Capítulo 8

Gaby

Era viernes, mientras estaba aún acostada en la cama estaba pensativa por lo que podría salir en esos resultados, pues me tocaba ir al laboratorio a retirar los exámenes y luego ir al consultorio del doctor para que los revisará.

Revise el celular y efectivamente tenía un mensaje donde se me informaba que los exámenes ya estaban listos y podía pasar a retirarlos, me arregle como de costumbre pero sentía una fuerte opresión en el pecho, me dije a mi misma que estuviera tranquila y no sobre pensará las cosas, talvez en los exámenes no me saldría nada y de por gusto me estaba poniendo nerviosa.

Baje a la cocina y solo desayuné un jugo de naranja, era mi favorito, seguido me subí en el carro y fui al laboratorio a retirar los exámenes.

Ya los tenía en mis manos y me dirigía al doctor, luego de media hora me encontraba fuera del consultorio esperando mi turno para pasar con el médico, llegado este momento ingrese y le entregué los resultados, mientras estaba sentada fijé mi mirada en el doctor, se encontraba revisando los exámenes lentamente sin ninguna prisa.

Pasaron alrededor de dos minutos y el doctor alzó su mirada y lo que ví en sus ojos no me gustó para nada, respire profundamente.

Se aclaró la garganta y dijo lo siguiente
-Gabriela esperaba que estos exámenes no confirmarán mis sospechas, pero lamentablemente te tengo que dar una noticia y hubiera preferido que estés acompañada y no aquí sola --- mientras decia aquello me miraba fijamente, veía en sus ojos compasión.
-No importa, dígame lo que tiene por decirme ---le respondí con un nudo en la garganta

Sentí que pasaron los minutos lentos, cada vez me ponía más nerviosa, hasta que comenzó a hablar.
-Estos resultados indican que tienes Leucemia ---dijo

Me quedé en silencio mientras sentía como las lágrimas se acumulaban en mis ojos, respire por varios minutos y hablé.

-Está seguro de lo que me está diciendo doctor ---preguntaba con esperanza en mi corazón -Cien por ciento seguro Gabriela, quiero que tomes este diagnóstico con positivismo y busques apoyo en tu familia para poder enfrentarte para lo que se viene a continuación en tu vida ---dijo con voz firme
Cómo vamos a proceder doctor ---preguntaba con el corazón en la mano.
-Horita te voy a mandar un tratamiento y en un mes tienes cita para ver si ha funcionado, vamos a probar con un tratamiento médico considerablemente y si en el tiempo que tienes que venir al chequeo médico vemos que no ha funcionado y se ha vuelto una leucemia agresiva, lastimosamente debemos optar por empezar con las quimioterapias. ---explicó

Yo estaba en silencio, escuchando lo que me estaba explicando, pero sabía que una vez que pusiera un pies fuera de este consultorio me iba a derrumbar.

-Ok doctor, voy a poner todo de mi parte ---dije mientras me ponía de pies y salía del consultorio.

Camine rápidamente hasta llegar al carro con lágrimas en los ojos, una vez dentro del auto me derrumbe, estuve así alrededor de veinte minutos. Hasta que prendí el carro y me dirigí a mi lugar favorito, la playa, media hora después llegué y me baje sin importarme si alrededor había gente o no, me senté en la arena y grité llorando.

Mire al cielo y hablando le dije a Dios....
-¿Porque a mi señor?.... Tan mala hija he sido contigo para que me castigues ---lloraba de manera incontrolable
-Hablame y dime, dame respuestas, no me dejes con este dolor en el corazón ---tenía puestas mis manos en la cara y moviendo la cabeza en forma de negación, sentía mi voz ronca del llanto.
-Dios mío que voy hacer, de que me va a valer luchar..... ---decía con la mano en la boca apasiguando el llanto.

Estuve alrededor de dos horas sentada en la arena con el corazón hecho pedazos, pregúntale y reclamandole a Dios que porque a mí, pero sabía que no iba a tener respuestas pronto.

Por mi mente jamás paso que iba a sufrir de esta manera, siempre había pensado que iba a ser feliz con un esposo y unos hijos que me amarán con todo su corazón, pero sabía que todo esto estaba muy lejos de la realidad de mi vida.

Limpie mis lágrimas con ambas manos y me levanté con determinación, subí al carro y mientras manejaba ubique música, pero nada me daba un poco de consuelo.

Hoy no tenía pensado presentarme a la empresa y durante el trayecto de ir a casa me juré que no le iba a contar a nadie el diagnóstico que había recibido, no quería que nadie sufriera en el camino conmigo. Todo este proceso lo quería llevar sola, sin ver la lastima y el sufrimiento que todos podrían tener sobre mi.

Faltaba una cuadra para llegar a casa, pero me desvíe en el camino, había decidido ir a un centro comercial a comprar un diario y una cámara instantánea, tenía pensado plasmar cada detalle desde el dia de hoy hasta el final de esta enfermedad.

Llegué al comercial y busque un parqueadero para dejar el carro, ingrese a un lugar donde sabía que podía encontrar aquello, me ubique las gafas para que nadie notara lo hinchado de mis ojos, entre y efectivamente salí con las compras en la mano, subí al carro y me dirigí finalmente a casa.

Una vez que ingresé a casa empecé a llorar y a gritar, sabía que aquí en mi soledad nadie me podría juzgar, luego me dirigí a las escaleras para subir a la habitación, entre y me agarre de la pared hasta deslizarme hasta el suelo, ubicando mi cabeza entre mis rodillas.

Aún sentada en el suelo agarre un lapicero y escribí en el diario ubicando en la portada mi nombre y fecha de nacimiento, en la segunda hoja empecé a relatar.

Querido diario:

Hoy viernes 10 de marzo he recibido el diagnóstico de Leucemia, tengo el alma hecha pedazos y no hay ni abra palabras que me den consuelo y me calmen.

Me he jurado a mi misma no contarle a nadie sobre esto, ni siquiera a mí mejor amiga, muchos se preguntarán ¿Por qué?, porque no quiero ver sufrir a nadie durante este proceso, prefiero yo sufrir sola en silencio, y si en algún momento ocurre algo que me recuerden con la alegria que me caracteriza.