TIEMPO ATRAS
♡ MAKSIM ♡
-vamos hijo, ayúdame_ asentí para acercarme a mi mamá tomando la red entre mis dedos y tirar con la poca fuerza que tenia por el peso del pescado, podía ver a mi abuelo y mi mamá tirando de la red con los pescados que habíamos pescado. Estos tiempos son tan buenos para poder pescar entre las aguas tibias, mi abuelo ha sido un gran pescador desde que era joven incluso cuando mi mamá tenia mi edad. Mi abuela era una gran motivación para mi abuelo para esos días duros de pesca donde casi nunca se puede pescar nada. Ahora puedo ayudar a mi abuelo con la pesca desde que vivimos con el…
-listo_ mire a mi abuelo quien paso su muñeca por su frente sonriendo cansado_ ha sido una buena pesca ¿no es así maksim?
-así es abuelo_ sonreí a mi abuelo
-ven hijo_ me atrajo hacia el agitando mis cabellos con ternura_ vamos, tenemos que subir la pesca a la carreta
- ¿puedo ahora tirar de la carreta?
-no maksim. Eres un niño, además nuestro asno… aun resiste
-papá. Ese asno ya esta demasiado viejo, ya no puede tirar de esa carreta que también ya está demasiado vieja
-vieja, pero en esa carreta tu madre y yo carreábamos hasta cincuenta kilos de pescado hija, debes aprender que no puedes rechazar algunas cosas que se vean viejas. Tal vez si le hacen falta algunos arreglos, pero aun resiste. Vamos hija, ayúdanos a subir el pescado que aun tenemos que venir por la otra carga
-no puedo papá_ mire a mi mamá preocupado
-hija, por dios ya deja en paz el tema de boleslaw. Tienes que ver por otras cosas como tu hijo. El debe aprender que debe ser fuerte y aprender a hacer un oficio
-papá. Vender pescado ¿crees que eso es un oficio?
-si, y muy honrado hija, aunque tenga que mancharme las manos de peste de pescado y sangre como lastimarme del hielo. No me importa, es la lección que tengo que enseñarle a mi nieto
-ya basta papá. Tal vez maksim puede tener otro futuro mas grande que ser un miserable…
-dilo, anda dilo
-no papá. Iré a ver a boleslaw_ se alejo dejándonos solos y viendo como se subía al auto que teníamos alejándose, mire a mi abuelo preocupado quien solo se quejó en bajo negando
-abuelo… ¿Qué quiso decir mi mamá?
-nada maksim. Mejor, quédate sentado mientras yo subo el pescado
-pero abuelo. Quiero ayudarte
-no maksim, no quiero que te dales las manos
-pero abuelo_ me miro para sonreír rindiéndose
-bien, pero a usa esa pala pequeña. Tranquilo, al final se cocinará_ nos reímos para acercarme tomando la pala a mi lado y comenzar a tomar algunos pescados lanzándolos a la carreta de madera igual que mi abuelo lanzaba los pescados para subirlos.
El frio en Viborg a veces puede ser infernal en tiempo de nevadas o frentes fríos. Hay veces en que tenemos que salir por las ventanas del segundo piso y una escalera de cuerda que hizo mi abuelo cuando la nevada es mas alta que cubre las puertas y la camioneta que mi abuelo tiene donde podemos transportarnos. Piensan que por ser solo un niño realmente no puedo entender muchas cosas… pero, he escuchado tantas cosas y he visto lo que esta pasando haciendome entender la seriedad de nuestras vidas desde que mi padre se fue.
El poco vapor que escapaba de mi por la bufanda que me cubría en la boca y parte de la nariz para evitar la brisa fría que se sentía, aunque el sol pudiera calentar un poco en nuestros cuerpos, terminamos de subir el pescado a la carreta igual que algo de hielo para mantenerlo fresco como un trozo de tela encima para evitar que algunas moscas se posaran en el pescado o el calor pegara directamente
Dejamos la pequeña pala junto al bote para acercarme al frente donde nieve estaba de pie comienzo un poco.
-anda maksim, ven_ me tomo para subirme al pequeño asiento de madera de la carreta viéndolo frotar sus manos quejándose en bajo pareciendo adolorido
-abuelo ¿te duele?
-un poco, pero no es nada importante. Vamos_ tomo de la soga de nieve para hacerlo caminar y tirando de la carreta solamente podía sentir el movimiento del camino de piedras y tierra donde pasábamos.
Muchos embarcadores de pescado con grandes barcos pesqueros y más gente que podían llevarse en autos o camiones todo el pescado luego pueden ganarnos en llevar el pescado a ciudades más grandes, a los pescadores mas pequeños como mi abuelo nos permiten poder surtir pescado en las pequeñas ciudades o pueblos, mi abuelo es parte de ello. Ha trabajado por tantos años vendiendo su pescado por ser una elección buena y una mayor calidad por las zonas mas lejanas donde los pesca y donde los barcos mas grandes no pueden viajar por temor a encontrar pedazos de hielo o el mar congelado.
No es tan convenible poder pescar en tiempos de frio, tenemos que aprovechar los pocos meses donde el sol puede calentar un poco la tierra antes de las nevadas.
A mitad del camino mi abuelo se detuvo quejándose recargándose en nieve viéndolo mover su zapato, baje de la carreta viéndolo preocupado.
-abuelo ¿Qué pasa?
-nada maksim, nada de que preocuparse. Estoy bien
-pero he visto que te duelen muchos los pies_ se rio agotado
-nada maksim. Solo… estos malditos pies que ya no me sirven como antes…
-deberías sentarte un poco abuelo
-pero tenemos que tirar del asno para llegar al pueblo
-yo puedo hacerlo_ se rio negando agitando mis cabellos
-no maksim, tu sube a la carreta yo me encargo
-porque mi mamá no nos ayudo
-maksim… tu mamá tiene algunos problemas con tu padre que tiene que resolver. Nosotros tenemos que encargarnos de llevar un poco de dinero a la casa. Asique tranquilo, cuando hayamos dejado este cargamento de pescado podre descansar
-te prometo que cuando regresemos a la casa te pondré algo de agua caliente para tus pies_ sonrió
-eres tan bueno conmigo maksim. Mi nieto. Vamos, súbete de nuevo tenemos que seguir andando_ asentí para subir de nuevo a la carreta con su ayuda para volver a sentarme viéndolo tirar de la soga de nieve para seguir avanzando.
#494 en Detective
#381 en Novela negra
dolor amor, ilusiones y decepciones, muerte odio secretos arrepentimiento
Editado: 13.03.2025