mes 05, año 4224 del calendario imperial.
La vida universitaria pasaba con una amistosa rapidez y finalmente todos se habían terminado de acostumbras a la movida rutina. Bridget logró, luego de tres meses de clases, acomodar sus horarios y ahora aprovechaba más de su tiempo pues al final no había conseguido el puesto de presidenta.
Las clases se volvían cada vez más desafiantes y fascinantes de igual manera, disfrutaba cada oportunidad que se le daba para aprender más sobre la magia e historia del imperio. Sin embargo, desde principios del mes cinco, comenzó a sentirse en constante alerta y eso le recordaba constantemente que debía mantenerse con bajo perfil ciertos aspectos de si misma.
[...]
Día 10, mes 5, año 4224 del calendario imperial.
El día se prestaba, no hacía tanto calor y el cielo primaveral se encontraba despejado. Bridget, vistiendo un vestido liviano hasta los tobillos color beige, caminaba hacia la biblioteca pues tenía un encuentro de estudio con Lucas pero al girar en la esquina se encontró a una Marina evidentemente emocionada con un Charlie transformado en conejo en sus manos.
—¡Por fin te encuentro!— Exclamó la rubia, con una sonrisa eufórica, mientras abrazaba a la mujer. Cuidando de no dejar caer al pequeño Charles.
—¿Por qué me buscabas?— Preguntó Bridget con cierto nerviosismo, palmeando la cabeza de la más baja, mientras se removia algo incomoda. —¿Por qué Charles cambió de forma?— Cuestionó curiosa, tomando en sus manos al conejo tricolor.
—Perdió una apuesta con Mirimh de tercero, debe estar así por tres días más.— Respondio con cierto desinterés, enlazando su brazo con el de Bridget para arrastrarla consigo. En realidad no tiene la suficiente fuerza para hacerlo, pero la más alta le hace creer que si.
—Entonces.. ¿A ti te sucedió algo?
—Oh no, estoy bien. Te buscaba para ir al auditorio, me enteré que organizaron una exposición de la historia del imperio.— Explicó Marina con simpleza, caminando con prisa. —Hay artefactos de magia bastante antiguos y hay manuscritos viejos. Hasta hay proyecciones de los cambia formas más destacados que tuvo Arcadia, el Sr. Grand explicó que lograron las proyecciones con un poco de magia lumínica.—
Ambas jóvenes mujeres caminaron un par de minutos más, cruzándose con varios conocidos en el tramo. Al llegar al auditorio se encontraron con una gran multitud de estudiantes, los cuales también se veían interesados en la exposición.
El ambiente estaba lleno de emoción y curiosidad, todos correteaban de un lado a otro mientras debatían entre ellos mismos.
Marina se abría paso entre la gente de forma imprudente, siendo Bridget quien se disculpaba mientras cuidaba que el conejito Charles no se cayera de sus brazos. Una vez tenían algo de comodidad, se acercaron al pasillo con las vitrinas y los hologramas que demostraban la rica historia de su raza.
Mientras curioseaban por el pasillo, un holograma llamó la atención de Bridget. Mostraba una transformación legendaria que pertenecía a un alumno destacado de Arcadia del año 2400, la proyección mostraba un gran dragón de escamas plateadas, una figura que emanaba poder y majestuosidad por donde se viese.
—De los últimos dragones avistados en Arcadia..— Susurró Bridget mientras leía el contenido de la placa del bronce frente al holograma.
—¿Me dijiste algo, Brid?— Preguntó Marina con rapidez, tomando a Charles de las manos de la mujer de cabello cobrizo, pues creyó haberla escuchado balbucear.
—Oh no, no dije nada..— Exclamó, dirigiendole una rápida sonrisa mientras mantenía sus ojos fijos en la figura.
Pero claro que había dicho algo, solo que su amiga no era capaz de comprender sus palabras.
Bridget miró la proyección con fascinación, sintiendo una corriente de emoción recorrer sus venas con solo ver el holograma del ser imponente frente a ella. Su piel se erizo al reconocer aquellos luceros naranjas, recordaba vivamente aquella figura que aparecía en uno de los tantos retratos en su hogar.
—¿Impresionante, no es así?— Le susurró al oído una voz de naturaleza grave, la cual sacó a la mujer de sus pensamientos.
Bridget giró la cabeza de forma inmediata, reconocía sin problemas al dueño de esa voz y al cruzar miradas se encontró con la sonrisa amigable de Damián, quien parecía observar el holograma con atención.
—Es magnifico..— Contestó ella con una voz suave, volviendo a posar sus orbes dorados en la figura dragónica con un sentimiento de melancolía situándose en su pecho.
—En esos años, era generalmente extraño ver a dragones estudiar con otros cambia formas..— Comentó Hilary, con su mirada carmesí fija en el holograma. —Se dice en los viejos manuscritos que poseían una sabiduría y un poder que trascendía generaciones, debido a que ellos tenían promedio de entre setecientos a mil años de vida. Este ejemplar, según palabras de la Sr. Fryst, fue el último dragón avistado en el imperio y se creía que tenía no más de cuatrocientos años en la fecha de desaparición.. Se teoriza que vivió hasta inicios del año 3000, pero no hay pruebas concretas de ellos.. Y desde el 3009 se los declaro oficialmente extintos, por lo que Nydameth lleva casi doce siglos sin un ejemplar de dragón.