Nunca Tú

Celos

Alexander hace tiempo se encuentra en su lugar esperando a que el profesor de la clase llegue. Mientras tanto, se dedica a dibujar, tiene en mente un proyecto que debe terminar lo más pronto posible. Se encuentra totalmente concentrado en esto cuando una mano se posa en la mesa de su banca, él eleva la mirada y sonríe con ternura, ella le corresponde con una pequeña sonrisa y avanza hacia su lugar.  Alexander vuelve su atención a la mesa y se percata de la nota que la joven ha dejado, la toma y lee lo que dice.

TE AMO.

En el descanso no salgas, necesito hablar contigo, es importante.

Atte.: Sheriza.

Una vez que lee el mensaje en la nota de la joven, Alexander guarda el papel en su mochila y sonríe, no sabe qué es lo que quiere la joven pero es la primera vez que le pide hablar en el colegio. Aunque para cualquiera resulta algo irrelevante para él tiene toda la importancia del mundo y se siente inmensamente feliz por esa razón. El descanso llega y obedeciendo a la nota que Sheriza había dejado sobre su mesa Alexander se mantiene en su lugar esperando a que todos salgan. Sheriza por su parte le pide a sus amigas que se adelanten a la cafetería, se excusa diciendo que debe hacer una llamada importante a sus padres, Violet y Avery que conocen perfectamente a su amiga salen dejando a ambos solos. Una vez que todos han salido Alexander se pone de pie, avanza hacia el lugar de la joven y toma asiento frente a ella.

– ¿Qué sucede, princesa?– pregunta él mirando a la joven a los ojos.

– Nada–  responde ella sonriendo considera que lo mejor es no mencionar lo sucedido con Ryker así evitará entristecer a Alexander–. Te extrañaba mucho.

–Eso me hace feliz pero sé que no es verdad, al menos no del todo, ¿Por qué dejaste esa nota en lugar de mandar un mensaje a mi teléfono?

– Me pareció más romántico, ¿No te gustó?– cuestiona ocultando la verdadera razón de su actuar.

– Me gustó mucho y la guardaré por siempre pero me preocupe, decía que era importante.

– Es cierto, no es la única razón, lo que sucede es que un pajarito me ha dicho que te encuentras un poco triste, eso me preocupa, ¿Qué es lo que te sucede? ¿Es por mí?

– ¿Cómo podría sentirme triste teniéndote a mi lado? Tu únicamente me haces sentir feliz– responde con una pequeña sonrisa.

– Alex, de verdad si hay algo que no te agrade debes decírmelo, no quiero que te sientas mal por ninguna cosa, realmente eres muy importante para mí y no deseo lastimarte.

– De acuerdo pero no te molestes, no sé quién te ha dicho esas cosas pero mírame, estoy bien– responde mostrándose lo más tranquilo que le es posible, no desea hacer que ella se sienta mal.

– De acuerdo, te invito a cenar hoy a mi casa, te presentare a mis padres– expresa Sheriza con una sonrisa.

– ¿Lo dices de verdad?– pregunta él con emoción, sus ojos brillan de manera intensa haciendo que el corazón de Sheriza lata rápidamente, realmente Alexander posee unos hermosos ojos especialmente cuando brillan de esa manera.

– Así es, ¿Te he dicho que eres verdaderamente muy atractivo? Amo tus ojos– expresa mirándolo con ternura.

– ¡Eres la mejor!– exclama él con una gran sonrisa–. Te amo, Sheriza Russell.

– Yo a ti, Alex, ve a comer algo.

– Tú también– dice poniéndose de pie, siendo imitado por ella–. Puedes salir tu primero.

– Realmente eres increíble, te amo, Alex– se acerca al joven dejando un suave beso en los labios de él haciéndolo sonreír para después salir y reunirse con sus amigas en la cafetería.

Llega el fin de las clases, todos salen del salón, incluido Alexander que avanza tranquilamente en dirección a su casillero para guardar algunas cosas, al llegar abre y comienza a guardar todo sin preocupación alguna. Se encuentra por terminar cuando su vecino de casillero llega en compañía de sus dos amigos hablando sin preocuparse de que los escuchen.

– ¿Estás seguro de lo que dices, amigo? ¿No habrá sido un sueño?– cuestiona uno de ellos sin ocultar el escepticismo que siente.

– ¡Es verdad! Hoy por fin he probado esos labios tan hermosos que me llenan de obsesión y les juro que ha sido mejor de lo que me imagine pero me equivoque, dije que si los probaba esa obsesión se terminaría; sin embargo, no ha sido de esta manera, todo lo que ha sucedido es que ahora mi obsesión por ella es aún mayor, realmente me enloquece.

– ¡No puedo creerlo, conociéndola como la conocemos, no encuentro lógica alguna!– exclama el otro joven con escepticismo.

– Eso es porque no les he explicado como sucedió, ella se encontraba en su casillero sacando algunas cosas, me acerqué, hablamos por algún tiempo pretendía retirarse cuando la detuve y la besé, ha sido maravilloso y aunque me he ganado una buena bofetada, ha valido completamente la pena.

– ¡Ahora comprendo! Estas exagerando, amigo, pensé que realmente habías conquistado su corazón pero ni siquiera te dio ese beso por voluntad propia, tuviste que robarlo– indica Peter divertido.

– ¡¿Tú que vas a saber, Peter?! Yo sentí como ella controlaba sus sentimientos para no corresponderme, se que realmente le gustó pero no se atreve a aceptarlo– replica Ryker molesto por el comentario de su amigo.

– ¡Sigue soñando, Ryker! Russell es más complicada de lo que todos imaginamos, inclusive te ha dado una buena bofetada– replica Anthony sin saber lo que sus palabras han provocado en un joven que escucha atentamente lo que ellos decian, al principio se sintió indignado porque no es de caballeros hablar de esa manera de una joven pero ahora siente como su sangre hierve de rabia.

– ¡Ya te lo dije, ella está enamorada de mi; sin embargo, por el momento no puede decirlo abiertamente y ustedes saben bien la razón!– comenta Ryker con tono presuntuoso.

– Ya lo veremos, Ryker– expresan sus amigos en unisonó.

Alexander decide no continuar escuchando absolutamente nada. Siente como cada célula de su cuerpo se colma con la ira que crece en su interior, « ¿Por qué Sheriza no me ha dicho nada? ¿Por qué he tenido que enterarme de esta manera? Ese idiota de Ryker ha tenido la osadía de besar a mi novia pero lo que más me molesta es no poder defenderla, esos idiotas hablan de manera tan inadecuada de mi amada mientras yo me encuentro atado de pies y manos para poder protegerla, ¿Qué clase de novio soy? » Piensa y se recrimina lleno de frustración. Sin embargo, es consciente de que si hace algo le ocasionaría problemas a la joven y eso realmente ella no se lo perdonaría. « ¿Qué puedo hacer?» se cuestiona al tiempo que avanza rápidamente. Todo lo que quiere es salir pronto de ese lugar y llegar a su hogar, el único sitio en el cual se siente seguro.




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