Oculta por la venda

DAMBEL.

Hasta ese momento y a pesar de residir en esa casa, no sabía cómo era físicamente el señor Dambel, pues cuando mi madre lo visitaba me quedaba en la sala esperando. Pero ya era hora de verlo y la verdad tenía mucha curiosidad. Crucé toda la inmensa casa hasta que me topé con un joven de más o menos mi edad, unos 13 años, este me preguntó:

- ¿A quién buscas? -

-Al señor Dambel- dije

Me tomó de la mano para llevarme hasta la oficina de él. Cuando llegamos el niño se fue sin decirme nada más, fue extraño. Aun así centré mí atención a la inmensa puerta que estaba al frente mío, respiraba para calmar mi ansiedad, hasta que por fin decidí tocar la puerta después de un breve tiempo. Inmediatamente la abrió, me recibió con una sonrisa y me agradecía por haber ido hasta allá yo lo observaba porque me sorprendió su actitud pues me di cuenta de lo equivocada que estaba al pensar que él estaba enojado conmigo; miré alrededor y tenía un cuadro sin terminar este contenía la figura de una mujer con características físicas similares a las mías: ojos grises, cabello azul claro también muy liso, con piel muy blanca; cuando quise observar el resto de cosas me puso la mano en el mentón para analizarme, al acercarse tanto pude observarlo mejor y pensaba que  nunca había visto  a un hombre con un físico tan perfecto. Después de haberme analizado con tanto anhelo me comentó:

- Para mí es un privilegio tenerte aquí-.

- ¿Por qué lo dice? - pregunté con mucha curiosidad pues lo decía con tanta emoción que parecía extraño.

- Aún tienes que saber muchas cosas, pero aún no es el momento-. Afirmó.

Les pregunte a los demás sobre porque me estaba diciendo eso él, a lo cual el señor Dambel me preguntó:

- ¿Con quién hablas?-

- Con los demás- le dije extrañada

Pero si aquí no hay nadie más- aseguró

Entonces desde ese momento supe que yo era la única que siempre veía esas personas. Eran tres: un hombre blanco muy alto y musculoso de unos 40 años, una mujer demasiado hermosa y un niño de piel oscura. Ellos constantemente me hablaban, pero la mayoría de las veces para darme consejos muy útiles, cada uno tenía percepciones distintas, pero nunca esas opiniones diferentes erraban, aunque mientras estaba con Dambel me pregunté por qué era la única que los veía, decidí no seguir hablando de esas personas con él para no alarmarlo ni tampoco que eso fuera motivo de un cambio de su actitud hacia mí.

El olvidó inmediatamente eso que acababa de ocurrir y cortó el silencio expresándome su deseo de presentarme a sus hijos. Yo le respondí:

- Bueno está bien- no tenía más opción.

Fuimos hasta el salón donde les estaban dando una clase de geografía, eran 3 varones y 2 mujeres, Dambel detuvo al maestro para presentarme y cada uno me dijo su nombre con la cordialidad que corresponde a los niños y jóvenes criados en clase alta, me invitaron a la clase y me mostraron en un globo terráqueo donde nos encontrábamos, era el pueblo de Soria en el país de España cerca de la capital,  una de las pocas regiones de España donde cae nieve. Mientras ellos me explicaban esos datos curiosos de Soria, miré hacia atrás a ver si el señor Dambel permanecía todavía allí, pero se había marchado. Después de un rato se acabó la clase, entonces el profesor se fue y cada uno de los jóvenes que estaban ahí  también uno por uno hasta que quedé sola con la hija menor de Dambel; ella tenía por nombre Caroly, todo ese rato no la había oído hablar, me observó de un momento a otro con una mirada muy tensa acompañada de una sonrisa, se acercó a mí, luego me apretó la base donde había estado mi dedo pulgar haciéndome la seña de silencio con su dedo índice, lo que hacía provocaba gran dolor en mí, pues la herida no había sanado del todo… lo único que decía susurrando era:

- “devuélveme, devuélveme”-

Yo la miré fijamente y la mujer hermosa que yo siempre veía me advirtió:

- No te muevas-.

Hice caso a lo que me aconsejó, aunque me costaba mucho aguantar y a los minutos Caroly se fue.

Cuando ya no veía rastro de ella, salí corriendo a mi cuarto, no sentía las piernas del miedo que tenía.

EL MOTIVO DE MI AUSENCIA FUE UNA RACHA DE EXAMENES Y TRABAJOS QUE TUVE EN LA UNIVERSIDAD. ESPERO HAYAS DISFRUTADO LA LECTURA.



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En el texto hay: ciencia, magia y amor, suspenso

Editado: 07.08.2021

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