Capítulo 2

La preparatoria nunca antes me había causado náuseas y ansiedad como hoy ,aún tengo sueño ya que anoche no pude pegar el ojo de solo imaginarme que él vendría a desmembrarnos¿Que horror?

-Cariño no olvides llamarme cuando salgas de clases- dice mi madre preocupada.

- Mamá es tu primer día en tu nuevo trabajo no me puedes venir a buscar eso no está bien- mi madre nego con la cabeza- pedi permiso a mi superior- informa- no quiero que mi hija salga en las noticias- ríe por lo bajo.

- por favor mamá no digas esas cosas, yo soy la única que lo puede decir -dije divertida.

Me despedí de mi madre prometiendo que le avisaría, al estar sola observe el edificio sin ganas de entrar, vi como algunos estudiantes me quedaban viendo al ser nueva era normal ,suspire animando me como odiaba comenzar desde cero, tener amigos no es mi fuerte.

-por favor, que venga Voldemort y me lleve a la cámara secreta y me muestre su basilisco- exclame, soñar no cuesta nada.

Ingrese al gran edificio con los nervios y la incomodidad de ser mirada por todos,me pegué a la pared como si mi vida dependiera de ella ya que estudiantes corrían de un lado a otro como animales,de la nada tropecé con una chica de lentes provocando que todo sus libros callera al piso.

-Disculpa, no te vi- me disculpé apenada, ayudándole a recoger sus libros.

-Descuida, suelo ser un poco torpe - dice amigable - yo igual - dije con empatía, la chica me estudio de pies a cabeza.

-Por casualidad eres Candy Reynolds? - pregunta la de lentes -si, soy Candy la nueva- la chica rubia sonrió aliviada - me llamo Ramix la encargada de dar les la bienvenida a los nuevos- sonreí agradecida de tenerla como mi guía.

- Genial pensé por un momento que estaría perdida toda la mañana-suspire aliviada- suele pasar el primer día -dice riendo con suavidad.

Ramix muy amable me dió un rápido recorrido por las instalaciones del colegio,me alegro mucho saber que sería mi compañera de clase,cuando ingresamos al salón mis nuevos compañeros me miraron con curiosidad, una que otra con superioridad, típico de la secundaria.

Ramix me indico cual sería mi puesto por fortuna era a su lado cerca de la ventana-¿Que te ha parecido Virginia?-pregunta con curiosidad, suspiré ruidosamente -Es diferente a Nueva York pero es agradable- respondí.

Tuvimos platicando hasta que sonó el timbre dando aviso que las clases empezaría, los alumnos comenzaron a ingresar al salón chicos hormonales me miraba como si caería en su sonrisas de galan,mi vista perdida se enfocó en el último estudiante en ingresar al aula.

El chico ingreso al salón todo despreocupado y con aire de badboy buscando su mesa, su mirada perdida la detuvo en mi dirección, me asalte en mi puesto cuando su fría mirada se encontró con la mía,el era alto de tez blanca, su pelo negro caía por su varonil rostro, su mandíbula marcada y sus ojos negros me dejó anonadada por un instante.

Vestía con pantalones militar , camiseta negra y una chaqueta de cuero color negra.

Era el mismo chico que ví anoche, su mirada oscura se volvió a posar en la mía después de una rápida inspección de su parte, apretó los dientes con fuerza como si estuviera conteniendose en hacer algo, se detuvo a unas cuantas mesas todo inmóvil afectado, su mirada era indescriptible, tragué saliva cuando me miró profundo por unos segundos que para mí fueron minutos o incluso horas, un poco sorprendida por su actitud le vi sentarse en la esquina del salón, respire profundo me sentía intimidada por el recién llego,vi disimuladamente y me encontré con la sorpresa de que me estaba observando con una intensidad asfixiante.

Enseguida mire al frente apretando mis manos una incomodidad mezclada con miedo me invadió, no comprendía su mirada y tampoco comprendía su actitud y la mía, de alguna manera me afectaba.

-Candy ,después de clases mis amigos y yo iremos a la cafetería, ¿Quieres acompañarnos?- dice Ramix poniendo carita de perrito -preparan las mejores tartas de frutas - agregá.

Después de clases tenía pensado ver una maratón de Marvel pero una salida con ellos no caería nada mal, despues de todo no tengo amigos - suena delicioso - dije haciendo que ella volviera a sonreír.

Las clases transcurrió tranquilamente, Ramix me presento a sus amigos en el comedor ,unos chicos muy amigables, me sorprendió ver a Clint en ese grupito.

-Ramix nos contó que eres de nueva York- dice una chica de pelo corto- así es- dije bebiendo mi malteada.

-De seguro hay chicos muy follable que envidia-dice la peli cortó, provocando que todos en la mesa dejarán de comer y viera al chico rubio.

-Virginia,eso no dice una virgen?- dijo un tanto sorprendido y molesto el rubio.

-Cristopher, el hecho de que me llame Virginia no quiere decir que lo sea- aclara la pelo negro con naturalidad, me sorprendió la manera que el chico la mirará busca explicación de sus palabras.

-¿Son novios?-pregunte sin entender su actitud-no, pero son amigos de la infancia y están comprometidos por su padres-responde Ramix lanzándole una mirada de desaprobación a su amiga.

-Cuéntanos Candy, siempre eres amargada?-esta vez Clint toma la palabra.

Los chicos sin entender nos vieron -No, solía ser muy alegre hasta que mi madre tuvo la increíble idea de mudarse a un lugar que parece perfecto para un crimen-los presentes soltaron carcajadas - Eres muy graciosa - mencionó Clint, no le veía lo gracioso con el tremendo susto de anoche me queda claro que nos mudados al propio infierno.

Los chicos me llenaron de preguntas y a todas las respondía, en vez en cuando sentía la sensación de que alguien me observaba, por inercia recorrí con la mirada el espacioso comedor, encontrándome con el chico de aspecto sospechoso, su mirada oscura me miraba sin ninguna expresión de repente apretó su malteada haciendo que el líquido se derramará por doquier, Cristopher había colocado su brazo en mi hombro un tanto incómoda me removi en mi asiento -Cristopher, no incomode a la nueva -lo regaña Ramix, el chico sonriendo levantó las manos-solo quiero ser amable con Nueva York -se excuso.