DÍA OCHO

Número desconocido: ¿Te gustan los días de lluvia?

Sawyer: Depende. Si estoy trabajando no, si estoy en casa con café y sin que nadie me hable sí.

Número desconocido: ¿Y si alguien te hablara… pero solo por mensaje?

Sawyer: Entonces lo toleraría.

Número desconocido: Qué honor.

Sawyer: Gracias. Me esfuerzo por ser un rayo de sol.

Número desconocido: A veces pareces más como… una tormenta eléctrica.

Sawyer: Qué poética.

Número desconocido: No soy poeta, pero me inspiras.

Sawyer: No digas eso, que casi suena bonito.

Número desconocido: Casi.
Te queda bien ese sarcasmo a medias.

Sawyer: ¿A medias?

Número desconocido: Sí.
Como cuando dices que no te importa algo, pero se te nota que sí.
O cuando finges no escuchar lo que te dice tu hermana, pero luego haces justo lo que ella te pidió.

Sawyer: ¿Eh?

Número desconocido: Nada. Solo digo. Eres predecible. Un poco.

Sawyer: Claro. ¿Estás espiándome o qué?

Número desconocido: Tal vez solo soy observadora.
O tal vez… te conozco mejor de lo que piensas.