20-No digas eso porfavor

- Claro que si pequeña 

- Deberás que tu está loco, si piensas que yo me voy a quedar a vivir contigo así como si nada. 

Digo de madera exasperante.

 - Y además cabe recalcar, que me sacaste contra mi voluntad de mi casa, me obligaste a asistir a una estúpida fiesta chantajeando me con la vida de mi prima y de mis seres queridos, tienes él cinismo de decir que voy a vivir contigo así como si nada.

 Creó que si me escuchó ya que veo como se tensa de manera inmediata, y tengo que decirle que ahora siento un poquito de miedo cosa que nadie nunca pudo ocasionar en mí hasta ahora pero como estas se ve tan intimidante que de manera automática doy varios pasos para atrás hasta qué siento como la pare se interpone en mi camino.

Miro como se acerca a mi de manera tranquila, dominante y segura que provoca que me encoja en mi lugar.

- No no no muñeca...dise tan calmadamente que logra asustarme aun más.

Llega a donde estoy y me quedo anonada viéndo sus bellos ojos, alavés que él me tomaba de las muñecas lastimándome en el proceso.

- Aver muñeca, todas ésas estupideces que acabas de decir nunca pasaron, como tampoco tuve él cinismo de decir por los dos que ya era hora de mudarno juntos como le comunique a mi suegro que por cierto esta muy feliz de que su unica hija este con un gran hombre.

¿Que hizo que? ¿De donde conoce a mi padre? ¿Sabra lo que me paso? esa son todas las preguntas que ronda mi mente pero lamentablemente pasan a segundo plano cuando siento un dolor insoportable en mis muñecas, lo que ocasiona que mis lágrimas empañen mis ojos.

- Me estas lastimando.. le digo en un susurro.

Antes de reaccionar mira mis ojos, después mus manos, y da varios pasos atrás.

- Y-yo lo siento n-no quería lastimarte.
Me dise tan bajo que casi no consigo escucharlo.

- Pero lo has hecho, desde él momento en que te prestante en mi casa me has lastimado. digo otra vez en un susurro.

Vuelve y acorta la distancia y une su frente con la mía.

- No, no digas eso porfavor.
- Me quiero ir.
- NO....dijo alejándose de golpe.
- Dijiste que no quieres lastimarme dejame ir entonces.
- No, no puedo, no quiero. Y lo mejor será que te acostumbre a esa idea.
Con eso ultimo sale de la habitación dando un portaso; dejándome con la palabra en la boca.
Y con las miles de pregunta que tengo sin respuestas, mi padre, ¿como lo conoce y porque dijo eso?
¿Qué tanto conoce de mí? ¿Cuánto habrá durado planeando todo éstos?, me volveré loca si sigo cerca de este chico, pero lo más doloroso es que desde que lo vi siento algo por él, porque aunque no me gusta aceptarlo desde esa noche en él club me quedé enganchada con él.

No sé qué es, pero tiene algo que me atrae, él es un misterio que quiero resolver. 

 Después de media hora dando vueltas en la habitación decido por decido salir del cuarto, me acerco a la puerta lentamente y la abro de la misma manera asomó mi cabeza para cerciorarme de que no hay alguien cerca, después de comprobar que está vacío camino por un Pasillo que me lleva hasta una escalera, bajo la escalera cautelosamente, Asegurándome que nadie me esté viendo después de bajar, me dirijo a lo que creo que es él recibidor después de cerciorarme  que es el recibidor veo, dónde está la puerta y me acerco rápidamente a ella. 

Pero justamente cuando tengo el pomo en mi mano y estoy por girarlo a parece, el estúpido de Erick. 

-¿A dónde crees que vas muñeca?.

no respondo, simplemente me dedico a girar el pomo y salir corriendo, giró la cabeza para ver si él estúpido me sigue y veo que se queda parado en el marcó de la puerta como si yo no tratará de escapar, no me detengo a pensar por qué hace eso, simplemente sigo corriendo, aunque no llego muy lejos ya que unos de sus golirras, que no se de donde salio, me carga como un costar de papa, y ahí es que comprendo porque se quedó tan tranquilo en el marco de la puerta ya que me tiene vigilada. 

Comienzo a patalear y gritar al golirra este para que me baje pero hace caso omiso, solamente me baja cuándo esta frente a erick y puedo ver él enojo que transmite todo su cuerpo y es tanto que me hace encojerme en mi lugar.