Nunca Tú

Acciones incomprensibles

Dos semanas más tarde, siendo un día tranquilo de clases en el colegio, Sheriza recorre el inmenso pasillo que la guía a la salida del instituto. Las clases finalizaron de manera normal por lo que en compañía de sus inseparables amigas avanza tranquilamente, conversando, como siempre, banalidades de la vida, las tres jóvenes ríen divertidas sin preocuparse de absolutamente nada.

– Shery hermosa, ¿Podemos hablar?- pregunta alguien colocándose frente a la joven evitando que continúe avanzando.

– Ryker querido, me alegra verte, este día estuviste muy desaparecido– comenta colocando esa sonrisa falsa en su rostro –. Me encantaría hablar contigo; sin embargo, ahora no me es posible, iremos al centro comercial y se nos puede hacer tarde.

– No te quitaré mucho tiempo, linda, lo prometo– insiste con sonriendo encantador.

– No te preocupes, Shery, habla con Ryker, nosotras debemos irnos, tenemos algo que hacer y por ello no podremos ir al centro comercial– comenta Avery interviniendo arruinando totalmente la idea de Sheriza para alejarse de aquel fastidioso joven.

–En ese caso está bien, vamos, Ryker, hablemos afuera– accede Sheriza llenándose de paciencia y ocultando el fastidio que le genera tener que hablar a solas con aquel joven.

Aunque en realidad Sheriza no tiene nada que hablar con ese insistente joven, por el bien de su popularidad no es posible rechazar a Ryker frente a todos los que se encuentran en el pasillo del instituto. Los jóvenes avanzan juntos por el pasillo con paso tranquilo dejando atrás a las gemelas. Realmente Sheriza se esfuerza mucho por tolerar la presencia de Ryker a cambio de mantener su imagen intacta. Llegan hasta el exterior del instituto, Ryker se encuentra muy nervioso, ha pensado mucho en ese momento en el que hablaría a solas con Sheriza y aunque tenía pensado todo lo que quería decirle, en ese momento, sentía que no era capaz de materializar la idea con sus palabras como quería hacerlo.

– ¿De qué querías hablar?– pregunta ella con frialdad mientras lo mira sin comprender que más desea decirle, durante la fiesta ella fue muy sincera y clara en sus palabras.

– Bueno, yo… realmente tenía todo un discurso preparado para decírtelo pero ahora ya lo he olvidado todo– expresa él joven sonriendo divertido.

– Eso significa que no tienes nada que decirme ahora y como yo tampoco tengo nada que decirte me voy– responde la joven con la evidente intención de retirarse; sin embargo, Ryker se lo impide.

– ¿Te gustaría ser mi novia?– cuestiona rápidamente sorprendiendo a Sheriza.

– ¡No!– responde Sheriza sin pensarlo ni un solo segundo.

– Pero…

– ¡Pero nada!– exclama interrumpiendo al joven–. Te lo dije, Ryker, no me gustas y no puedes hacer nada para cambiarlo, en el corazón no se manda y yo no siento absolutamente nada por ti.

– ¡No es justo, Sheriza! ¡Sabes que estoy enamorado y tú has alimentado este sentimiento!– expresa Ryker sin ocultar la frustración que lo ha invadido.

– ¡¿Yo?! ¡¿Cuándo?! ¡Te dije claramente que no me gustabas!– indica Sheriza molesta por el tono que ha utilizado el joven al hablarle.

– ¡Y después permitiste que me acercara para besarte!

– ¿Y me besaste acaso? ¿No, verdad?

– ¡Pero ahora lo haré!– indica el joven lleno de convicción.

– Sigue soñando– responde la joven girando para retirarse de ese lugar pero Ryker la detiene sujetándola del brazo–, ¡Suéltame!

– ¡No en esta ocasión, Sheriza! ¡Siempre juegas conmigo como quieres y ya me canse!

– ¿Y qué piensas hacer? ¿Obligarme a besarte? ¿Piensas que de esa manera sentiré algo por ti? No, Ryker, ya te lo dije muchas veces, no puedo hacer aparecer un sentimiento en mí de la nada.

– ¡Te amo! ¿Entiendes?– cuestiona sujetando mas fuerte el brazo de la joven.

– ¡Suéltame de una vez, Ryker! ¡Me estas lastimando!– indica la joven furiosa intentando liberarse del agarre del joven sin éxito alguno.

– Te dijo que la soltaras, ¿No escuchaste?– interviene alguien llamando la atención de los jóvenes.

– ¡No es tu asunto cuatro ojos, vete de aquí!–  responde Ryker de manera grosera.

–No me provoques, no suelo resolver mis problemas de manera agresiva, déjala tranquila– advierte manteniendo su tono tranquilo.

– ¡¿Por qué te involucras si sabes que esto no terminara bien?!– cuestiona Ryker molesto.

– Será como quieras–  murmura el joven tranquilamente deshaciéndose de lo que trae, quita el cabello que cubre sus ojos y sus gafas, dejando ver sus impresionantes ojos verde esmeralda en todo su esplendor, Ryker libera de su agarre a Sheriza que mira a Alexander sin comprender su manera de actuar, « Siempre he actuado de manera grosera con este joven tan callado y asocial, ¿Por qué ahora me ayuda?» piensa analizando todo.  Ryker terriblemente molesto por la interrupción del joven que le resulta desconocido lanza un golpe sin pensarlo al joven de ojos verdes, después de que tantos lo molestaran, Alexander tomó clases de defensa personal por lo que resulto sencillo esquivar el golpe lleno de ira de Ryker. Realmente detesta pelear pero en ocasiones se vuelve imposible evitar las peleas, Alexander continua esquivando los golpes del iracundo joven hasta que Ryker lleno de frustración decide alejarse sin molestar mas al joven dejando a Sheriza a solas con Alexander.

– ¿Te encuentras bien?– cuestiona Alexander mirando a la joven preocupado.

– Sí, gracias pero, ¿Por qué me has defendido?– pregunta Sheriza sin ocultar su confusión.

– Lo haría por cualquier persona que se encuentre en problemas– responde el joven con tono casual.

Alexander recoge todas sus pertenencias y se coloca nuevamente sus gafas. En realidad él desconoce la razón por la cual ha tenido la necesidad de defender a Sheriza cuando ella siempre ha sido grosera con él. Simplemente es consciente que cuando se percató de lo que sucedía, una sensación de terrible molestia lo invadió. Que traten a Sheriza de esa manera es algo que le resulta intolerable.




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