Nuestro pequeño error

Capítulo 20: En un bar de la cuidad.

—Olle Terry no creo que esto sea buena idea. —le digo a mi amiga mientras observo las letras del bar mientras las luces que las rodean parpadean sin parar. 

—Mía no seas tan aguafiestas y relajate. —me pide— Nos vamos a divertir. —asegura. 

—Si amiga relájate y disfruta la última vez nos fue vastante bien. —asegura Thony dándome su apollo concretamente. 

Lo fulmino con la mirada mientras esté comienza a reír. 

Pues clara que nos fue bien. El término borracho como una cuba mientras yo termine embarazada de un desconocido. 

—No esperas que te conteste el comentario verdad. —le pregunto irónicamente mientras el comienza a negar y se dedica a entrar en el bar. 

Terry se hacerca a mi una vez más y tomandome de la mano me arrastra dentro. 

La verdad aún no se como me deje arrastrar por estos dos. Después de que Thony volvió han planeado esta salida durante toda la semana. De echo ambos se pusieron de acuerdo y mientras Thony pagaba la niñera de Noa, Terry llego con mi outfit, así yo me quedaba sin excusas para no asistir. Pero resulta que aún no me creo que estemos aquí de verdad. 

El chico que esta junto a la puerta nos la  mantiene abierta mientras los tres nos deslizamos dentro del ruidoso y poco iluminado bar. Otro chico vastante parecido al de la puerta, debería añadir, nos ayuda a Terry y a mi a quitarnos el abrigo dejando a la vista de todos el ridículo y minusculo outfit que Terry insistió que llevase. 

En realidad se trara, básicamente, de una falda súper corta de color gris que alcanza a cubrirme solo el culo, con un precioso top negro y blanco de tirantes y apesar de que por delante parece vastante normalito, el modelito mantiene mi espalda al descubierto con solo algunas tiras entrelazadas. El complemento se completa con unas preciosas notas hasta la rodilla que combinan con el top mientras que mi cara está dibujada con un simple maquillaje en el que le suplique a Terry que no se epsediera. Mi cabello rubio esta recogido en una coleta mientras que unos delicados pendientes cuelgan de mi orejas. 

La verdad es que me siento bonita con toda esta parafernalia que llebo encima pero creo que Terry se ha excedido un poquito con lo de mostrar piel. Aunque ella tampoco se queda atrás. 

Lleba un precioso vestido negro de lentejuelas que es como una segunda piel, con unos tacones kilométricos y su precioso cabello suelto. Mientras Thony es el más casual de los tres con unos vaqueros una camiseta oscura y unas simples converses que comienzo a envidiar. 

—Vamos a la zona vip. —grita Thony por encima de la música mientras se i clina sobre nosotras para que podamos escucharle. 

Juntos nos adentramos en la pista que esta a rebosar de personas intentando llegar a la zona vip. Se que tanto Terry como Thony tienen contactos aquí dentro y perfectamente podremos disfrutar de esta zona pero resulta que aún no me lo creo. 

Para nuestra suerte logramos atravesar el mar de gente de la pista logrando respirar tranquilos y con normalidad mientras observo el interior de la zona vip. Es vastante parecida a la otra zona aunque mucho más lujosa y menos concurrida. En esta zona la música está unos niveles más bajo que en el exterior aunque para mi sigue siendo demaciado. 

Este tipo de cosas no forman parte de mi vida. En realidad soy más de las que disfrutan de un lindo y tranquilo paseo por el parque, o una visita al cine, o alguna cena en un restaurante tranquilo o disfrutar de un bocadillo en alguna cafetería junto a un delicioso café. Sin embargo estoy segura de que mis acompañantes han disfrutado de est ávida hasta no parar. De echo una de esas tardes que pasamos juntos pasaron horas comparando sus listas de bares y discotecas o clubes donde habían pasado la noche. 

Apesar de que terminaron vastantes juntitos, Thony ganó la batalla en esta ocasión pues su trabajo se basaba en visitar estos sitios para darse publicidad o al sitio en cuestión. Una de esas veces ne había convencido y ahora estaba aquí con una preciosa hija y sin saber quién diablos es el padre. 

