Tras una ardua negociación de casi una hora, había conseguido que Lila saliera de su cuarto. No quería presionarla más de lo necesario así que optamos por ver algo en la televisión y simplemente pasar un rato juntas. Tyler por su parte, me había informado con un escueto mensaje que hoy saldría él solo por ahí, a lo que le respondo pidiendole mucha cautela y avisandole de que al final nos quedábamos más tiempo del previsto, recibiendo un sticker de felicidad como respuesta.
—¿Y no sabes nada de Sol ni de Marina? —pregunto al cabo de un largo rato de película.
—A veces hablamos por wpp pero dicen lo mínimo de su vida. Sol volverá a finales de mes y puede que se quede definitivamente, Marina ya sabes que siempre iba por libre.
Durante ese rato juntas mi cabeza había estado intentando buscar diferentes formas de arreglar aquella situación. Era más fácil de lo que parecía. Lila estaba metida en una especie de caja, sola, sin amigos y sin un rumbo claro. Eso, para alguien tan lleno de vida como ella era aterrador.
—Mírame Lila —le pido algo más seria y parece obedecer —Te quiero y estoy aquí, sé que no lo he estado, pero ahora estoy. Antes con una mirada nos lo decíamos todo, pero ahora necesito que me des tiempo para volver a leerte la mente, mientras puedes facilitarme las cosas y darme un poquito de información.
Mis suplicas parecen tener cierto efecto sobre ella, que deja caer un poco los hombros y mira hacia abajo.
—No me reconozco Kate —empieza y mi yo interior casi grita de alegría —. Desde que volví de la universidad siento que no voy a ningún sitio. Vivo en casa de Enzo, con su dinero y sin ninguna expectativa. Quiere que vaya a trabajar en su empresa, pero ¿Hasta cuándo voy a depende de él? Yo no era así, no es así como iba a vivir mi vida.
Entendía a la perfección todo lo que me decía. Yo tampoco estaba viviendo la vida que soñaba cuando éramos más pequeñas y esa sensación era mas dolorosa de lo que la gente imaginaba.
—Era una persona que comía el mundo —prosigue ante mi silencio —. Decidida, extrovertida y llena de vida, pero he ido perdiendo todo aquello que me definía. Primero mi madre, a la que admiraba e incluso tomaba de ejemplo, luego Javi y ahora lo único bueno que quedaba en la familia que era mi padre.
Empieza a llorar desconsoladamente y corro a abrazarla sin pensar. Dejo que siga llorando unos minutos antes de intervenir.
—Lila te entiendo y tienes razón en muchas cosas, pero creo que tenemos que empezar a buscar soluciones.
No quería que siguiera anclada a todo eso, yo sabía mejor que nadie lo enfermizo que se podía volver estar dándole vueltas a una misma idea en la cabeza sin parar. Tyler me enseño que solo se sale de ahí moviéndose de verdad.
—Para empezar, eres una recién titulada en derecho y deberías estar buscando trabajo —añado sin dejar de abrazarla —. No solo existe la empresa de Enzo, hay muchas más opciones igual de buenas.
—No quiero que él crea que lo traiciono o me alejo de él —murmura en voz baja.
Definitivamente Lila dependía mucho de Enzo, tanto económicamente como emocionalmente y era algo que debía cambiar por completo. Otra cosa es como se lo explicaría al susodicho sin que quisiera matarme.
—Por otro lado —continúo sin darle más vueltas —. Deberías hablar con Javier.
—¿Con mi hermano?
—¿Con qué otro Javier va a ser?
—No Kate, Enzo lo ha perdonado, pero yo no quiero saber nada —afirma y se pone de pie.
—Es tu hermano y si le escucharas quizás...
—No y punto —me corta rotunda —. No me fio de él y no voy a hacerlo. No insistas más.
—Lila, tienes que dejar de ser cabezona y dejar que te ayude
—¿Crees que voy a perdonarle lo que le hizo a Enzo? —pregunta ofendida.
—¡No toda tu vida gira en torno a Enzo, por dios!
—¿Y me lo dices tú?
Ahora soy yo la que se levanta bastante molesta. Estaba allí para ayudarla, pero era algo muy difícil si no se molestaba siquiera en escucharme.
—Está claro que has aprendido a herir los sentimientos tan bien como él —espeto y parece algo arrepentida.
—Es mi familia ahora, no haré nada que le dañe porque es quien ha estado a mi lado todo este tiempo.
—Lo entiendo —miento lo mejor que sé —. Pero si sigue siendo el Enzo que conocí entenderá que estés a su lado y a la vez seas capaz de perdonar a tu otra familia. No es o Enzo o el resto del mundo ¿Sabes?
Se mantiene en silencio mirando a la nada y decido darme por vencida, al menos por ahora.
—¿Cuánto tiempo tienes pensado quedarte? —me pregunta al cabo de un largo silencio.
—El que sea necesario —respondo sincera.
—¿Y la razón para irte? ¿Ha desaparecido por arte de magia o me vas a decir que era mi padre?
Intento no mirarla a los ojos para que nada en mi gesto le revele información. Evidentemente ese era un tema que rondaba mi cabeza más de lo que me gustaría, pero parecía estar bajo control, al menos por ahora. En cuanto a la razón de mi huida todavía no me sentía preparada para contarla, ni a ella ni a nadie.
—Lila quiero verte bien, todo lo demás ahora pasa a segundo plano.
—Kate yo no estoy tan hundida como parezco —se justifica y la miro mal —. No estoy en mi mejor momento, pero levantaré cabeza, creo que al menos deberías pensar un poco en tu futuro, no veo que lo tengas muy claro.
No podía negarle que en gran parte tenía razón, no sabía que iba a hacer con mi vida a largo plazo, definitivamente ser secretaria toda mi vida no era lo que más ilusión me hacía. Con todo era algo que, al menos en ese momento, no estaba entre mis prioridades.
—Tengo tiempo, no te preocupes por mí —la tranquilizo.
—Enzo creo que está buscando secretaria.
La miro y su media risa malévola hasta me alegra, al menos todavía seguía quedando algo de la Lila que conocí.
Le tiro un cojín a la cara y sin mucho mas que decir decidimos seguir viendo la película, ya era suficiente de charlas.
Al cabo de una hora empiezo a sentirme cansada, con sueño y unas enormes ganas de meterme en mi cama. Necesitaba un descanso mental de todo aquel remolino de los últimos días. Estoy a punto de avisar a Lila cuando veo que ha caído redonda en el sofá. Duerme tan plácidamente que me sabe mal despertarla, así que decido marcharme dejándole tan solo un mensaje en el móvil adjuntando una foto suya profundamente dormida.
Editado: 29.10.2024