5. El anuncio.

 Cuando salimos del ascensor y en medio de un silencio ensordecedor nos dirigimos hacia la sala de reuniones.

— ¿No es maravilloso tenerlos aquí? — preguntó Quill, observándonos como si hubieran pasado décadas sin que hubiésemos estado juntos cuando con suerte habían transcurrido 8 meses desde nuestra última visita— No puedo evitar pensar en las veces que estuvieron aquí cuando eran pequeños. 

Lamentablemente mi llegada y entrada no fue precisamente de lo más elegante considerando que el muy capullo puso su pie delante del mío haciéndome tropezar.

Afortunadamente papá estaba allí para sujetarme y eso fue realmente reconfortante ya que sabía que él nunca me dejaría caer.

 Su padre fue el que soltó una sonora carcajada.

—Aparentemente nada ha cambiado por lo que podemos apreciar— afirmó el padre del susodicho, divertido. Al menos alguien aquí la estaba pasando bien.

Lorraine se acercó a nosotros con esa mirada cargada de ternura que uno esperaba obtener de una madre y apoyó la mano en el hombro de su retoño el cual debía medir 40 centímetros más que ella.

—  Aun recuerdo como Parker, aprovechando nuestra distracción en una de las reuniones tomó un par de tijeras y cortó un gran mechón del pelo de Venimill.

“Venimill” ese era el apodo que me había puesto  cuando yo era pequeña. Y por más que en el presente me parecía ridículo, y no permitiría que nadie me llamase así, ella podía hacerlo.

—Deben admitir que fue gracioso verte a ti correr con tu tesoro en tus deditos alrededor de la mesa y a ella detrás de ti llorando suplicándole a Mirtred que se lo volviera a pegar.

Quizás para ellos esto hubiese sido genial y celebraban todavía la ocurrencia de Preswen  sin embargo para mí no fue agradable pasar todo el verano usando un ridículo sombrero para ocultar el desastre que había causado.

Había algo  que puntualmente me había llamado la atención y puede que los demás no se hubiesen percatado de esto, no obstante yo sí. Y era que mi madre no se había levantado de su asiento para recibirnos , y tenía la impresión de  que debería tomar esto como un mal augurio. Ella nunca se había mostrado así. Estaba distinta. Distante. 

Por lo que intenté cortar la tensión que se palpaba en el aire con lo primero que se me vino a la mente.

—Dios, muero de hambre, no puedo creer que hayas pensado en mí y me hayas conseguido estas galletitas— afirme tomando una y engullendo de un bocado— Deliciosas — agregue  dejando de lado cualquier modal que se me hubiese enseñado— Fue un gesto muy dulce— murmure— limpiando las comisuras de mis labios.

Lamentablemente mí halago no generó nada en ella ya que ni un solo músculo de su cara  se movió lo que me llevó a preguntarme si había experimentado con el botox y esto se debía a ello.

Okay definitivamente estaba siendo una bruja y no era mí culpa. Era la presencia de Parker la que me ponía así.

— ¿Por que no se acomodan en su silla? Tenemos mucho de que hablar— sugirió, comportandose como la matriarca dominante aquí.

Y como sus súbditos cada uno de nosotros acato su orden sin emitir un sonido. Cuando ella se lo proponía podía ser alguien bastante intimidante. Supongo que habia heredado esto de ella.

Parker  y yo nos acomodamos del otro lado del enorme tablón mientras que ellos hicieron lo mismo en el extremo opuesto marcando una clara diferencia entre ellos y nosotros dos.

—Seguramente se preguntaran por que estan aqui— mi padre tomó el control de la situación juntando sus dedos y apoyando sus codos en la superficie de madera que estaba cubierta por un fino vidrio.

—Tu iras primero— indicó Quill— Debes saber que esto es por tu bienestar y solo por eso— aclaró — A  pesar de que seamos tus mayores fans y que creamos completamente en tu capacidad como cineasta y creador.

—Juro que sueño con el dia que recibamos una invitación de tu parte pidiendonos que te acompañemos a uno de esos festivales que celebran en Cannes— intervino Lorr con ese tono de voz con el cual trataba de instaurar paz ante de la tormenta que sabia que ocurriría cuando su esposo terminase de hablar.

—Como decía, tenemos la sensación de que tu  te has estancado profesionalmente y no estás yendo a ningún lado. ¿Cuándo ha sido la última vez que has salido a filmar? ¿Cuando has tomado tu mochila y tu cámara para documentar algo? — inquirio enarcando una ceja—Puede que me equivoco y espero hacerlo. Para mi esto no es tu auténtica vocación sino un hobbie. Uno que escogiste  para hacernos enfadar al demostrarnos que no estabas dispuesto a seguir nuestros pasos.

La desilusión se plasmó en sus expresiones y de haber sido él habría sentido lástima. Por cómo sus dedos se aferraban a la silla pude notar que sus emociones había tomado otra dirección.

—ESTO NO ES NINGUN HOBBIE TONTO— gritó poniendose de pie.

—Parker Anthony Preswen, siéntate— ordenó Lorraine abandonando su dulzura y adoptando ese comportamiento típico de una madre que estaba enfadada y mucho. 

Este asintio y puso su trasero nuevamente donde pertenecia. Ni en un millón de años quisiera ser ese pobre cojin.

Tomó una profunda respiración antes de enfrentarse a los adultos delante de él.

—Esto no era ningún tonto hobbie— repitio— No es uno  que persigo  como un rebelde sin causa solo para ponerlos de los nervios , yo no soy ella— mascullo haciendo una seña con su pulgar hacia mi. 

— ¿Y como es que yo estoy vinculada con las personas elecciones que él hace?— bufé.

—Venetia— dijo mamá, con ese porte autoritario que usaba cuando no quería ser contradecida.

¿Qué demonios ocurría con ella hoy?

 —Como te hemos contado hace ya tiempo— añadió Lorraine— Los cuatro nos retiraremos del  mercado y no confiábamos en otra persona para ocupar nuestro puesto—hizo una pausa— Podrás seguir  gozando de los beneficios que tu status le confería , siempre y cuando pongas tu carrera en pausa para llevar adelante la empresa. Sé que tus   años en Darmouth estudiando economía servirán de algo.