Prólogo

Prólogo

Nuevo año, nueva vida dicen.

Este primer día era un jodido desastre ¿nueva vida? Yo seguía siendo el gran idiota de la clase, al parecer cambiar de cuidad y de instituto no ayudó de mucho. Estaba en el comedor, sentado solo, contando los minutos para que el receso acabe mientras mi pierna rebotaba contra las baldosas verdes a lo "baño público" de la cafetería. Levante la mirada para distraerme los próximos diez minutos, todo era igual que en mi anterior instituto. Excepto por algo.

Una pequeña chica, no podía negar que era hermosa, pero lo que realmente llamo mi atención fueron sus ojos. Azules. Casi turquesas, con rasgos violeta muy notorios, y su cabello, joder, un negro tan oscuro como el ónix hasta que notabas las zonas llenas de colores purpúreos y turquesas. Me observaba fijamente a dos mesas de distancia, como si estuviera analizándome.

Mi cuerpo tembló bajo el análisis indeseado, traté de ignorarla, sin éxito, sentía su peculiar mirada estremeciéndome sin intenciones de parar.

Son lentillas Adam, y de seguro se pintó el cabello

Me repetía mentalmente. Aunque nada raro ocurrió después del cambio de médico, estaba aterrorizado ante la posibilidad de terminar de volverme loco.

En ese momento, algo me atrajo tan fuerte hacia su misteriosa presencia, que ni mis muertas emociones pudieron ignorar, produciéndome una corriente que paralizó mi cuerpo solo para que la sacudida siguiente fuera mucho más potente.