Obsesiones que matan | Serie: Sqm 1

9. Dejame poseerte

» Y aún si no lo quieres siempre estaré dentro de ti, porque esto comenzó y el final se mira demasiado lejos. Vamos, grita tan fuerte hasta que me convenzas de que quieres esto, todo lo que necesito es a ti «

—Estas jugando con juego, lo sabes ¿No? Esa chica tiene a alguien muy poderoso y peligroso protegiéndola por detrás. Es como meterte en la boca del lobo sabiendo que perderás.

—Puede ser, pero lo peligroso es más excitante. Y la quiero a ella, así sea por una noche. No voy a quedarme en cero cuando siempre lo tengo todo.

—Yo que tú dejaba esto, puede que no salgas bien librado. Él no es alguien de juegos, es alguien de hechos. Además, es algo misterioso, no es de fiar. Ese chico es perturbador a lo grande.

—Me detendré cuando lo crea conveniente. Por ahora creo que el poder lo tenemos por igual.

—Estas corriendo muchos riesgos. En el bosque, por ejemplo. El apareció de la nada y si le hubieras hecho algo a la chica en ese momento. ¿Qué hubiera sucedido?

—No me hubiera arrepentido, te lo aseguro. Lo hubiera hecho ahí mismo, pero fue lista y se me escabulló. No sé cómo llego el ahí, pero la oportunidad era mía y ese hijo de puta me la quitó.

—La creías idiota. ¿No es así?

—La creía fácil. Tiene cara de que no mata a una mosca, era mía.

—Las que tienen cara de ángel son las más peligrosas, deberías saberlo idiota.

Le hice una seña a Reimon para que no hiciera ruido cuando llego a mi lado. Me interesaba seguir escuchando los planes de ese imbécil. Si creía que le sería fácil tocar a Becca estaba equivocado, antes le cortó las manos y lo quemo vivo a que le ponga una mano encima.

Cuando llegué al bosque fue pura suerte, pero no correría riesgos cuando se trata de la seguridad de ella. Acabaría con todas las malditas posibilidades de daño para que estuviera bien. Este chico ahora representaba una amenaza y como todas ellas debía ser acabado.

Tuve que haberlo matado desde que lo encontré hablando con ella hace semanas. Olvide la primera regla: "No te confíes". Y ahora debía poner en práctica la segunda: "Acabar siempre lo que empezamos"

Los dos chicos acomodan las sillas para irse, cuando pasan el umbral de la puerta del salón al pasillo Reimon y yo pasamos a su lado y choco el hombro del chico. Este solo se hace a un lado y se pierde en los pasillos con su amigo. Tomo mi mochila y la alzó en el hombro para volver a salir con Reimon rumbo al estacionamiento.

—Tiene razón, lo peligroso es más excitante ¿No lo crees? El amor con odio sabe mejor. —le digo a Reimon cuando llegamos al estacionamiento y cada uno prende su moto.

—No es que le prometiste a Becca no matar a nadie.

—A la mierda con eso. Que me odie si es lo que quiere, pero no dejaré que nadie la dañe. Me dolería más vivir sabiendo que no la protegí a saber que rompí una promesa absurda.

Reimon parece analizar las cosas en silencio mientras saca su moto del lugar de parqueo y se monta en ella acomodándose en el proceso.

—Como quieras, estoy dentro, haré la primera movida. Le pediré ayuda a tu amorcito. Seguro estará feliz de hacer algo para ti. —me muerdo el labio mientras sonrió y Reimon se pone su casco negro subiendo el visor para verme.

—Bien, avísame cuando lo tengan hecho. Lo haré alucinar con el infierno a ese bastardo.

Por atreverse a tocar a alguien que está en un pedestal en el cielo, nada más y menos que a mí Mujer, Reimon asiente y baja su visor cubriendo su rostro, el sonido de su moto saliendo del estacionamiento es todo lo que se escucha. Me subo a mi moto y salgo del estacionamiento para dirigirme a la entrada de la universidad, me recargo en ella esperando pacientemente a que Becca saliera para irnos juntos.

BECCA

Miro mi reloj de mano y ya han pasado diez minutos desde que el horario de clases termino, pero la profesora Leandra parece no notarlo aún, no podía culparla, ya tenía sesenta años y en verdad que se le notaba la pasión por la clase que impartía. Ella seguía hablando y yo atormentándome más por tener a Ran esperándome afuera. Hasta que uno de mis compañeros le aviso sobre el tiempo extra. Todos suspiramos aliviados y agradecidos al héroe sin capa.

—Oh lo siento mucho mis niños, me he quedado gratamente atrapada en el tema, que no anticipe la hora. En serio perdón jóvenes.

—No se preocupe Profesora Leandra, su clase es muy amena y creo que a todos nos pasa en alguna instancia. —le sonrió a la señora que empatiza mucho conmigo.

—Muchas gracias Becca, ya pueden retirarse los veré en otro momento, otro día. Recuerden estudiar para los parciales que se aproximan.

Todos asentimos y tomamos nuestras cosas para abandonar el gran auditorio que usábamos para esa clase. Tuve que esquivar a muchos para abrirme paso a la salida.

Ni siquiera había alcanzado a guardar mis libros los llevaba en la mano y la mochila a medio cerrar en el hombro y con el cabello hecho un desastre por correr como loca. Y para colmar mi día de buena vibra, hoy no me sentía bien y supongo que era por el cambio repentino de clima, los últimos días venían siendo fríos, pero hoy hacia un buen día cálido.




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