Dos días más tarde, se encontraban en la clase de literatura. Alexander atento a su clase como siempre, aun no tenía amigos y se encontraba convencido que al igual que en sus anteriores colegios, no tendría ningún amigo. Realmente le era complicado llegar a socializar cuando desconocía los temas que resultaban mejor para entablar una buena conversación; además, por alguna razón desconocida, todos sentían un inexplicable rechazo por él. Por suerte contaba con Rachel, su única y mejor amiga. Si sus padres le hubiesen permitido entrar en el colegio en el que estudiaba su amiga, no se encontraría tan solo; sin embargo, sus padres siempre querían lo mejor para él y la calidad de ese colegio era la mejor según sus criterios. Mientras tanto, Sheriza se sentía fastidiada. Literatura era una de las clases que mas detestaba. Le resultaba muy difícil concentrarse en esta, porque la consideraba aburrida y por si fuera poco carecía de interés para la joven.
– Russell y Ellis, trabajaran juntos para la exposición del tema “Diferencias estructurales entre la fabula y la epopeya”– indica la profesora de literatura haciendo que Sheriza preste atención al escuchar su apellido.
– ¿Disculpe?– cuestiona la joven poniéndose de pie al escuchar su apellido y el de su compañero al que tanto despreciaba.
–Si prestara atención, señorita Russell, sabría de lo que hablamos– responde la profesora molesta, Sheriza Russell, era una jovencita terriblemente caprichosa y conseguía desesperar a todos, incluida la profesora.
– ¡Se perfectamente de lo que hablamos, profesora; sin embargo, me rehúso a trabajar en equipo con él, exijo que me cambie de compañero!– replica la joven con tono autoritario.
– ¿Cuál es la razón, señorita Russell?– pregunta la profesora sin ocultar su molestia.
Sheriza Russell jamás se encontraba satisfecha con los compañeros que le tocaba trabajar, por lo que siempre tenía una objeción al respecto y encontraba la manera de cambiar la situación a su favor; sin embargo, en esta ocasión la profesora no se encontraba dispuesta a ceder ante la joven y otro más de sus berrinches.
– ¡Lo odio, no me agrada en lo absoluto y de esa manera me resulta imposible trabajar con él por ende el resultado sería una terrible exposición que afectaría nuestras calificaciones, requiero que me cambie el compañero de trabajo, de manera inmediata!– indica Sheriza exponiendo sus motivos que a la profesora le parecieron absurdos, trabajar con jóvenes adolescentes era verdaderamente complicado aún con toda la vocación que ella tenía.
– Lo siento, señorita Russell, pero tendrá que adaptarse y trabajar con el joven Ellis, le agrade o no, además por su insolencia, serán los primeros en exponer y comenzaran mañana– responde la profesora con seriedad, Sheriza suspira resignada y molesta, cruza sus brazos y toma asiento colocando su atención nuevamente en la ventana.
Cuando las clases llegan a su final, Sheriza se pone de pie, la molestia que sentía, no ha disminuido al contrario, siente en su interior que se ha intensificado. Pretende irse lo más rápido posible, se encontraba acostumbrada a obtener todo lo que deseaba pero en esa ocasión, no lo había conseguido. Algo dentro de ella se siente herido y eso es su orgullo. Rápidamente recoge todas sus cosas y se dispone a salir del salón, cuando es detenida por la voz de Alexander.
– ¿Dónde y a qué hora nos reuniremos para realizar el trabajo de la profesora? Si lo prefieres puedo ir a tu casa, dame tu dirección y dime a qué hora y ahí estaré – comenta el joven poniéndose de pie mientras acomoda sus anteojos.
– ¡No pienso trabajar contigo, no me agradas! – responde ella sin girarse para mirarlo y comienza avanzar, Alexander sujeta a la joven del brazo, haciéndola girar para que lo mire, no pensaba tolerar que esa joven se comportara de manera tan grosera con él.
– ¡Escúchame bien, niñita malcriada y consentida, no permitiré que una niña caprichosa y maleducada afecte mis calificaciones perfectas únicamente porque a la princesita no le agrado, yo vengo hasta este lugar únicamente a aprender, no agradarle a alguien y tienes dos opciones, trabajas conmigo o desapruebas literatura, esta exposición vale cincuenta por ciento de nuestra calificación final, yo, con o sin tu ayuda, haré lo que me corresponde pero sinceramente dudo que tú seas capaz de lograrlo!
– ¡¿Me estás llamando tonta acaso?!– pregunta Sheriza entrecerrando los ojos con evidente molestia.
– Tómalo como quieras, niña, se trata un trabajo extenso, sola no lo terminaras a tiempo; además, entre más pronto terminemos de realizarlo, menos tendré que verte y soportar tu manera tan grosera de ser, porque créeme que tu tampoco me agradas, también puedo decir que te odio y por si fuera poco, es tu culpa que nos toque exponer antes que todos por lo que tenemos más presión encima, gracias a tus caprichos.
– ¡Como si eso me importara! Eres un pesado de lo peor, en fin, dame tu dirección y ahí estaré por la tarde– accede la joven de mala gana, Alexander anota la dirección en un pedazo de papel y se lo entrega a la joven.
Sheriza sale del salón, se siente más molesta que nunca. Nadie se atrevía jamás a hablarle de la manera en la que Alexander le habló. Se encuentra indignada hasta el límite; sin embargo, eso a Alexander no le interesa. Al menos ha logrado que la joven acceda a hacer el trabajo que les corresponde aunque él no le agrade y eso es lo que más importancia tiene para Alexander. El joven sale del salón, se dirige hasta donde ha dejado su bicicleta, sube en ella y sale del campus. Mientras tanto, cuando Sheriza sale del instituto el autobús escolar ya se ha marchado, decide caminar para despejar su mente y relajarse un poco. No entiende porque el simple hecho de pensar en tener que ir a casa del pesado de Alexander le molesta tanto.
