Nuestro Romeo y Julieta

Extra: ¿Me concedería otra pieza, mi lady?

Extra: ¿Me concedería otra pieza, mi lady?

HAYLEY SMITH

Febrero 2022

Me retuerzo en la cama cuando siento algo entre mis piernas, por más que me retuerza eso que tengo, no sé va.

Aunque no quiera me termino levantando, volteo la cabeza y veo como Asher está tumbado boca abajo, veo su espalda bien formada, bajo la vista y lo único que me impide ver su trasero es una sábana. Gruño y paso una mano por mi cara sintiéndome un poco enferma.

Me duele la cabeza, mi garganta arde y me duelen las piernas.

Me levanto de la cama y me voy hacia el baño, cuando me siento en el inodoro me doy cuenta porque me sentía tan incomoda.

Odio ser mujer.

Me quitó el pantalón ensangrentado junto a la camisa de Asher, dejo todo a un lado y entro a la ducha. Enciendo la regadera, suelto un pequeño gritito cuando el agua helada se cuela por mis huesos.

Cuando termino salgo de la ducha, desnuda, porque no sabía que iba a tener una emergencia roja. Me voy hacia la cómoda y saco los calzones de abuela que siempre uso, busco una toalla sanitaria y por último agarro una camisa de Asher.

Una vez ya estoy vestida y sin riesgos de que la habitación parezca una escena del crimen, me dispongo a despertar a Asher.

—Asher —llamó moviéndolo, él solo gruñe y se da la vuelta.

Rechistó, agarro una almohada y le empiezo a pegar en la espalda para que despierte.

—Ahora no, estoy dormido —dice con la voz ronca.

—Si no te despiertas iré a traer agua helada a la cocina —amenazo, dejo la almohada a un lado y pongo las manos en mis caderas.

Él al parecer capta mi amenaza y se levanta, bosteza y apoya su espalda en el respaldo de la cama, pasa una mano por su cara hinchada, sin poner evitarlo bajo la vista por su bien formado abdomen hasta su miembro, que parece querer atención.

Le tiro la almohada haciendo que se asuste.

—¿Por qué fue eso?

—Tápate.

Rueda los ojos divertido —. Como si no lo conocieras, y como si hubiera estado dentro de ti.

Cruzo las piernas —. ¿Puedes levantarte?

—¿Para qué? Por cierto, ¿por qué tienes el cabello mojado?

—Porque me acabo de bañar —cruzo los brazos haciendo que mis pechos resalten, sus ojos literalmente parecen imanes.

—Ojos arriba Moonchild, ahora, levántate porque tengo que cambiar las sábanas.

Él no dice nada y se levanta rápidamente, hago una mueca al ver el desastre de las sábanas.

—Ahora entiendo porque querías que me levantara, me lo hubieras dicho.

Lo ignoro empezando a quitar las sábanas.

—¿Necesitas algo? —pregunta, volteo la cabeza y veo cómo está pasando un pantalón por sus piernas.

—Quizás una pastilla, me duele la cabeza.

Asiente con la cabeza, se acerca a mí y planta un beso en mi sien.

Cuando termino de ordenar la cama me vuelvo a acostar en ella, agarro una almohada y la abrazo tratando de calmar el dolor de vientre que está empezando.

Escucho como la puerta de la habitación se abre y se cierra, pero no volteo la cabeza porque sé que se trata de Asher. Me toca el brazo y me ofrece una pastilla, me siento a regañadientes mientras me trago como puedo la pastilla, le doy un gran trago al vaso de agua y se lo doy, él lo deja en nuestra mesita de noche y se acuesta conmigo.

Agarro sus manos y las paso por mi vientre para encontrar algún tipo de alivio.

—¿Ya te sientes mejor? —pregunta, mete su cabeza en mi cuello dejando un pequeño beso.

Niego con la cabeza mientras trato de acomodarme.

—¿Qué tienes? —pregunta dándose la vuelta quedando enfrente de mí.

—Me duele el vientre y...—

Él rápidamente empieza a dar pequeños golpes en mi vientre.

—Pium, pium, colicosh malos dejen a mi princhesha.

Hago una mueca mientras lo veo.

Levanta la cabeza y me ve.

—¿Ya no lele pansha?

Hago otra mueca —. Chinga tu madre, por si acaso.

Eso ocasiona que se parta de la risa, pega tu frente a mi vientre mientras se sigue riendo. Resoplo y empiezo a jugar con cabello esperando a que se calme.

—¿Ya? —le preguntó, él asiente con la cabeza y la levanta. Se acerca y trata de dejar un pequeño beso en mis labios, pero lo agarro de ambos lados de su cara y lo detengo tratado de profundizar el beso. Muerdo su labio inferior antes de que se aleje.

Enarca una ceja —. ¿Y por qué fue?

—Porque quiero tener relaciones —contestó, hago el puchero y los ojos de cachorro que siempre uso para que me de las cosas que quiero.




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