En el vaivén de los recuerdos, las almas se reconectaron.
Los fragmentos rotos de los corazones danzaban con la esperanza de encajar las piezas restantes.
Luz vestía recuerdos lilas que se entrelazaban con la delicadeza de sus facciones orientales.
—Disculpa… no quería herirte. Solo necesitaba escapar por un momento —dijo.
—Tranquila. La idea es no decepcionar al pasado —respondió Fran, mientras la apatía comenzaba a desvanecerse.
Fue entonces cuando comprendió que se había enamorado de unos ojos que no lanzaban chispas al verle.
D.F.Torre.