—Voy a por unos tragos chicas. Busque una mesa que está noche nos emborrachamos. —dice Thony con una sonrisa mientras se aleja de nosotras. 

Ahora que pienso no deseo una dolorosa mañana con resaca pero estoy segura de que no saldré ilesa de esto. 

Con Terry vamos hasta las mesas y conseguimos una desocupada para instalarnos en ella. Poco después Thony llega con una ronda de chupitos y una camarero con unas copas de algo rosado del cual no entendí el nombre. 

—Salud —decimos al unizono antes de levantar los chupitos y hacer el clásico coche de copas lo que con vasos para chupitos de tequila. 

Llebo el basó a mis labios y basio el contenido de un solo trago. Siento como algo cliente desiende por mi garganta dejando una fuerte e incomoda estela a su paso. Poco después de esto estoy tosiendo como adolescente mientras Thony se ríe y Terry me da golpesitos en la espalda. 

—Después del tercero se pasa el efecto y te puedo asegurar que llegaremos por lo menos al séptimo com otros tragos intermedios. —vocifera Thony mientras a mi se casi se me salen las órbitas de los ojos y continuó tosiendo. 

Como llegue al séptimo estando consiente me pago unas vacaciones lejos de estos locos. 


La fiesta avanzaba vastante bien. Ya habíamos pasado el tercer chupito con tres rondas de cervezas y otras cinco de cosmopolitas y la verdad ya no tosia y se me había pasado el efecto. Pero comenzaba a sentir los estragos de tanto alcohol. 

Cada vez me sentia más ligera y era yo la que convencía a Terry y a Thony de ir a la pista. 

Me encantaba bailar, eso sí lo sabía y lo había echo infinidad de veces. Específicamente mientras hacía la limpieza o alguna noche en la que Thony iba u poníamos música a topo cuando eramos jóvenes. Pero enserio amaba bailar pero era vastante tímida con las personas. Ese problema estaba vastante resultó pues el alcohol se había llebado la timides y ni cordura. Aunque era capaz de reacionar a lo que me decían o lo que hacía también me estaba dejando llebar un poquito por el alcohol. 

Como en este momento, que me encontraba totalmente sola en la pista pues mis amigos habin ido por tragos (Thony) o estaban canzadas y les molestaban los zapatos (Terry). Yo estaba en las nubes, bailando sin escuchar la letra más bien me dejaba llebar por el ritmo y estaba a tope. 

Me sentía feliz, al máximo e iba a disfrutar de esta sensación. 

—Tan preciosa como la primera vez, gafitas. —dijo una voz en mi oído. Una mano rodeo mi sintura y me pego a un cuerpo musculoso y vastante formado. 

Pero es que yo conocía esa voz, ese apodo. Esta situación se me hacia extremadamente conocida. 

—Ha pasado un tiempo. —continuaba diciendo aquella voz en mi oído. Y la verdad estaba resando para que no fuese un sueño y que si lo fuese nunca despertarse.— Y aún sigues igual de bonita y solitaria. 

Estaba estática, petrificada. No me atrevía a mover ni un solo músculo. Deseaba darme la vuelta y comprobar a quien pertenecía aquella voz. Quien era el padre de mi hija. Porque si de algo estaba segura es que era la misma persona de hacia cuatro años, mi cuerpo me lo confirmaba, los sentimiento, las sensaciones, eran las de antaño. Pero tenía un miedo atroz a saber la verdad y todo lo que conllevaba ella. 

Pero el desconocido tomó la decisión y en un movimiento algo brusco pero muy bien calculado me dio la buelta para encontrarme con los preciosos ojos grises iguales a los de mi hija. Pero no se quedaba solo ahí, esos ojos ya los conocía, ya los había visto infinidad de veces en estos íntimos meses. 

Entonces todo encajo. Todas las sensaciones confusas y los recuerdos olvidados. La verdad surgió y me aplastó a su paso. 

*** 

Flash Back: 

  *—¿Donde está el papá de Noa? —pregunte. 

  —Esto... —dibaja en busca de la respuesta— El- el padre de Noa... él...* 

Fin del Flash Back. 

Estaba tan serca. 

Sabía la respuesta a la pregunta pero lo que quería saber en realidad es que sabía ella de mi. Desgraciadamente no obtuve respuesta. 

