Capítulo 16; A prueba o error.

Cuando volví a casa todavía tenía la sonrisa grabada de Will en mi memoria.

Tanto él como yo, sabíamos que lo que había dicho ayer marcaba un antes y un después, en la relación que teníamos, sea lo que sea.

Ahora era momento de poner las cosas en la balanza y evaluar la situación. Podría salir ganando mucho con esto. O podría haber perdiendo y terminaría con mi corazón en la mano.

Pero supongo que por lo menos me quedaría la satisfacción de haberlo intentando y no tendría en mi cabeza la eterna duda de que hubiese pasado si hubiese actuado más rápido, si hubiese tenido menos miedo. Si me hubiese abierto a William.

Después de todo no se veía tan mal chico, era divertido, era lindo, era atento. Y sobre todo era inteligente. Y no se encontraba demasiado seguido eso en un chico.

No en alguien de nuestra edad.

Llegué al trabajo alrededor del mediodía con una gran sonrisa en la cara.

— ¿A qué se debe tanta energía?—preguntó curiosa Jill.

—Cosas buenas podrían pasar.

—Por cosas buenas, estamos hablando del chico trajeado que vino a buscarte durante toda la semana pasada.

—Ese mismo, igual no te preocupes, ya lo resolví.

—Me alegro, cariño. Ya me había quedado sin excusas para darle.

—No harán falta más excusas—la miré con un brillo en los ojos.

— ¿Eso significa lo que creo que significa?

Asentí lentamente.

Jill cortó la distancia que nos separaba y me tomó entre sus brazos para abrazarme tan fuerte que me sacó todo el aire.

—Me alegra mucho saber que le darás una oportunidad.

—Es tiempo. A prueba o error. A todo o nada.

—Esa es mi chica.

¿Cómo era posible que tres palabras pudieran generar tanto en la mente y en la cabeza de una persona?

Era algo realmente loco.

Había recibido comentarios lindos y halagadores en mi vida antes, no era la primera vez que había escuchado aquello.

De todas maneras, era lo que siempre me decía Maddie cuando accedía a hacer algo que no estaba tan segura de hacer.

Pero escuchándolas de parte de Will, le daban otra connotación.

Una connotación diferente. Y me hacían sentir mucho mejor que las veces anteriores.

Ser la chica de alguien involucraba demasiadas cosas, significaba estar para esa persona 24/7, ser su apoyo, la persona que estaría en las buenas y en las malas.

Que daría a torcer el brazo luego de una absurda pelea, dejando el asunto olvidado y poniendo al amor por sobre todas las cosas.

Y yo estaba segura de que quería todo aquello.

Quería ser la chica de Will si él me lo permitía.