Ojos Elementales

Capitulo 3

 

Gracias al cielo pude llegar antes que los guardias, de tanto correr hasta se me quitaron los nervios, estaba intentando recuperar el aliento cuando abrieron la puerta, intenté estar mirándome en el espejo lo más normal posible.

— Estás hermosa. Ya es hora, vamos

— Sí, cla-ro

— Pareces agitada y estás empezando a sudar, ¿Qué estabas haciendo?

— Nada, nada, es el calor, vamos, vamos – mi madre me miro extraño, pero aun así no dijo nada, era muy estricta con los horarios y sabía que si se ponía a hacer preguntas llegaríamos tarde

 

Llego la hora, solo faltaba que abrieran las puertas y vería a demasiada gente que no conozco, todos ellos con sus ojos puestos en mí, intentando descubrir si realmente era un fenómeno como decía el rumor. Intente estar lo más calmada del mundo, pero era muy difícil, me sentía muy nerviosa, nada podía salir mal o perdería mi oportunidad de salir y descubrir el mundo después de esto, si salía mal podría quedarme encerrada en este castillo por el resto de mi vida. No me dieron tiempo a seguir pensando en todo lo que podría salir mal, ya que abrieron las puertas y anunciaron a la familia real, iba en la mitad de mis dos padres, quien sonreían con naturalidad, por lo cual intente hacer lo mismo y mirar hacia delante.

Todo se veía completamente distinto desde aquí, nada comparado como se veía desde la azotea, ver tantos rostros nuevos, querer charlar con alguien más aparte de mi familia, me emociono, pero debía controlar esa emoción si no quería que mis ojos cambiaran de color, pero ¡qué difícil era!

Me sentía como cuando le dan a un niño un dulce después de haber estado comiendo brócoli, llena de emoción y de querer probar un poco. Todos me miraban atentamente, no dejaron de hacerlo hasta que llegamos al trono y mi padre comenzó su discurso.

— Les agradezco a todos por venir, hacía muchos años que no habríamos nuestras puertas para celebrar, ya era hora de que lo hiciéramos, así que, que mejor manera que mostrando a nuestra hija en sociedad. Sé que hay muchos rumores sobre ella y queremos hacerles saber que cada uno de ellos es falso, una completa mentira que crearon para poner en duda mi poder y mi fuerza, la misma fuerza que mis hijos heredaron, así que sin más que decir, disfruten del baile.

 

A partir de eso se empezaron a acercar muchas personas a mí, todos querían conocerme, intentaba hablar con ellos cordialmente y así desmentir el rumor, hasta que llego un punto que sentí que se me caería el brazo de tanto saludar. Decidí irme por algo de comer, aunque donde estuviera hubiese platos con aperitivos, pero no quería estar más ahí sentada.

Estaba caminado por el salón en busca de la mesa llena de aperitivos cuando sentí una presencia detrás de mi, seguido de un “hola, princesa” y al voltearme vi al hombre más guapo parado justo detrás de mí, bueno tampoco es que hubiera visto muchos, pero este hombre de cabello rubio y ojos marrones, aparte de un porte alto se podía catalogar como uno.

— Oh, hola — Debo decir que a pesar de los comentarios no esperaba que fueras toda una belleza – Dios mío, no pude evitar sonrojarme, aunque espero que fuera solo eso, rece para que mis ojos siguieran normales, no quería espantar al primer chico antes de que me diga tan siquiera su nombre y hablando de eso, aún no sabía quién era. — Vaya, muchas gracias, aunque me gustaría saber cuál es tu nombre

— Claro que sí, permíteme presentarme qué descortés soy. Mi nombre es Edward Capell, duque del tercer reino, un placer – dijo tomando mi mano y depositando un beso en ella, empezaba como hacer calor aquí o era idea mía, uff

— Encantada, es un placer conocerlo, señor Capell, espero que la fiesta sea de su agrado. — Oh, creeme que lo es – dijo mirándome fijamente a los ojos, y debo decir que eso me puso muy nerviosa. Comencé a sentir una mirada realmente penetrante detrás de mí, y no puede evitar voltearme y ver quién era, y creo que me arrepiento, si hay un hombre muchísimo más guapo el día de hoy, Dios, este hombre es realmente hermoso, no podía separar mis ojos de él, era realmente atrayente, con esa cabellera negra, mandíbula cuadrada, hombros anchos, labios carnosos que moría por probar, espera ¿Qué? ¿Yo acabo de pensar eso último? Supongo que no ver a ningún chico más aparte de mi hermano en serio me afecto.

— Princesa, ¿estás bien? – dijo Edward mirándome un poco molesto por haber perdido mi atención en él, pero es que ese chico me había atrapado completamente, hasta pensé ver que esos ojos gris tormenta se habían oscurecido un poco al momento de que cruzáramos miradas, pero, a ver Adara concéntrate, no espantes a este chico que tienes al frente, así no harás amigos, me regañe internamente antes de volver a centrarme en Edward.

— Eh sí, claro, discúlpeme

— ¿Tranquila, te gustaría bailar esta canción? – volví a mirar hacia donde estaba el chico misterioso, pero ya no estaba, y no pude evitar sentirme un poco triste, qué raro estaba siendo todo.

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