Mientras tanto, Alexander se encuentra llegando hasta el colegio en su bicicleta como lo hace comúnmente, baja de esta y se encamina al interior del instituto. De pronto eleva su mirada y se encuentra con un espectáculo totalmente desagradable. Siente la ira crecer en él sin ser capaz de controlarlo, Alexander furioso avanza empujando con toda la intención a Ryker que tiene abrazada a Sheriza en la entrada del instituto.
– Ten cuidado, cuatro ojos, en esta ocasión lo dejare pasar porque me encuentro muy feliz, ven aquí, quiero confesarte algo muy divertido–comenta Ryker provocando aun más la ira de Alexander y por si fuera poco sorprendiendo a Sheriza que se llena de terror al adivinar lo que planean hacer sin habérselo comunicado.
– No me importa nada de lo que tengas que decir– responde Alexander sin molestarse en girarse para observarlo.
– ¿Ni siquiera si se trata de “tu novia”?– cuestiona Ryker remarcando la frase con tono burlón mientras los demás permanecen en silencio.
– No comprendo de que hablas– responde girando para mirar a Sheriza que baja su mirada sin atreverse a mirar esos hermosos ojos, no tiene el valor para enfrentar la mirada del joven en ese momento, siente sus ojos arder por las lágrimas que se acumulan en sus ojos pero debe controlarse.
– Es lo siguiente, recuerdas que hace tiempo defendiste a alguien, bueno, no debiste meterte conmigo, ¿Sabes? Debido a esa acción imprudente te convertiste en el blanco de una, ¿Cómo decirlo?– dice Ryker fingiendo meditar sus palabras–. Veras, cada integrante de nuestro grupo debe cumplir una misión para continuar formando parte de nuestro circulo social, ella misma creo este juego pero no había cumplido ningún reto para pertenecer a nuestro circulo social y debía cumplir como todos los demás lo hemos hecho y lo hizo muy bien, ¿Sabes? Es una gran actriz, espero que la felicites porque se esmeró mucho.
– No tengo tiempo para sus juegos– indica ignorando todo lo que ha dicho Ryker y girando para continuar su camino en dirección al interior del instituto cada palabra de ese joven le resultaba absurda.
– ¡Oye, espera, no te vayas así, aun no termino de contarte, nuestro juego llegó a su final, felicita a mi novia!– exclama señalando a Sheriza a su lado que siente nauseas al escuchar esas palabras–. El juego era enamorarte y lo consiguió, darías tu vida por ella y lo demostraste manteniendo oculta tu relación únicamente para protegerla, no eres realmente una ternura.
Alexander asimila las palabras y la revelación que ha tenido, siente su corazón hacerse pedazos pero no dice palabra alguna. No debe permitir que se burlen de sus sentimientos, observa lleno de decepción a Sheriza quien no se atreve a mirarlo mientras controla las ganas que tiene de llorar, Alexander guarda sus sentimientos y sonríe de manera frívola, no permitirá que nadie lo humille de ninguna manera aunque se encuentra destrozado por dentro, quita sus gafas y los mira con frialdad.
– Lo mejor es cuando el juguete se convierte en jugador, ¿No lo creen? ¿Realmente creyeron que me engañaron? Siempre lo supe, únicamente me divertía un poco, la señorita Russell besa increíble y no desaprovecharía la oportunidad, no deberías sentirte tan feliz, Ryker, después de todo Sheriza es tu novia y durante su actuación tuvo que hacer demasiadas cosas que a ningún novio le gustaría que su novia hiciera, si me disculpan tengo cosas mejores que hacer, adiós– comenta sonriendo con arrogancia.
Sheriza escucha atentamente las palabras de Alexander sin atreverse a mirar los ojos del joven. Sabe muy bien que él ha mentido para protegerse del idiota de Ryker y todos los demás presentes. Se siente terrible, verdaderamente nunca debió aceptar ese reto sin importar nada. Pertenecer a ese grupo social se había convertido en algo de suma importancia para ella por lo que se había comportado como una cobarde al no defender su amor para conservar esa posición social que le permitía mantenerse a salvo de los acosos y maltratos. Se encuentra terriblemente arrepentida de haber lastimado a Alexander pero es tarde para remediarlo.
– Nunca espere que hicieran esto– indica indignada una vez que Alexander se ha alejado–. Nunca se los perdonaré, les pedí evitar esto y ya que no habían accedido de menos debieron tomarse la molestia de consultar conmigo cómo y cuándo sería revelado todo.
– En realidad, Shery, lo hicimos de esta manera porque desconfiamos de ti, eres lista y hubieses encontrado la manera de evitarlo, cosa que sabes perfectamente no está permitida– explica Violet sin mirar a Sheriza a los ojos.
– ¿Se encuentran satisfechos?– pregunta ella molesta por las palabras de su amiga.
– Sheriza, tu estipulaste las reglas de pertenencia– interviene Avery apoyando a su hermana–. Todos aquí hemos cumplido con lo que nos pides, no es el primer juguete que tenemos, no comprendo tu molestia.
– Realmente te enamoraste de ese idiota, ¿Verdad?– pregunta Ryker con amargura.
– ¡Dejen de pensar tonterías, su padre es socio de mi padre y no quiero causarle problemas a mi familia por eso quería terminar este juego sin este espectáculo!– exclama justificando su actitud.
– Debiste decirlo antes, Sheriza, creíamos que te habías enamorado y por ello te comportabas de esa manera, espero no le causemos problemas a tu padre– comenta Avery.
– Ya no importa, lo hecho, hecho esta, vamos a clases, una cosa más, Ryker, no somos novios así que por favor no lo repitas porque me produce nauseas y sabes perfectamente cuanto te detesto– indica ella con frialdad.
– Tranquila, no tienes que decirlo de esa manera tan cruel, únicamente lo dije para destrozar a ese idiota aunque al parecer no lo hemos conseguido, es un arrogante– responde ocultando lo hirientes que resultaban las palabras de esa joven que era tan importante para él.
– ¡¿Esperabas que rompiera a llorar?! ¡Por favor, Ryker! Alexander es muy orgulloso, jamás permitiría que lo pisoteemos, debemos dejarlo tranquilo, mi misión ha finalizado y no hay nada más, lo saben bien– comenta riendo con ironía.