Obligada a amarte

9."Nunca seré tuyo"

Las pautas estaban puestas y las reglas establecidas así como nuestros destinos jodidos , no podía creer cómo había llegado a esta posición aunque en realidad si que sabía cómo había sucedido simplemente no quería aceptarlo yo me había cavado mí propia tumba y debía yacer en ella como la perdedora que era.

 

 Mí móvil sonó mientras rebuscaba algo que comer en el refrigerador, y decidí que quien intentase contactarse conmigo podría esperar.

 

— ¿Qué estás haciendo? — preguntó Parker, desde la isla.

 

—Las situaciones llenas de tensión me dan hambre aunque no se porque tengo que darte explicaciones a ti— mascullé. 

 

—Ohh, entiendo, aun asi si aceptas un consejo te diría que cuides tu figura— comentó por lo bajo, como quien no quería la cosa— La juventud no es eterna y por ello deberías escoger con precaución los alimentos que comas.

 

Su comentario que me había tomado con la guardia baja me hizo girar sobre mis talones para enfrentarlo. impulsada por la furia de mil huracanes.

 

—Ya te gustaría a ti que fuese tu polla la que tuviese en mi boca — respondí, clavando mi mirada en la suya,advirtiendole con ella que se dedicase a ocupar el lugar que le tocaba.

 

La manzana que estaba mordiendo cayó de la suya y anoté un punto a mí favor en el tablero de mí mente, había ganado, al menos esta batalla.

 

— ¿No fuiste tú la que minutos atrás me habían asegurado que  ni en un millón de años me  permitirías tener ningún tipo de contacto físico contigo?

 

—Así es, de hecho preferiría meterme en un convento a tener que tenerte  encima mío haciendo ruidos molestos mientras tratas  coordinar tus movimientos— contesté— Y espero que no te lo tomes mal y no te enfades por lo que voy a decir sin embargo tengo la ligera impresión de que tu eres la clase de tipo a la que  no se da  muy bien eso de complacer a las damas. 

 

—Como puede ser posible que tu des por sentado esto, si ni siquiera me has dado la oportunidad de demostrarte cuán bueno soy en esa…Actividad. Confía en mí, cuando las chicas me prueban, vienen corriendo a mi a pedir por más, siempre quieren repetir este plato— añadió, recorriendo el costado de su cuerpo——No comprendo, ¿cómo puedes asumir ello si no tienes pruebas?— bufo, jugando con el  de las frutas.

 

—Llámame loca, simplemente tengo la corazonada de que tu estas haciendo esto demasiado grande, al contrario de lo que tienes en tus pantalones— apunte a su falda— Y si me lo propusiera podría localizar a tus víctimas para consultarles y pedirle que puntuaran tu “performance”— lo observe, examinandolo— Con suerte podrás obtener un promedio de 6 puntos, bastante promedio en mi opinión, si me lo preguntas.

 

—Confía en mí, no es de esa manera y te llevarías una gran sorpresa cuando ellas te contarán que cada vez que lo hacen conmigo se la pasan de maravillas, ¿o piensas que soy esa clase de hombre que solo se preocupa por su goce? 

 

Asentí.

 

—No me extrañaría que fuese de ese modo. No te veo capaz de complacerlas, de darles lo que piden, sencillamente para mí solo te enfocas en lo que a ti te importa y necesitas. Claramente no eres de los que se esfuerza en el juego previo, y no te van tampoco los juguetes, o los roles— afirme.

 

—Pues te equivocas. Empleo mucha más dedicación, más de la que podrías imaginar, es más siempre me las ingenio para no caer en un patrón, puedo combinar varias técnicas  y me gusta investigar para aprender nuevas.

 

Solté un suspiro dramático, mi estómago revolcándose era la prueba viviente de que no podría seguir lidiando con esta charla por mucho más.

 

—Claro que si, la verdad es que no es raro para mi que me confieses esto, es típico de patanes como tu ser adicto al porno.

 

Él soltó una carcajada ante mi comentario.

 

— ¿En serio crees que malgasto mi energía en consumir eso?

 

—Sin dudas que lo haces, por eso debes tener esa idea errónea de como una mujer debe verse, hasta debes tener un criterio para seleccionar a las desafortunadas señoritas que te llevas a la cama— gruñi.

 

Su ceño se frunció y cualquier rastro de diversión desapareció de él.

 

—Otra vez, eso no es asi.No soy adepto a esta clase de entretenimiento, considero que, como futuro cineasta e integrante de este mundo, es denigrante, mal pago y una grave ofensa para el género femenino, de ser por mi iniciara una campaña para erradicarlo del planeta— aseguró— En cuanto a tu estúpida suposición de ese “filtro” que uso para escoger a mis “parejas”— dibujó unas comillas— Es completamente desacertado, yo no discrimino, ya no tengo 15 ni soy un adolescente calenturiento para concentrarme en aspectos tan… banales y superficiales. Si hay algo que debes saber sobre mí, es que yo no discrimino. Todas son bienvenidas a probarme— añade— Tu podrías ser una si así lo des…

 

—Detente— exclame— Ni se te ocurra terminar esa frase asquerosa, de otro modo vomitare aquí mismo y tú tendrás que limpiar.

 

—De ser por mi me bañaría en tu vomito, princesa— bromeó, ofreciendome un guiño coqueto.

 

—Eres desagradable— me queje.

 

—Lo gracioso es que aun no me das los argumentos válidos para acreditar tu teoría sobre lo malo que soy como amante.

 

—Permíteme que te lo explique bien.Tu desprendes ese halo de incompetividad varonil que la gran mayoría de los hombre suelen exhudar.


 

— ¿Ryder es uno de ellos? — inquirió, con sorna.

 

Le di la espalda. Honestamente no valía la pena molestarme en responder, no era merecedor de mi tiempo o de mi saliva.

 

Por lo que opte por retomar lo que estaba haciendo antes y tome el burrito que había dejado sobre el mueble al lado de la cocina para meterlo en el microondas.

 

—A ti no te incumbe su desempeño en la habitación — masculló, dándome vuelta para enfrentarlo,  luego de que el reloj del aparatejo indicará que mi plato estaba listo para ser devorado por mi. 




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