Obligada a amarte

7.El libro de las reglas.

Venetia: Tengo que admitirlo, hay algo mágico en los nuevos

comienzos desde los inicios de los tiempos ha sido así 

y no tenía sentido luchar contra ello,  al fin y al cabo la vida se  trata de ello, no podemos esquivarlos. Por más que

este agradecida con este sitio, no me simpatiza el agregado que

trae incorporado, una compañía poco placentera para mi.

 

Escribí rápidamente, husmeando por sobre mi hombro para asegurarme que él no estuviese espiando mi charla con Delta.

 

Y si se lo que pueden estar pensando, eso sería un comportamiento muy infantil sin embargo de parte de Preswen era totalmente lógico. Se comportaba como un niño, siempre lo había hecho e incluso sospecho de que sufre del “Síndrome de Peter Pan” de otra forma no podría encontrar una explicación a su comportamiento tan inmaduro.

 

Venetia: De hecho es una que me gustaría eliminar tirándolo básicamente desde el balcón aunque dudo bastante que los cargos

 de asesinato que fuese a recibir por 

arrojar a Parker desde el mismo ayudaran a limpiar mí imagen.

 

Delta: Honestamente no creo que a tus

padres les agrade tener una hija convicta.

 

Venetia: Esto no tiene que ver con eso. Tal vez a algunas la

carcel les siente bien y esto no se trata de  clases sociales o status sino de

 malas decisiones y elecciones pobres. Y si, estoy al tanto de que en la historia han existido un montón de mujeres poderosas que han acabado detrás de las rejas sin embargo no creo que el naranja chillón se viera bien conmigo, no con mí color de piel.

 

Delta: Se fuerte. Concéntrate en los beneficios

qué obtendrás. Es más si me lo permites señalarte 

hay uno al que no le estás prestando atención.

 

Venetia: ¿Qué es lo que tu sabes que yo no sé?

 

Delta: No tendras a tus progenitores

respirandote en la nuca y podrás hacer lo que se

te antoje con la empresa y con tu vida.

 

Una sonrisa se extendió por mi rostro al percatarme de que estaba en lo cierto. 

 

Venetia: Desconozco cómo haces

para siempre dar con el lado positivo 

de las cosas…


 

Delta: Si… Respecto a eso… 

Debo hablar contigo.

Una cabeza asomó por sobre mí hombro y una risa burlesca retumbó contra los muebles que nuestros padres habían escogido especialmente para nosotros. 

 

Tengo que reconocer que por más que no hayan tenido en cuenta nuestros deseos al menos habían sido lo suficientemente considerados como para respetar nuestros gustos personales , era casi como si este sitio hubiese sido diseñado para nosotros hasta el más mínimo detalle. 


 

—Te atraparon, te atraparon— canturreo, regodeándose con mi desgracia. 


 

Su actitud que era equiparable con la de un pequeño de 7 años que estaba divirtiéndose con la miseria de su hermano mayor el cual se había metido en problemas, me llevó a hacer algo que no hacía mucho, darle su merecido.

 

Y aprovechando  la cercanía que teníamos moví mí codo hacia atrás dándole de lleno en sus costillas obligándolo a doblarse sobre su estómago. 

 

Si,  definitivamente la victoria sabía deliciosa. Me giré sobre mis talones  y me coloque a su altura.

 

—Tu si que te mueves rápido — masculló, tocando su nariz con la punta de mi  dedo índice.

 

Su cuello se estiró apenas unos centímetros para encontrar mi mirada con la suya y brindarme  una risita arrogante.

 

—A pesar de que tu asumas que mi motivo de vida gira en torno a arruinar la tuya, esto no es obra mía.. Tiene que haber sido otra persona. Otra que te  odie — y como si esto fuese algo sumamente descabellado, abrió sus ojos grandes para darle un mayor énfasis a sus palabras.

 

— ¿Quién podría haber sido?— murmure para mi misma, irguiendo— Pense que había hecho las cosas bien, que había escogido cuidadosamente adonde iba con Ryder.

 

—No te esforzaste mucho porque acabaste totalmente quemada — espeto  peinando su cabello, el cual se enredó en sus dedos haciéndolo soltar un gruñido , esto contribuyó a que  mí tensión disminuyera un poco a dejar escapar una de las risas mas burlonas que alguna vez había soltado. Simplemente su pelea capilar había logrado que yo pudiese ser feliz por un breve momento.

 

—Es curioso como después de todos estos años no eres capaz de tener una buena relación con tu peine — señale.

 

—Metete en tus propios asuntos, Venetia— respondió, amenazante. O al menos así debía de sentirse él frente a mi, aunque en realidad era… Patético.

 

Le enseñe la lengua y le di la espalda  nuevamente para mandarle un mensaje rápido Delta.

Venetia: ¿Que sucedió ? Puedes contarmelo

por aquí si lo quieres y es urgente.

 

Delta :  Prefiero charlas sobre 

esto en persona contigo.


 

Y al igual que recién una cabeza asomó por sobre mí… ¿Es que no aprendía? ¿Acaso debería aplicar un castigo peor? Confien en mí, encantada lo haría.

 

—Alguien está en problemas, alguien está en problemas.

 

—Juro si no dejas de husmear en mis cosas el próximo golpe que recibiría será en tus pelotas.

 

Él se me quedó viendo, con su ceño fruncido, un par de arrugas delatando la diferencia de edad que nos separaba. Siempre había creído que aunque yo era unos cinco años menor era más inteligente que él, en muchos niveles .




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.