Justo cuando Mía planeaba responderme, fuimos interrumpidos por la llegada de Noa y Terry. Después de eso todo se desarrollo muy rápido y no puede volver a preguntar. 

Al final de la noche me había quedado a cenar con ellas y había llebado a Terry a su casa. También me llevé algo parecido a un regaño por su parte. 

¿Cómo que no has echo nada? Había preguntado. Nos has interrumpido. Le reproche. Y todo el recorido fue vastante parecido. 

La verdad es que apesar de todo lo había pasado bien. Había estafó un tiempo jugando con Noa mientras las chicas hacían la cena y había ayudado a poner la mesa para cenar. De echo había llebado a Noa a su habitación pues después de el postre había insistido en ver una película y se había quedado dormida después de los primeros 40 minutos y como buen caballero me había ofrecido a hacerlo. 

Cuando regrese al salón Mía se encontraba casi dormida y Terry había insistido en irnos. Yo estaba de acuerdo. Era mejor dejarla descansar. 

—¿Señor? —dijo Félix llamando mi atención.— ¿Se encuentra bien? 

—Si. Es solo que... me quedé pensando en lagunas cosas. —dije devolviendo la vista a los grandes ventanales de mi penth-house. 

—¿Aun no ha resultó lo de la señora Mía? —preguntó. 

Félix era una de lasnpocas personas que sabían de la situación. 

—Estoy en ello. —asegure— Aunque sinceramente no tengo idea de que hacer. Estoy seguro de muchas cosas, una de ella es que Noa es mi hija y Mia es aquella chica. Pero aún así... no... 

—No sabe cómo hacerselo saber. —termino el a lo que yo solo asentí.— Quizás sea mejor ir de frente y contarlo. Sin rodeos. Ya se verá después. Si me disculpa. —y conneso salió de mi vista.  

Félix tenía razón. Tenía que contarle todo lo que sabía a Mía y ver que sucedería. Quizás desde el primer momento no todo fuese felicidad pero con el tiempo la conquistarla y le enseñaría a convivir conmigo o incluso aprenderiamos a amarnos y a valorar nos. Seriamo felices. 

Tenía que resolver esto y pronto. 


Era casi media noche cuando termine de revisar los últimos documentos. Félix los había traído en la tarde y con misbdistracciones no los habíamos termiando juntos asi que ahora estaba pasando el tiempo en esto para irme a dormir. Pero se me había ido de las manos y había olvidado por completo el reloj. 

Salí de la pequeña oficina que tenía en mi departamento para buscar mi teléfono el cual no veía desde hacía algunas horas. 

Lo busque por todo el primer piso pero no lo encontré así que decidí buscar arriba. Mi primera obsion era mi habitación y al no verlo sobre la mesita de noche revise en el baño pues hacia algunas horas, al llegar a casa, me había dado una ducha. 

Al encenderlo comprobé que tenía algunos menajes. Básicamente eran de cosas relacionadas con la empresa o mi madre inmiscullendose en mi vida. Pero me llamó la atención encontrar un mensaje de mi hermana y al abrirlo no fue la solpresa sino más bien la furia y los celos los que me tomaron. 

El mensaje se trataba de una foto donde salía Mía y Terry en algún mar o discoteca. Mía sonreia a la cámara mientras vestía un sexy pero muy descarado conjunto que estaba causando estragos. Al pie de la foto mi hermana había colocado un corto mensaje: "En una bar de la cuidad" . Eso era todo. 

Le escribí un rápido mensaje pidiendo la dirección del lugar mientras era gobernado por unos celos de los cajones. Salí corriendo del baño y entre al vestidos para buscar unos zapatos y una chaqueta. Era media noche pero me importaba una mierda dormir mientras mi mujer se iba de fiesta con mi hermana y dejaba que los puntos desconocidos de ese bar la viesen con tan poca piel cubierta. 

Baje al estacionamiento y busque el AUDI R8. Cuando el auto estubo en las calles pise el acelerados y me diriji a esa dirección que Terry había enviado como alma que lleba el diablo. 

Terry se iba a enterar por arrastrar a mi mujer a esos sitios. Pero Mía tampoco se quedaría fuera, la castigaria como Dios manda. 
 




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