atrás mi otra vida solo porque te ame. —asegure.

Y por un segundo su enfado disminuyó solo por la seguridad que había en mi voz al decir que le amaba. No tardó mucho en volver a enfadarse.

—No te pido que dejes nada atrás. No te pido que cambies. —aseguro— Solo quiero que vivas conmigo. Poder despertar todas las mañanas contigo a mi lado y al bajar para desayunar ver a mi hija esperándonos. Que por las noches estemos hasta tarde contándole cuentos a Noa y después regresar a aquí. A nuestra habitación y amarnos. —se me deshizo el corazón al escuchar sus palabras.— Quiero poder tener a Nuestra pequeña familia cerca. Quiero que estés siempre aquí, conmigo.

Recorrí la distancia que nos separaba de una y lo abrace. Michael no dudo ni un segundo antes de devolverme el abrazo.

—Entiendo que quieras todas esas cosas. Yo también las quiero. —asegure—Solo necesito un poco más de tiempo Michael. Yo también quiero crear un futuro junto a ti.

Sus brazos se tensaron a mi alrededor apretandome aún más contra él.

—Mía llevamos más de dos meses juntos. Hace más de tres semanas te presente a mis padres y ambos te adoran. —enumeró— Y hace más de cuatro años que tenemos una preciosa niña. ¿Enserio necesitas más tiempo? —ironizó— No te estoy pidiendo que vendas la casa de tus padres, entiendo que quieras conservarla. Solo que vengas a  aquí, para estar conmigo.

Escondí el rostro en el hueco de su cuello y respire profundamente para captar su aroma y guardarlo en mi memoria. Era exquisito. Igual que estar entre sus brazos.

—Vale. —dije después de un segundo. Sabía que necesitaba confiar más en el. Dejarlo decidir sobre algunas cosas de esta relación que teníamos. Si el pensaba que estaba preparada para esto tendría que darle un boto de confianza y arriesgarme.— Vendré a vivir contigo. —susurre aún escondida en su cuello.

Michael se separo automáticamente y busco mis rostro.

—Es en serio. —asentí. El sonrió y se inclinó para besarme. Al comienzo era un beso tierno y sin ninguna intención solo disfrutar. Pero cuando me apreté contra el y busque su contacto, su piel, el beso cambió y ya no era nada tierno, ahora era caliente, agitado y exigente. Ambos necesitábamos más del otro y ninguno se apartaría. Michael corto el beso para verme a los ojos y yo sonreí como una tonta bajo su atenta mirada.— Una semana de discusiones sobre el tema y al final aceptas.

—Deberías saber que no me resisto a muchas cosas y menos si están relacionadas contigo. —asegure mientras dejaba un beso en su cuello.

—Nena me alegra que el sentimiento sea mutuo.

Y volvió a besarme.

***

¡¡Oh My Good!!  —escuche el gritito de Thony incluso antes de bajarnos del ascensor.— Esto es alucinante. Ahora entiendo por qué quieres dejar esa vieja casucha donde vivías. —aseguro antes mi rostro descolocado por el término que había utilizado para referirse a mi casa— Cualquiera quisiera vivir en este lugar. —observo el recibidor donde me había quedado estática por sus palabras y el muy desgraciado comenzó a pasearse por cada esquina del mismo.

—¿Casucha? —pregunte confundida.

Thony me miró con mala cara y asintió.

—Amor entiendo que sea la casa de tus padres pero es un fiasco comparada con este penthouse. —aseguro— No tendrás una habitación libre por ahí. Digamos que me gusta más que mi casa.

Ahora si que me quede con la boca abierta.

Thony amaba su apartamento y aunque no era tan pequeño como mi casa, tampoco se comparaba con este. Lo había decorado el mismo y estaba lleno de pequeños recuerdos de sus viajes o de sus etapas en en esta vida alocada en la que vive. A mi también me gustaba mucho su casa, era muy acogedora y Noa amaba pasar tiempo en ella. Aunque lo hacía para intentar agarar las cosas de Thony.

Las discusiones entre ellos eran muy entretenidas.

—No pienso darte una habitación cuando has llamado casucha a mi casa.

—No digas mentiras. Esta es tu casa aquella solo era un lugar para vivir. —aseguro con una sonrisa traviesa.— Venga dame un recorrido.

Decidí ignorar la primera parte de su comentario y ponerme a enseñarle el apartamento.

Esta tarde cuando Michael tubo que marcharse por una hurgencia del trabajo y Míriam había pasado por Noa para irse de paseo, decidí llamar a Thony y salir a tomar un café para pasar el tiempo y no estar sola. Lo peor de todo es que le había contado que comenzaría a vivir con Michael y el había insistido en conocer el lugar.

