Nuestra versión juntos

Capítulo 5 "LILA MONTGOMERY"

Kate se había marchado hacia ya una hora y seguía dándole vueltas a toda nuestra conversación. Ni siquiera el rencor, el enfado o la ira acumulada podían ser capaces de superar la fugaz pero real alegría que había sentido al estar ese rato con la que un día fue mi mejor amiga. No olvidaba lo que Kate había hecho y tampoco que me debiera todavía muchísimas explicaciones, era solo que con todo el huracán que había pasado esos días un momento de paz era muy bienvenido. Todavía estaba debatiéndome si ir al encuentro de mañana como si nada o utilizar alguna excusa y anularlo.

Una llave girando por la cerradura de la puerta logra que salga por un momento de ese bucle. Enzo entra por la puerta tal y como había salido horas atrás, con su polo rojo intacto y los pantalones chinos que le quedaban tan exageradamente bien. Su expresión en cambio parecía algo mas seria que de normal.

—No me digas que has acabado discutiendo con Angelita —le digo con tono socarrón.

Angela Hernández era sin duda el prototipo ideal para un chico como Enzo. De buena familia, atractiva, elegante y con estudios. EL único problema era que ni harta de vino era capaz de soportarla durante más de media hora. Al igual que ella no me aguantaba a mí y no escondía que mi amistad con Enzo le irritaba sobremanera.

—Ya te gustaría —responde y se sienta a mi lado en sofá—. No tenía ganas de quedarme a dormir, solo eso.

La imagen de Enzo sentado donde una hora atrás había estado Kate era algo inquietante. Era obvio que tenía que decírselo tarde o temprano pero no sabía muy bien como reaccionaria a mi silencio inicial.

—¿Tú sin ganas de tema? Eso es nuevo —desvío mis pensamientos.

—He dicho que no tenía ganas de dormir solamente —aclara con su habitual sonrisa pícara—. ¿Como estas tú?

—Estoy bien, sinceramente estoy algo mejor. No es que se me olvide que ha muerto, pero empiezo a no pensar en ello a cada segundo.

Dejo caer la cabeza en su hombro permitiendo que su calor me reconforte como de costumbre. Apoya la mano en mi muslo y empiezo a sentirme verdaderamente culpable por estar escondiéndole aquella información.

—Tengo que contarte una cosa importante —le digo sin más rodeos.

—Ha vuelto ¿no?

Levanto la cabeza como un resorte y clavo mis ojos estupefactos en él.

—¿Desde cuando lo sabes? —pregunto sorprendida y noto como se remueve en el sofá.

Mira al frente serio e intento usar todas mis capacidades de investigación para encontrar alguna reacción en ese gris impasible . Con los años, Enzo se había vuelto un verdadero experto en ocultar sus sentimientos

—Cuatro años y no se ha dignado a cambiar de perfume —aclara indiferente —. La olí en la sala del tanatorio Lila y no hay que ser muy listo para atar cabos ¿no?

Y ahí estaba. Por mucho que intentara ocultarlo el hecho de que reconociera tan solo su olor me dejaba claro que para Enzo Kate seguía estando mas presente de lo que parecía, porque perfumes como ese habían muchos pero el olor que asocias a una persona es otro mundo. LO había comprobado en mi propia piel estos últimos días.

— Siento no habértelo dicho antes, de verdad, no quería hacerte pasar por un mal momento sin necesidad.

—No te preocupes, estos días tienes manga ancha en casi todo —me guiña un ojo y deja un beso cariñoso en mi frente.

—Creo que deberíamos hablar del tema —propongo.

—Creo que me voy a dormir.

Y acto seguido se levanta rápidamente en dirección al pasillo.

—Espera un segundo —intento frenarlo —. No podemos hacer como si nada Enzo. Te conozco.

Se planta frente a mí y es él quien parece ahora intentar averiguar el significado de mis palabras.

—¿Se va a quedar? —pregunta de pronto.

—Enzo, siéntate y hablemos.

—¿Se va a quedar? —pregunta de nuevo mucho más serio.

—No lo sé —me doy por vencida —. Creo que no.

Parece estar a punto de volver a girarse pero de pronto me mira pensativo.

—Aquel tal Tyler no era ningún amigo tuyo ¿no?

Recuerdo al estirado inglés y me riño a mi misma por la contarle esa estúpida mentira cuando ya lo sabía todo.

—No, venía con ella, son amigos al parecer —aclaro innecesariamente.

Asiente con la cabeza con la misma falta de expresión.

—Hemos quedado mañana para salir y despejarme un poco pero entiendo todo lo que conlleva esta situación y no quiero hacer que pases ningún mal rato porque sabes que eres ahora mi prioridad. Ni la he perdonado ni he olvidado lo que pasó.

Se muerde el labio pensativo mientras sigo sintiéndome bastante culpable.

—Necesitas salir del círculo negro en el que llevas metida mucho tiempo. No te veo bien Lila y no solo por lo de tu padre —recupera su tono de preocupación —. Jamás me opondría a algo que te hace bien, no tienes que preocuparte mas por mi rubia.

Sus palabras logran convencerme a medias, pero antes de darme pie a rebatirlo vuelve a emprender el camino hacia dentro.

—¿No vas a preguntarme nada mas? —levanto la voz a medida que se aleja

—Buenas noches Lila —responde sin ni siquiera girarse y doy por zanjado el tema.

Daría lo que fuera por saber que narices pasaba en esos momentos por esa bonita cabecita pero ni tenía ganas ni estaba dispuesta a esforzarme en todo aquello. Solo quería irme a dormir y volver a soñar con mi querido padre, como hacía cada noche desde el día en que lo perdí.




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