Sheriza llega hasta su casa, se cambia de ropa, come algo, prepara las cosas que puede llegar a necesitar y toma el papel que Alexander le entregó. Por primera vez desde entonces observa la dirección y se percata de que es a dos cuadras de su casa, «El mundo es tan pequeño» piensa con sorpresa. Toma las llaves de su casa y sale, avanza con rumbo a la dirección que Alexander escribió, después de unos minutos, Sheriza llega a una bonita casa de color azul, se posa frente a la puerta y toca el timbre, Alexander que se encuentra en la sala avanzando en el trabajo, se pone de pie, avanza hasta la puerta y abre.
– ¡Ha llegado temprano la princesita! A decir verdad, esperaba su arribo a mi humilde hogar más tarde, entre – indica con tono sarcástico.
– ¡Déjate de tonterías! Vivo cerca de aquí, a dos cuadras para ser exacta – replica ella con tono hostil.
– De acuerdo, ven, he avanzado un poco, ¿Se te ofrece algo antes de continuar?– pregunta Alexander con un tono casual y amable.
– No, gracias, ¿Cuál era el tema?– pregunta la joven depositando sus cosas en la sala.
– Diferencias estructurales entre la fabula y la epopeya – responde él sin poder evitar reírse al percatarse de la reacción de la joven.
– ¡Ese no es un tema extenso, me engañaste, bribón! – expresa molesta.
– Lo sé, niña, mentí, si no hacemos el trabajo juntos no lo valdrá la profesora por ello dije que era muy extenso de otra manera seguramente te habrías negado– responde sin ocultar lo divertido que le resulta.
– Bien jugado, Ellis, hagamos ese trabajo así podre retirarme pronto.
Ambos jóvenes se concentran únicamente en realizar su tarea. Cada uno hace lo que le corresponde y unas horas más tarde, logran concluir el trabajo para la exposición. Sheriza ha quedado sorprendida al darse cuenta que son un gran equipo, únicamente les hace falta memorizar lo que dirán frente a sus compañeros y ese proyecto estará concluido. Memorizar no representaba ningún problema para ellos por lo que se tomaban con calma ese asunto. Una vez que se encontraron totalmente de acuerdo en que habían concluido él se ofrece a acompañarla hasta su casa, debido a que es un poco tarde; sin embargo, ella se niega. Sheriza sale de casa de Alexander, avanza por la banqueta en dirección a su casa, al llegar entra y sube a su habitación. Después de haber convivido mas con Alexander, ya no le parece tan odioso como antes pero no debe hablarle en el colegio, podría afectarle a nivel social. Alexander también se encuentra muy sorprendido, no esperaba que la joven fuera tan brillante, los populares por lo general eran malos estudiantes; sin embargo, ella no lo era por lo que comienza a sospechar que Sheriza aparenta ser alguien diferente en el colegio, cuando en realidad es otra.
Al día siguiente todo transcurre de manera normal al comienzo de la mañana, todos los estudiantes llegan al instituto y se encargan de cumplir con su respectivo horario. Durante la segunda hora de clases llega el momento en el que Sheriza y Alexander deben exponer el tema que les corresponde. Los jóvenes preparan todo lo que necesitan para comenzar su exposición del tema que les fue encomendado. Ambos se encuentran tranquilos y seguros de que han realizado un muy buen trabajo e inclusive Alexander piensa que ha servido para tener una mejor relación con su compañera que al parecer tanto lo desprecia.
–Buenos días a todos, este día mi compañero, Alexander Ellis y yo, Sheriza Russell les hablaremos acerca de las diferencias estructurales entre la fabula y la epopeya, para comenzar, recordemos que las fabulas son textos literarios cortos de los que se desprende una enseñanza o lección. Y los elementos estructurales de la fabula, son los siguientes: la anécdota, el tiempo, el espacio, y el lenguaje figurativo–comienza Sheriza con confianza.
–Mientras que, la epopeya es un relato narrativo que forma parte del género de la épica. Las epopeyas abordan las acciones que componen la tradición de una nación o de una cultura. Los elementos estructurales de la epopeya consisten en: Historia, Contenido, Narrador, Espacio y tiempo en la obra y Lenguaje artístico y popular.
– En la fabula se comienza con la presentación de una situación inicial, tras la cual se plantea un problema que a veces tiene solución y otras no. La historia comienza o finaliza con una moraleja.
–Los elementos esenciales de la fabula son la presencia de un narrador omnisciente, personajes en un lugar y tiempo, son intemporales, en la epopeya el narrador es omnisciente, el tiempo y lugar no se puede ubicar con exactitud en todas las epopeyas.
–Otros aspectos constitutivos de la fabula son los elementos fijos u objetos, y los mutables o procesos. Los procesos pueden ser signo negativo o positivo...
Los jóvenes continúan con la exposición durante toda la clase, mientras la profesora observa y escucha asombrada el trabajo que han realizado los jóvenes y lo que más la impresiona es lo bien hecha que se encuentra la presentación, sabía que no se equivocaba al hacerlos trabajar juntos a pesar de la negativa de la joven.
– ¡Felicidades, han hecho un trabajo impresionante, son un gran equipo!– expresa la profesora al terminar su exposición.
Ambos ya lo habían pensado; sin embargo, Sheriza no puede evitar sentirse incomoda ante el comentario que hace frente a todos sus compañeros la profesora. Mientras tanto, Alexander mueve su cabeza de manera afirmativa, se encuentra totalmente satisfecho y de acuerdo con la profesora, todo resulto mejor de lo que él espero.