Día 24, mes 3, año 4224 del calendario imperial.
Después de comer, el grupo decidió caminar un rato hasta que comience la siguiente clase; Bridget tenía por lo menos dos horas libres más, mientras que los de primero aún tenían media hora de descanso.
Cuándo llegaron a los jardines del sur, en donde había un gran invernadero de cristal, notaron como algunos alumnos de años superiores se encontraban colocando cintas alrededor del edificio de vidrio.
Para ese entonces, a Bridget empezó a llamarla uno de los varones que se encontraban allí. Era Arno; una anaconda de manchas negras de veintiséis, quien se acercó una vez captó la atención de la felina.
—¡Que gusto verte por aquí Basset!— Exclamó el hombre de veintiséis, cargando brevemente a la mujer en sus brazos antes de dejarla en el suelo. —¿Viniste a participar otra vez? Volverías a arrasar con todos— Cuestionó juguetón, caminando alrededor de la de cabello rizado.
—Oh no, no. No, no. Y no.— Negó Bridget reiteradas veces, siguiendo con la mirada al reptil. —Suficiente tuve la anterior vez, ya tuvieron bastante de mi— Exclamó con diversión, cruzándose de brazos al ver una mueca descontenta del mayor.
—¿Participar otra vez?— Cuestionó Eugene, repitiendo las palabras del hombre que rodeaba a Brudget, asomándose por sobre el hombro de la mujer.
—¿Fuiste competidora el año pasado?— Esta vez fue Charlie quién preguntó, manteniéndose alejado del hombre reptil presente.
—Y vaya que fue competidora.— Exclamó Arno, dibujando una sonrisa divertida al recordar el momento. —El año pasado la competencia se hizo a mitad del cuarto mes, y hasta ese momento Bridget se había mostrado indiferente al tema. Fue de las que se presentó a último momento, pero al transformarse nos asombró con el tamaño que tenía..—
—¿Tan grande es?
—No tienes idea, muchacho.— Exclamó Arno con voz divertida, deteniéndose frente al grupo. —¿Ustedes participarán en la muestra? No es obligatorio, pero cabe la posibilidad de que puedan integrarse a un grupo social de su mismo tipo de animal..— Comentó con amabilidad, inclinándose ligeramente para no verse más amenazante de lo que se veía. Pues si, ya había visto temblar a los más bajitos de ese grupo de primero.
—Paso.— Fue el primero en decir Damián, dando un paso al costado mientras se cruzaba de hombros.
Su inmediata respuesta llamó la atención de sus cercanos, siendo Erick y Charlie quienes se le abalanzaron.
—¿Como que no?— Gritó Erick, tomándolo por los hombros.
—Vamos, Hilary. Todos vamos a participar, no te queremos dejar excluido. Vamooos— Insistió Charlie, agarrandolo de los brazos. Pues, al ser el más jovencito del grupo con diecinueve, era considerablemente más bajo que la mayoría.
—No. Si participo, como ustedes quieren, solo haré que mi presentación se vea opacada por los rumores que se esparcieron..— Se quejaba el pelinegro, frunciendo la nariz tras que se le escapase un gruñido.
—Eso lo de menos, Hilary.— Habló esta vez Bridget, pues Marina junto a Eugene e Isis se encontraban con Arno hablando sobre los detalles del evento.
La mayor de todo el grupo, en cuestión de edad, se acercó a Damián para agarrarlo de los hombros con amabilidad. Aunque antes tuvo que separarlo de Charlie y Erick, quienes al pobre pelinegro lo andaban sacudiendo como si fuese una ramita de un pino silvestre.
—Si bien el rumor ese afecta tu orgullo, Hilary, no deberías permitir que te afecte.— Decía Bridget con una voz amigable, mirandolo a los ojos mientras que sus manos palmeaban amistosamente sus hombros. —Tal vez tengas problemas para manejar tu cambio de forma ¿Y que con eso? Puede que sea solo una etapa, todos pasamos por un momento en que no logramos cambiar en el momento que queremos. ¿Sabes que deberías hacer?— Le pregunto, auto interrumpiendo su discurso para notar como el varón frente a ella mantenía el ceño fruncido.
—No participar.
—Participar y demostrarles que están equivocados.— Exclamó con bravura, soltandolo para dar unos pasos hacia atrás. —Lo mejor que uno le puede hacer en estos casos es demostrarles que nada te hará derrumbarte.— Aseguró, girando sobre sus talones para darle la espalda. Y antes de avanzar, giró ligeramente el rostro y le regaló una sonrisa maliciosa. —A fin de cuentas, nada hiere más el ego de los que buscan tu mal que verte más que seguro de ti mismo. Alza la cabeza Hilary, y hazle hervir la sangre a esos idiota.—
[...]
—¡Esos son mis novatos!— Gritó Bridget desde el poste en donde estaba sentada, en compañía de Lucas y Saragh junto a un grupo más, mientras movía con energía el banderín con un estampado de "Team Primer Año" grabado en blanco.
—Deberías relajarte un poquito, podríamos caer.— Pidió Sarah, con un tono algo nervioso, mientras se sujetaba firmemente al poste que temblaba.
—Déjala ser, está feliz de que su grupo haya hecho un buen debut— Suspiró Lucas, rendido ante la idea de tranquilizar a la eufórica Pantera, mientras sujetaba a Bridget de la cintura para que no cayera.
Unos metros más abajo, en el centro del jardín oeste, se encontraban los alumnos de primer año. Ya habían pasado más de cincuenta cambiaformas, algunos parecidos y otros diferentes pero todos igual de fantásticos. Charlie fue el primero en transformarse, y llamó la atención gracias al peculiar pelaje que tiene; Era un conejo volcanico, de las tierras volcánicas del sudeste, de tamaño promedio y su pelo era de color gris azulado con pinceladas de tonos marrones y blanquecinos.