Capítulo cinco │¿Acaso el chico es un robot o qué demonios?
Carraspeo en medio del silencio, cruzamos todo el pasillo en completo silencio. Ninguno dice nada y eso me agobia un poco, quiero decir algo, pero no se que decir específicamente.
Cuando llegamos a la puerta de mi habitación me doy cuenta que todas las cosas que estaban ayer siguen ahí, hago una mueca y abro la puerta.
Asher suelta un silbido cuando ve toda mi habitación, ¿qué puedo decir?, tengo un excelente gusto, y me gusta decorar mis cosas.
Voy hacia la cómoda donde mi teléfono esta cargando, lo desconecto y lo enciendo para fijarme en el fondo de pantalla. Un corazón, bueno, ni tan mal, podría ser peor.
Cuando se lo voy a pasar a Asher el muy maldito me lo arrebata, haciendo que pierda el equilibrio y que casi me caiga de culo, pero no sucede porque me sujeta por la cintura.
Siento una corriente eléctrica cuando me toca.
¿Acaso es un robot o qué demonios?
Pero si fuera un robot, seria un robot muy guapo, ¿no?
Decido ignorar nuevamente la pequeña voz molesta de mi conciencia, antes de soltarme tomo el atrevimiento de detallarlo mejor.
Tiene pequeñas pecas que pasar desapercibidas a la vista de cualquiera, pero cuando te acercas las puedes ver con más claridad, tiene un rastro de barba que solo hace que se vea más atractivo. Sus ojos verdes grisáceos, tiran más al gris que al verde.
Siendo honesta conmigo, la verdad, Asher es atractivo.
Obviamente es atractivo, quién crees que es, ¿un vagabundo?
Aun siendo un vagabundo sería demasiado atractivo.
—Dulzura, si quieres una foto mía solo tienes que decirlo —su voz me saca de mis pensamientos, veo como esta negando con la cabeza mientras sonríe—, no tienes que verme como un carnívoro ve a su presa.
Chasqueo le lengua, me zafo de su agarre de mala gana.
—¿Ya terminaste? —cuestiono yendo a la estantería para tontear con los libros, y para no prestarle demasiada atención.
—Mjm —contesta para darme el celular, antes de que pueda contestarle me da un pequeño beso en la mejilla y va hacia la puerta—. Nos vemos, chica problemática, no golpees a nadie si yo no estoy presente para grabarlo —dicho eso cierra la puerta, y sé que quizás no me lo volveré a cruzar en todo el día.
Busco su número para reclamarle porque me besó.
Solo fue un pequeño beso en la mejilla.
Vuelvo a ignorar a la estúpida voz de mi cabeza y sigo buscando el número, no puedo creer que sea tan difícil encontrar el numero de alguien cuando lo acabo de agregar.
Pues al parecer sí es difícil, porque no tengo ni la menor idea de cómo se agregó a sí mismo, y ya me estoy hartando un poco.
Veo como me cae un mensaje de un número registrado como "El amor de tu vida, alias Asher :)"
El amor de tu vida, alias Asher :)
Así que, ya tienes mi número.
Hayley.
Pues sí, imbécil.
¿Se puede saber por qué te agregaste a ti mismo, "El amor de tu vida, alias Asher :)"?
Que sepas, que no le gustas a todas las chicas.
El amor de tu vida, alias Asher :)
Oye, es la segunda vez en el día que hieres mis sentimientos :(
Además, ¿vas a negar que te gusto?
¿Qué tienes en la mente?
Si soy hermoso, pero eso lo sabes porque cada que puedes te me quedas viendo.
Ahora que carajos le respondo, es demasiado estúpido querer negar eso. ¿Se puede saber que me pasa?
Pues verás chica, hay algo que se llama gustar, y a ti, te gusta Asher.
No me gusta, solo me parece lindo.
El amor de tu vida, alias Asher :)
¿Sigues viva?
Hayley.
Quetin.
Muy maduro de tu parte Hayley, me sorprende lo madura que eres.
Ignoro nuevamente la voz de mi cabeza, también ignoro las notificaciones de mi celular. Me levanto para ir a sacar un pans para dormir. Dormiré con la sudadera, total, ni la ensucie.
¿Será que la voz de mi conciencia tiene razón?
No, no creo.
No me gusta, solo me parece lindo, ¿no?
ASHER MOONCHILD
Dejo de usar el celular cuando choco con alguien, levanto la cabeza y abro la boca para pedirle perdón, pero me doy cuenta que no es necesario porque se trata de mi hermana.
Una rubia de baja estatura, complexión media, cara redonda, ojos azules.
Literalmente la copia de mamá.
—¿Por qué no contestas mis mensajes? —pregunta, pone sus manos en su cintura.
—¿Por qué quizás estaba ocupado? —contesto, meto mi teléfono en mis bolsillos de atrás para empezar a caminar.
—¿Qué has estado haciendo?
—Estuve castigado, Clara, no podía contestarte.
—Yaaaa —entrelaza sus brazos con los míos y empieza a caminar conmigo—. ¿Quieres ver películas conmigo?
—¿Qué clase de películas?
—Harry Potter, peroooooo, si quieres podemos ver las de Marvel.
Sonrió—. Lo que tú quieres ver esta bien.
Da pequeños saltitos—. Bien, vamos a mi habitación.
Empezamos a caminar para ir hacia su habitación, en el camino nos topamos con su amiga, creo que se llama Atenea, no sé, no estoy seguro.
Clara me va contando todo su día, se que a veces me quiere decir algo, pero luego se calla.
—¿Te puedo decir algo? —dice, abre la puerta de su habitación dejándome entrar.
La habitación de Clara es muy ella, tiene muchos posters de Harry Potter, y también tiene posters de algunos modelos. Siempre he sabido que a Clara le gusta mucho el modelaje.
—Sí, sabes que sí puedes hacerlo —contesto, me quito los zapatos y me tiro a su cama.