Ahora me arrepentía como nunca de ello.

Después de un largo recorrido lleno de discusiones entre ambos y bromas decidí prepararnos un café —tenía que hacerlo yo pues Martha no estaba y no me molestaba para nada, en realidad comenzaba a perder la practica— para ambos y sentarnos a disfrutar en alguno de los salones.

—Tengo dudas sobre vivir juntos. —comento tiempo después cuando el café de nuestras tasas se había acabado y habíamos pasado a al vino.

La botella comenzaba a escasear.

—¿Por qué lo dices? —preguntó Thony mientras permanecía con la vista el la televisión.

Eso era otro cuento cuando comenzamos el vino decidimos ver una película. Discutimos por media hora por cual ver.

Nuestra relación era así. Nunca estábamos de acuerdo con nada pero no nos molestabamos después de una discusión simplemente nos decíamos cosas peores asta coincidir en algo.

—Creo que vamos demasiado rápido. Llevamos solo un par de meses después de todo. —le recorde— Me da miedo que algo pueda suceder y termine mal. —expuse mis miedos— Y no veas lo que eso me aterra.

Thony acarició mi cabello y me abrazo un poco más fuerte contra el.

—Entiendo que tengas dudas y miedos. Es tu primera relación en serio y no sólo debes pensar en ti. —espere el pero— Pero nunca te había visto tan feliz como con el. Además se ve que están locos el uno por el otro. —aseguro— Creo en verdad que Michael es bueno para ti y para mí princesa.

Sonreí.

Nada como conversar con Thony. Amaba nuestras largas charlas y las locuras que lograba decir en algunas. Pero en aquellas, que de verdad eran importantes, siempre sabia lo que tenia que decirme.

Me acurruque contra el e intente disfrutar del resto de la película.

Pero no me concedieron ese privilegio.

—¿Mía? —no se imaginan lo rápido que se puede incorporar una persona tras algo como eso. Mire a mi suegra junto a la puerta y su rostro ensombrecido.

—Señora Míriam. —susurre.

Observe como desviaba su mirada hasta Thony y luego de buelta a mi.

—¿Donde está mi hijo Mía? —preguntó.

Y justo cuando iba a responder el remolino que constituía mi hija entró en el salón.

—Mami. —corrió hasta mi y justo antes de llegar vio a Thony en el sillón y desvío su curso.— Tito Thony. —grito eufórica y se tiro en sus brazos.

Thony la recibió sin ningún problema. Yo devolvi la mirada a ni suegra que tenía el rostro un poco más ensombrecido después de contemplar la escena.

—Michael tubo que salir. Una emergencia en el trabajo. —expliqué en un susurro.

Digamos que aún no tenía mucha confianza con mi suegra. Tampoco disminuía mi tensión al estar serca de ella y después de esto creo que no disminuiría en un tiempo.

Si fuese el señor Thomas no estaría tan en tensión.

—Y aprovechas que mi hijo no está para meter hombres en su apartamento.

No pude contenerme cuando di un paso atrás por sus palabras.

—Señora eso no... —No supe que decir.

Como explicarle a mi suegra que Thony solo era un amigo o más bien un hermano para mi. Además de que no tenia por qué hacerlo.

—Señora no creo que ese tono sea adecuado. —se interpuso Thony al verme paraliza por las acusaciones de mi suegra.

—Usted no se meta. —estaba segura de que si Noa no estubiese eso hubiese sido un grito.— Me puedes explicar que es esto Mía.

Reaccione un poco después de que sus palabras llegasen a mis oídos.

Me gire hacia Thony y le ordene.

—Llevate a Noa ha la cocina. —asintio— Hay bocadillos en el nevera. —Thony volvió a asentir y salió de la habitación. Espere algunos minutos para que se alejase lo suficiente.— Señora Míriam puedo entender que la situación es un poco incomoda y se puede malinterpretar un poco, pero no es lo que piensa —Asegure— Thony es un muy buen amigo. Además de que nunca engañaria a su hijo.

—No quiero tus explicaciones Mía. —aseguro— Solo quiero decirte que mi hijo se enterara de esto.

Y salió de la habitación.

Para ese momento las copas que había tenido antes en la cabeza habían desaparecido.

No tenía nada que temer. Michael conocía mi relación con Thony y sabía que no dudaría de mi. Pero aún así temía de lo que la Señora Míriam fuese capas de hacer. Sabía que después de este encuentro ella no descansaria y que nuestra relación no sería la mejor del mundo.

Las cosas no hacían más que empeorar. 




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