Solía andar por el bosque, mirar los grandes árboles, escuchando el cantar de los pajaritos, sentir las cálidas oleadas del viento, y en mí fluía una sensación increíble que con mis palabras no puedo describir. Un día de esos escuché en mi interior una suave voz susurrando, pero no pude interpretar lo que me decía, era como estar en un sueño del cual no entendía nada. Fue una sensación increíble, sin embargo no solo fue ese día. Ese solo fue el inicio de un mundo imaginario en el que creía estar. Pero no era un mundo y ni era imaginario.
Soy una persona que le gusta la naturaleza, al parecer ya se han dado cuenta que esta historia te va ha conmover el alma, porque descubrirás que te ha pasado una de tantas de estas sensaciones que he sentido yo, continuemos.
El segundo martes del mes de enero visite un río que es realmente hermoso, parecía una playa, con arena, con el nivel del agua descendente, sin rocas dentro ni fuera de El, la vista es espeluznante, Parecía la trama de una película de romance, sentí en un instante el caliente de la arena que subía por mis pies y llegó hasta mi corazón dándome un ardiente alivio de todo el estrés del camino y de la fatiga de mi desesperante conflicto con las deficultades de la vida. Comprendí en ese momento que todo es una prueba para medir tu capacidad y también es un proceso de diversos cambios.
En verano me traslade al valle de las flores, donde me deleite con la belleza de las orquídeas y las demás flores que hacían diferentes patrones de figuras, otras estaban organizadas según su especie y otras hermosas pero con espinas alejadas de todas, pasé por cada clasificación para oler su encantador aroma, cada olor me hacía sentir entre las nubes suaves y otros olores me daban ganas de comerme la flor, cuando pensé haber terminado, miré a la izquierda ahí estaban las rosas con espinas, las observe y de repente me anduvo en la cabeza una reflexión que me decía: Hay personas que son hermosas y deseables por todos, tanto para admirarla o para hacerle daño, por lo tanto debe protegerse para mantener su belleza, aquí es donde entra la importancia de las espinas. Y hay otras que son feas por fuera y hermosas por dentro, lo que importa es la persona no su físico, valoralas por lo que conoces de ella, no por lo que escuchas. Algunas mujeres son como las flores: hermosas, comprensibles, amables y cariñosas pero las tienen personas que no la valoran, no le dan el lugar que merecen, el cuidado adecuado y ni el tiempo que se le debe dar. Así se pudre una flor que debió brillar como una estrella, sin embargo fue tratada como a un ratón que fue encontrado robando y para colmo no puedo escapar quedando atrapado, ya se sabe que destino le espera ha este, así fue tratada aquella mujer, aquella flor inofensiva, corriendo el mismo destino que ese ratón que solo buscaba comida, un destino atroz. Ser conciente debe estar en todo ser humano, lo que no sabes hacer no significa que no lo debas hacer, solo tienes que aprender.
Casi al empezar el invierno fui a un lago del cual me enamore de sus cristalinas aguas, se podía ver el fondo y los peces que pasaban de un lugar a otro sin remover el agua, por lo menos no por la parte superior, observando la lejanía del lago pude presenciar que muchos me miraban pudiendo ver en mi lo que sentía, que era libre al expresarme y que era transparente en el sentido de mi forma de ser, me refleje como ese lago, y una voz me hacía: que siendo de esa forma, transparente, nadie querrá entrar en mi para saber que hay y que no hay, porque se puede ver a simple vista lo que soy, aunque me esté destrozando por dentro no lo puedo dar a notar hacia fuera porque nadie debe pagar por mis errores o fracasos o mi desánimo o lo más probable mi baja autoestima. Ser transparente me libera de mi mismo y de otras situaciones externas.
En otra ocasión fui a un concierto donde la música era agradable no como estos géneros nuevos que solo dan malas enseñanzas, ésta era contagiosa y sentimental y en algunos versos describía momentos románticos, era como si fuera un mis de músicas para hacer que todo el que la escuche llore, sonría, goce y viva el momento. En ese instante recorde que cuando estoy triste solo me amargo la vida y no pienso que estando en esa situación me mortifico la vida, en vez de estar gozando un momento feliz del presente me amargo con un recuerdo del pasado. Sentí que todo lo que me intritesía, es decir, recuerdos tristes o malos momentos desaparecían y que me arropaba una paz gozosa, mi felicidad hacia ritmo con la música hasta quedar totalmente relajado.
Todas estas experiencia la pude presenciar porque guardaba silencio tanto en mi interior como en el exterior. Si quieres vivir estas sensaciones solo tienes que despejar tu mente y observa tu alrededor y vívelo a tu modo pero si quieres escuchar consejos o reflexiones de tu vida estate quieto y piensa en tu vida pasada cómo ha sido y comenzarán a surgir cosas en tu cabeza que no comprenderás, solo escúchala. El que te aconseja es el mismo Dios y el que reflexiona eres tú mismo. Este será el comienzo de una vida profunda, no hay problemas fuertes, sino pequeños obstáculos, no habrá momentos difíciles, sino situaciones que me harán más fuerte y se acabarán las horas de tristeza porque surgirán los momentos de reflexión, así que no te canses, lucha o caerás en el campo de batalla como un cobarde, los que sobreviven son los fuertes porque han tomado de su error una experiencia.
Aveces cuando me siento solo ya sea en mi casa o en cualquier lugar, unos escalofríos se apoderan de mí, acompañados de un desánimo de todo lo que me rodea, sin ganas de nada, me encuentro todo sin valor, las fuerzas de luchar se acaban y siento que el mundo me repugna pero porqué siento todo eso, hay una repuesta para esto aunque pueden aparecer muchas más, y es que no somos del mundo estamos en él, de pasantía solo para ganar puntos para el otro mundo, y no nos debe agradar este pero debemos de vivirlo con amor para ser dignos para el que viene.