Prologo.

Stephanie en Wikipedia ⬆⬆
 

Lo prometido es deuda.
Como prometi acá les traigo el prologo de esta increible historia de locos, llena de muchas emisiones para experimentar.
Esta es una historia la cual ame mi inspiracion y aun no puedo creer que se me haya ocurrido algo asi.
Espero que les guste y si es asi, no olviden de apoyarla.
Asi que les doy la bienvenida a mi rinconcito de locos.
No olviden de comentar que les parece la historia. Acepto cualquier tipo de critica mientras sea constructiva y respetuosa.
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HORA: 00.00
DIA: 15 DE DICIEMBRE DEL 2019.
Narra: stephanie

Corro tan rapido que no siento mis pies tocar el suelo, tanto que parezco estar volando. El viento en mi cara, hace que las lagrimas sequen en mi rostro. las ramas chocan con mi cuerpo,el contacto rasgando mi piel, pero eso no me detiene. tanto es el miedo que no siento el dolor de mis rasguños profundos y desgarradores. 
Corro y corro hasta que no distingo mi alrededor.
Demasiado tarde para cuando anticipó mi caída colina abajo, justo a mi alfrente. Me levanto apresuradamente, al sentir el seguro de un arma ante mi cabeza, pero ya era tarde, habia perdido demasiado tiempo al caerme, era mi fin, de eso estaba segura. 
Aturdida por el temor de que sean mis últimos minutos de vida. me doy cuenta de cuanto apreciaba a esta y de cuanto miedo tenía de perderla. Pero el error ya estaba hecho,

Ya.. no podia hacer nada.

Levanto mi vista ante mi agresor, justo en la parte delantera del arma, como si esperara el momento justo para ver salir la bala que acabaría con mi vida. Mis lagrimas se atoraron en mis ojos, esperando el pestañeo que las impulsaría a salir, pero el miedo me lo impedía. eran tantas que me ahogaban, produciendo un fuerte dolor en mi pecho. Sentía como mi corazón se desgarraba de tan fuerte que latía, cono mis costillas se rompían por sus fuertes latidos.
Cansada, de presenciar tal escena, cierro mis ojos, como esperando despertar, como pasaba siempre al final de una mala pesadilla. Pero sabía muy bien, que esto había dejado de ser un sueño hace mucho tiempo y ahora estaba pagando el precio de eso. 
Había jugado con fuego y me había quemado, ¡me estaba quemando!.
Era muy tarde para arrepentirse, eso ya lo sabia, pero como me solía decir mi madre ,"la gente tiende a darse cuenta de las cosas cuando las esta perdiendo", y yo no había sido la excepción.
Mis ojos aún pegados, con el pegamento mas fuerte que existía: el miedo. No queria abrirlos, no quería presenciar mi fin, no quería ver como mi alma me dejaba. No quería ver esos ojos que hace solo unos dias, me miraban con amor y comprensión. ¿Cómo había llegado a esto?, no lo entendía y sabía que moriría sin saber la respuesta.
-lo siento..- dije en un susurro. casi inaudible.
- tarde- dijo. contestó con su voz dos tonos más graves de lo normal. Podía sentir el dolor y decepción que emanaba de el. Pero sentia algo más, una clase de satisfacción guardada en lo más profundo de el. Ya no había rastro de su voz, de su dulce voz, cuál había sido arrebatada por su lado más perverso.
Ya no escuchaba más nada que el baile de las hojas que producía el frio y húmedo viento.

Ante el silencio, ensordecedor, el ruido de un disparo fue inconfundible. Mi cuerpo se enfrió y podía sentir como los dolores se mezclaban por todo mi cuerpo.

Sus ojos, esos ojos tan iguales, serían lo último que vería. Eso me dolía, no quería recordarlo así, no a el. No quería que así terminarán las cosas. Me arrepentí de todo y cada uno de mis actos, o eso era lo que quería pensar, por que:
¿así debía ser no ?.

Antes 
Hora: 06.20 
Dia: 25 DE NOVIEMBRE DEL 2019

Me despierto sobresaltada de la cama, quedando sentada sobre ella, con el peso en mis manos para no caerme. Mi respiración se encontraba agitada y mi cabello un desastre. De nuevo aparecio, en mis sueños. Era la segunda vez que aparecía y aunque haya tenido sueños más aterradores que esté, siempre lograba cortarme la respiración y erizar mi piel al punto de hacerla doler.
El despertador sonó, haciéndome saber que eran las seis y media. Dejo que suene unos minutos y una vez normalizada mi respiración lo apagó. 
Tomó una colita de mi mesa de luz, justo al lado de mi cama. Me hago un moño mal hecho, para luego partir al cuarto de baño a arreglarme.
Aturdida aun por el mal sueño, escuchó como los ruidos retumban en mis tímpanos provocando pequeños cosquilleos.
Me lavo los dientes para luego bañarme. dejo que mis musculos, aun tiesos, se relajen con el agua caliente proveniente de la ducha. 
Cuando termino de bañarme, envuelto mi cuerpo con una pequeña toalla que apenas me cubría. 
Paso mi mano en el espejo empañado, para así lograr ver mi rostro sin expresión alguna. Podía presenciar mis grandes ojeras, por culpa de mis sueños desequilibrados que me producían cansancio, mientras mi pelo mojado se pegaba a los laterales de mi rostro, dándome un aspecto macabro. Me quede unos instantes presenciando mis facciones, hasta que decidí cambiarme.
Me vestí,nada extraordinario, opté por unos jeans azules rotos, combinado con un body negro pegado al cuerpo y para terminar me coloque mis Converse blancas. A mi pelo decidí llevarlo suelto con mis ondas naturales.
Una vez que desayuné decidí partir al instituto. Quedaba a un kilómetro de mi casa, ya que esté quedaba en medio del bosque. Por suerte no tenía que ir caminando ya que tenía mi propio auto, un Ford mondeo blanco. 
Cuando llegué al colegio, me sorprendió no ver a nadie en el estacionamiento. Chequeo la hora en mi movil, pero era temprano, apenas eran las siete y cuarenta. Me dirijo al establecimiento, para encontrar el escondite de todos los estudiantes. me escabullo entre la multitud, cuál se concentraba en las pantallas del corredor. Caminando me encuentro con el rey de la prepa, mi amigo tyler.
-¿ qué sucedió?- le preguntó.
- parece que desapareció un chico de la otro escuela- me contesta el morocho, quién se encuentra apoyado en una pare de brazos cruzados.
- ¿alguien conocido? - pregunto desinteresada. Seguro era una típica fugada de casa y de padres dramáticos creyentes de que su hijo era un santo, algo muy común en este pueblo.
-¡¡naa!!, un tal Michel Mons, dicen que desapareció despues de ir a la cada de unos.. - pausó - "amigos"- continuó con ironía.
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