Prologo.

Lizzy a sido diagnosticada con una de las peores enfermedades que pueden existir; El cáncer, devastada por el hecho de que a sus dieciocho años, su vida se vuelve un conteo regresivo de los días que le quedan a decidido darle un motivo al por que luchar hasta su ultimo suspiro.

Jamás a tenido un novio o le a gustado alguien diferente al chico de sus sueños, Isaac Lawrence. Siendo el típico chico arrogante, vanidoso y rodeado de gente de su mismo status o esa es la manera en la que el era descrito y era la idea de vida que quería llevar, hasta que en el momento menos pensado una chica se aparezca en su vida, enseñándole lo valiosos de la vida y lo importante del amor.

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Amor una palabra de cuatro letras y un sentimiento muy fuerte hacia una persona y que en mi opinión es lo más maravilloso que pueda existir, soy fan de los gestos románticos donde te llevan rosas, te dedican canciones, te mandas cartas o poemas de amor, también soy fan del romance o el cliché y  recalcando todo lo que acabo de decir... Nunca me a pasado.

Siempre anhele un amor bonito de esos que dan todo por ti, que no se enamoran de tu físico, sino de tu alma y aunque no todo es sabor a fresa, en el amor en ocasiones se sufre, por que es verdad que nos hace débiles y vulnerables, bajando nuestras muros para darnos una buena hostia en la cara y dejando un corazón roto.

Pero yo era de las personas que creían que no todo es así, no cuando encuentras a la persona correcta.

No dudaba en que yo había encontrado la mía, ese rubio de ojos verdes había sido el único hombre que había encendido algo dentro de mi, era el único al que llevaba apreciando desde las gradas del gimnasio o en la cafetería viéndolo en silencio. No esperaba hablarle, mucho menos conocerlo.

Hasta que llegó ese día.

Ese día en el que me di cuenta que ya no importaba nada en el mundo sino era disfrutarla, gozar cada segundo, pero también descubrí que mi vida no podía ser más monótona que llevaba dieciseis años haciendo la misma rutina y era hora de darle un buen cambio.

Encontrarle un porque a mi vida, una razon para quedarme y un algo a que aferrarme.

Y como un último motivo me propuse enamorar a Isaac Lawrence el chico popular y del que llevaba locamente enamorada desde segundo grado.