Obligada a amarte

2."Esto es solo el comienzo".

—Sabes, recientemente  he tomado consciencia de que que la imagen que estoy  tramando de forjar no se complementa muy bien con mis acciones— comenté tomando una profunda respiración, permitiendo a esos pensamientos tomar forma—Al fin y al cabo ninguna mujer empresaria querría que un escándalo de magnitudes globales la siguiera y persiguiera, tampoco seria de mi  agrado que en mi lapida estuviese grabada la frase: “Buena hija , buena amiga, excelente amante” — dibuje unas comillas en el aire, dándole la espalda al motivo de mi dilema.


 

Estaba al corriente de que mi conducta no era precisamente la adecuada. Una chica correcta no hacía esto sin embargo no podía contenerme, la conexión que tenía con Ryder era incluso más fuerte que mi decencia, que mis ganas de comportarme con un ser humano decente.

 

—Me gustaría tener la voluntad de cambiarlo aun así cuando estoy cerca tuyo es como si no pudiese  caminar en línea recta y me surgiera la necesidad de hundirme en las sombras tal. De meterme de narices en las profundidades  y navegar en ellas— añadí, contemplando  la ciudad viendo como se mantenía calma ajena a los problemas,  a las malas decisiones que la gente que la habitaba hacía, y me fue imposible no preguntarme cuántos romances como el nuestro se escondian detrás de las cortinas de los edificios que rodeaban los canales en los que las personas solían idolatrar.

 

Me giré para tener una mejor vista de Ryder, quien estaba sentado en la punta de la cama, abronchando  su camisa blanca e impoluta que se contraponía  a los colores que inundaban su alma.

 

— ¿Y? — inquiri— ¿Hiciste lo que te pedi?

 

La culpa se instaló en sus facciones dándome la respuesta que no quería aunque era la que tenía el presentimiento que recibiría.

 

—Oh, vamos. Llevo meses esperando a que lo hagas. No puede ser tan difícil.Ya he esperado demasiado, Ry por mas que me gustase engañarme y me esfuerce en quitarle  la importancia que tenía  no disfruto  precisamente de ser la otra mujer.

 

—Te aseguro que antes de la próxima navidad le presentaria los papeles del divorcio a Sylvie.


 

Su promesa me sacó una sonrisa, pero lamentablemente esta distaba mucho de estar cargada de alivio o de alegría. Más bien expresaba lo opuesto. Tal vez era arriesgado decir que la desilusión estaba impregnada en ella,, no obstante  no estaba tan lejos de ser así.

 

Ella era una mujer francesa que representaba la elegancia, la franqueza, que era básicamente el ideal que haría que cualquier hombre suspirara y le dedicara muchas noches y baños fríos para que le bajaran la calentura que ella les generaba. Basicamente era lo que siempre había admirado, tanto que incluso había robado a su hombre, queriendo inconscientemente, ocupar sus zapatos. 

 

—SI recibiera un centavo por cada vez que he oído esto, mi cuenta bancaria llamaría la atención del gobierno de lo gruesa que se habría vuelto— respondí  poniendo los ojos en blanco— Sinceramente estaba  empezando a cansarme de que estos fueran solo palabras. ¿Tu comprendes que son tus actos lo que cuentan no?  Creeme, si tu no haces nada al respecto, seré yo quien y tome cartas en el asunto.

 

Su ceño se frunció y  era evidente que mi amenaza no había sido bien recibida por él. De igual modo, lejos de hacerme sentir intimidada y buscar la forma de retractarme,  sentí como mi cuerpo se iba a hacia adelante, tomando el control sobre cualquier otra emoción  que pudiese existir en mi, la libido asumiendo que era buena idea acercarme a él, y pegar mi cuerpo nuevamente al suyo.

 

Lo cierto es que a pesar de que odiase esta situación anhelaba su calor, moría por sentir mi piel contra su piel a pesar de que la misma hubiese tocado la de alguien más. 


 

—Ponte en mi lugar, esto no es sencillo para mi. Silvie y yo tenemos mucha historia juntos, no por nada llevamos  30 años de casados.

 

Solté un bufido y una extraña sensación se instaló en mi interior. No me simpatizaba que cada vez que el tema salió a colación él me echara esto en cara, como un recordatorio de que así lo nuestro funcionara, yo no tendría la fortuna que ella tenía. Jamás podrías compartir lo mismo.

 

— ¿Y quien se pone el mio? Cuando te entrara en tu cabeza que esto no es justificación suficiente para mi, yo tambien anhelo tener lo que ustedes tienen  y sinceramente estoy harta de compartirte—aprovechando que estábamos yendo con la verdad continue—   Desconozco cuanto más pueda aguantar esta situación— pose mis manos a la altura de mi cadera, sin ignorar como él las veía, como si hubiesen sido talladas por los Dioses en persona— Tienes hasta  el 20 de diciembre próximo, ni un dia mas, ni un dia menos— sentencie— Sino seré yo quien se siente con ella y mantendré una charla  y le informare de la unión que tenemos.


 

—Dudo bastante que quieras hacer enfadar a  una mujer francesa.No olvides que fue su propio pueblo el que envió a Maria Antonieta a la guillotina— aclaró, trayendo un dato historico innecesario e inutil a nuestra conversación—  Tampoco creo que te beneficie que tus padres se enteraran sobre esto. Al fin y al cabo sigues siendo su pequeña niña y les rompe el corazon enterarse que se estaba metiendo con el esposo de su mejor amiga. 

 

—El mismo que ha sido testigo de mi crecimiento y evolución —remaque, su amenaza quedando de inmediato obsoleta— Puede que sea duro al principio, aunque sobreviviré, tu por otro lado será el que se llevara la peor parte., Sylvie te desplumadora  como a una gallina y mi padre se encargará de acabar con tu existencia.

 

Sus dedos tironearon para que liberase mi agarre y los reemplazó por los suyos, pegándome a él, acomodandome entre sus piernas.

 

—Sigo sosteniendo lo que te dije luego de la reunión, me prende tanto cuando te pones asi — afirmó, en ese tono tan peligroso que me hacía olvidar la decencia y me arrastraba a los confines de las tinieblas—  Eres bella, me haces sentir vivo y me has ofrecido en este tiempo una perspectiva que no había tenido antes. Una que me ha llevado a replantearme todo.




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