Océano de amor

Capitulo 15

El grupo no perdió el tiempo, a ambas partes les urgía terminar rápidamente la misión.

La tripulación liberó a Alexander quitando los barrotes y pronto se alejaron de las cuevas para llegar a la playa.

El marino les pidió ayuda para empujar su bote de nuevo, él había decidido seguirlos desde él, lo acompañarían tres hombres y el resto iría en la fragata “Revolución” que era su barco insignia. La tripulación conocida como los “Rocas negras” constaba de 200 piratas aproximadamente. Hombres que habían trabajado juntos durante mucho tiempo dirigidos por su capitana “la dama negra” dicho apodo ganado por siempre usar ropas de ese color y porque muy pocos la veían. No era una mujer que disfrutara de la acción, le gustaba estar más dirigiendo desde atrás.

Sus estrategias eran fenomenales, tenía un gran talento para todo ello, predecía los movimientos rivales en cada batalla y sacaba provecho de cualquier situación, era muy inteligente.

Sus hombres eran muy fuertes y resistentes, complementaban perfectamente a su capitana. Cómo toda buena tripulación contaba con músicos que subían la moral de la tripulación en viajes largos, también había cocineros, estos últimos esenciales para hacer rendir la comida y deleitar con su sabor a los tripulantes. Existía el carpintero que se encargaba de las reparaciones del barco por daños ganados en combate. A su vez había médicos y astrónomos, pero estos dos puestos estaban vacantes en la tripulación. Como compensación la capitana había decidido contratar al viejo Luis, quien era un sanador que se crió en las batallas. Aprendió principalmente a acomodar los huesos, sanar heridas, bajar fiebres y combatir algunas infecciones. Había sido muy útil para la tripulación.

La función del astrónomo era sacar las rutas en base en los fenómenos del cielo, era como una brújula viviente. Además podía predecir tormentas o saber cuando una isla era buena o no para desembarcar. Debido a su ausencia, muchos de los propios piratas aprendieron sobre esa materia.

Alexander por su parte, sabía cosas del clima, el mar, arreglar embarcaciones y muchas habilidades que al parecer tenía que adaptar a esas embarcaciones más antiguas. No pretendía involucrarse mucho, para él solo era un viaje rápido. Lo único que necesitaba era encontrar a su amada.

Con mucho esfuerzo y cambiando la fuerza de varios hombres, lograron empujar el bote al mar. Algunos seguían sin entender la clase de embarcación que ere pero confiaban que con el tiempo lo averiguarían.

Con él irían los piratas Cazu, Mocho y Bartu. Tres formidables guerreros que estaban dispuestos a todo por cumplir las órdenes de la capitana.

El resto se dirigió al barco liderado por el comandante Bote.

Alexander les pidió que subieran a bordo y les dió la indicación de quedarse quietos y fuera de la cabina, sin duda era el lugar más impresionante y difícil de explicar.

—Bien, vamos a zarpar.—Dijo antes de entrar.

—¿Dónde están las velas?—preguntó Bartu indignado.

—Esta embarcación no necesita velas.—Respondió muy seco.—Se vale de otra fuerza para navegar.

—¿Tendremos que remar?—Le cuestionó Cazu indignado.—Nunca alcanzaremos el barco insignia navegando así.

—Ni siquiera podremos entrar a mar abierto.—Agregó Mocho igual de molesto.—Es tan pequeña que el bar nos atrapará.

A lejos pudieron ver que el barco insignia había zarpado, era momento de ponerse en marcha para alcanzarlo pero los piratas no se veían muy animados y no dejaban de quejarse. Maldecían el hecho de ser ellos quienes tuvieran que ir ahí.

—Dejen de quejarse y agarrense fuerte…

Alexander encendió el motor y el bote comenzó a moverse rápidamente. En cuestión de segundos ajustó las coordenadas para llegar hasta donde el barco insignia estaba.

Los piratas no tuvieron palabras que decir, se quedaron mudos al ver la fuerza de aquel bote, sin tener que hacer nada estaban navegando por el mar, pero eso más que hacerles disfrutar les hizo tener miedo.

—¿Qué brujería es esta?—Dijo Cazu mientras se agarraba fuertemente al barandal.—¿Cómo es posible tal cosa?

—Seguro estamos condenados al infierno.—Continúo su compañero.—Este hombre es el demonio…

Alexander salió de la cabina para comprobar por él mismo la situación. El bote estaba equipado con un radar pero por alguna razón no funcionaba al cien por ciento. Tenía que mirar el mismo el gran barco y saber cuando estuviera detrás de él.

Notó que los piratas estaban muy asustados e intentó animarlos, pero ellos le tenían miedo. Lo veían con horror como si fuera un ser del mal.

—No es brujería.—Dijo riendo.—Esto es ciencia.

Los piratas no se tranquilizaron al oír esa explicación, sólo trataron de poner el mejor rostro posible. Notaron que él no les haría daño así que trataron de relajarse aunque no pronunciaron ninguna palabra.

Al poco tiempo se pusieron a una distancia muy cercana del barco. Alexander bajó la velocidad para colocarse a un lado.

Desde lo alto lo miraron los sorprendidos piratas que iban a bordo. Al igual que sus compañeros, no se imaginaban cómo podía navegar.

Bote le hizo señal de a dónde se dirigían y él las acató.

Conforme entraban a mar abierto las velas de la fragata hicieron su trabajo e impulsaron el barco a gran velocidad. Esto fue posible gracias a que tenían el viento a favor.

La velocidad alcanzada era muy similar a la que el bote de Alexander producía. No habría problema en estar cerca de ellos.

El cauteloso marino había subido varios botes de combustible para el viaje, pero eso no le garantizaba poder viajar de un lado a otro, sabían que debía cuidar ese recurso y a partir de ahí usarlo solo para ir por su amada y regresar por el portal. Algo que aún no estaba seguro de cómo lograr pero estaba en el proceso; lo primero que necesitaba hacer era llevar a esos hombres a su destino y ayudarles en su batalla, después esos mismos hombres le dirían cómo llegar a las Bahamas lugar donde sabía podía estar Rut.



#2742 en Otros
#252 en Aventura
#697 en Joven Adulto

En el texto hay: #pirtas #romance #viajeeneltiempo

Editado: 24.03.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.